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Este artículo se publicó originalmente en THUMP EUA.
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A pesar de que ocasionalmente se sintió como un viaje en un lavavajilla lleno de agua pantanosa, el 2016 logró sacar del lodo un puñado de gemas musicales. No fue un año para introspecciones tenues, sino para echar la cabeza hacia atrás y dejar salir todo –como ciertamente lo demuestran los mejores 66 temas del año. Ya sean gritos disco, pesadillas EDM pintadas de dulces, baladas de amor mutantes o armamentos de trance derrite-cerebros, las canciones a continuación repasan todo el espectro de las emociones –de la ira destructiva, a la tristeza, al abandono exuberante– y nos hicieron querer bailar este año hasta que se nos salga el corazón.
66. Rihanna feat. Drake – “Work (Murlo Remix)”
Este año, Drake y Rihanna lanzaron dos colaboraciones gigantescas, con puestos de invitados en sus respectivos álbumes que alcanzaron el primer puesto en las carteleras. Se esperaría que “Work”, la cereza del pastel de estos dos grandes del pop, obtuviera el remix que se merece –y justamente se hicieron muchos intentos, pero ninguno de estos esfuerzos fue tan efectivo como el edit elegantemente austero de Murlo. Es una interpretación mortal de uno de los tracks más grandes del año, pero su poder yace en su sentido de autocontrol. El productor y remixer de Londres empujó las voces ligeramente más atrás en la mezcla, dejando que sus sintetizadores chirriantes y el bajo mareado se formaran alrededor de la orden que da Rihanna a “work, work, work”. Murlo sabe que ni siquiera él le puede quitar este tema a Rihanna. –Jesse Weiss
65. The Chainsmokers – “Closer”
Considera esto: desde el 3 de septiembre hasta el 19 de noviembre, el primer puesto de la cartelera Billboard lo ocupó una canción de dos artistas a quienes nadie de más de 18 años hubiera considerado celebridades reales. Ese período de 12 semanas fue el más largo del año –dos semanas completas más que su competencia más cercana, “One Dance”, de Drake. Hasta la fecha, “Closer” tiene 610 millones de reproducciones en Spotify y 770 millones en YouTube –números gigantescos, véanse como se vean. Todos tus conocidos han tenido un momento personal serio con esta canción en algún punto de este año. Pero, ¿cuál es su atractivo?
“Closer” es un enigma; una síntesis resbalosa de muchas tendencias adolescentes, desde la estilo Americana tipo Lana del Rey light de Halsey hasta las florituras tipo Flume de The Chainsmokers. El beat salta en un agradable trampolín de elementos típicos del pop-trap de SoundCloud, mientras la letra pinta una imagen de tedio de clase media y liberación temporal con la que uno se puede relacionar. En entrevistas, The Chainsmokers tratan descaradamente a su música como un producto, probando y explotando las tendencias del mercado para optimizar su marca. “Con este par, la música ha encontrado sus propios bros tecnológicos”, escribió Billboard en su famoso y controvertido artículo de portada. No creo que la destreza de mercadeo del dúo haga que su música esté inherentemente manchada –solo significa que se han adaptado a la realidad actual del mercado de la música pop, donde el éxito tiene menos que ver con el carisma o cualidad de estrella del artista, y más con cómo su música se alinea efectivamente con los algoritmos de Spotify y Apple Music que impulsan el éxito viral.
Esto quiere decir que The Chainsmokers parecen ser personas extremadamente aburridas, pero eso no importa. La industria musical ya se ha convertido en un enorme experimento de Silicon Valley sobre cómo la gente comparte y consume información cultural. A través de una combinación de talento y determinación implacable, The Chainsmokers han desarrollado estrategias para hacer que el sistema trabaje para ellos. Es mejor que los demás aprendamos de sus logros –o nos quitemos del camino.
También está esto. –Ezra Marcus
64. Kilbourne – “Men:Parasites”
En la entrevista de THUMP con la productora radicada en Nueva Orleans, Kilbourne, sobre su EP del 2016, Sourland, explicó que hizo “Men:Parasites” en una época de su vida en la que resentía a alguien que había abusado de ella sexualmente. El track pudo indicar un cambio en su forma de narrar la experiencia: “‘Men:Parasites’ se sintió como una apertura a aceptar y vivir la violencia de ser perseguida por el trauma, y luego responder a eso de una forma agresiva, femenina y sin remordimientos”, dijo. Sourland como un todo significó para la productora un desprendimiento estilístico, quien abrazó por completo los estilos del hardcore europeo, como el hardstyle y el gabber. Estos sonidos feroces tienen sentido perfectamente en “Men:Parasites,” un arsenal para el proceso desvergonzado de convertirse en lo que ella describe. Como un himno listo para ser tocado en Defqon.1 –se puede imaginar un festival carnavalesco y lleno de lodo con slams brotando por todos lados– “Men:Parasites” transmite un componente irreductible de ira, dolor y adrenalina sedienta de sangre. –Alexander Iadarola
63. Filomena Maricoa – “Nhanhado (DJ Jio P Remix)”
Este remix intoxicante de una cantante de Mozambique hecho por un joven talento portugués fue mi favorito en un año lleno de tracks destacados provenientes de la escena. DJ Jio P pone un loop suave de Tarraxinha bajo las conmovedoras voces, reforzándolas con una batería que suena como una pila de platos de cerámica que se caen de la mesa, y figuras sutiles de sintetizadores que se abalanzan en el fondo como murciélagos brillantes. Las melodías anhelantes de Maricoa y la producción elegíaca de Jio P ilustran la tensión entre la intensidad atemporal del amor joven y la percatación vigorizante de que nada dura para siempre. –Ezra Marcus
62. RIOBAMBA – “Hecho/Hechizo”
La DJ ecuatoriana-lituana radicada en Nueva York, Riobamba, es a la vez una música talentosa y una astuta activista política que ha trabajado duro para incrementar la visibilidad de lo latinoamericano en el mundo de la música dance. “Hecho/Hechizo” es una infusión compleja de los sonidos ruidosos, folklóricos y de brujería que actualmente se cocinan en la creciente escena del bass global. Su mezcla propulsiva de reggaetón, sampleos de grabaciones de campo de terremotos y atmósferas oscuras no dejarán un pie sin moverse en la pista de baile. –Valeria Anzaldo
61. Danny Brown – “When It Rain”
Si Atrocity Exhibition, el disco virtuoso de Danny Brown, es una bitácora de malas drogas, peor sexo y tristeza inmutable, entonces su frenética pieza central, “When It Rain”, es cuando nuestro protagonista llega como torbellino a su casa en Detroit. En este himno real del rap del oeste medio que evoca sónicamente a la paranoia cibernética del techno clásico de Detroit y el tripeo tembloroso del footwork, Brown reúne a luminarias como Traxman y DJ Assault mientras conjura la imagen de la “pista de baile como zona de guerra” –un lugar donde te agachas y te cubres cuando se presenta el peligro, o porque es la única forma de pegar el culo lo más humanamente cerca que se pueda del suelo. En la vorágine destructiva y depresiva que es Atrocity Exhibition, “When It Rain” es el ojo de la tormenta, donde existe una sensación de calma sólo porque todo lo demás que te rodea está jodidamente loco. –Larry Fitzmaurice
60. LUH. – “$ORO”
“El dinero por encima de todo… Este es el mantra de una generación que vive al final de los tiempos”, ruge Ellery James Roberts (exmiembro de WU LYF) en esta canción destacada de SPIRITUAL SONGS FOR LOVERS TO SING, su álbum debut como LUH. (siglas de Lost Under Heaven). En “$ORO”, él y su compañera de banda y novia, Eboony Hoorn, empapan sus voces en Auto-Tune y tratan de corear el apocalipsis. “Sé que temes que esta cultura esté muerta”, canta Roberts, luchando con el vacío espiritual que ve en el corazón de un imperio que se cae a pedazos. “No te puedo escuchar por todo mi dinero, bebé/por toda la codicia en mi jodida cabeza”. No muchos artistas pueden lograr este tipo de grandilocuencia, pero Roberts es una excepción, ya que él y Hoorn crean paisajes sonoros masivos que reflejan los tiempos violentos y emociones ásperas con los que están obsesionados. Después de cuatro minutos, la canción explota en un break estridente de hardstyle, como una explosión nuclear barriendo a una civilización condenada –una conclusión que, en estos días, no se siente particularmente inesperada. –Ezra Marcus
59. Ducky – “Work”
El sello, estación de radio y colectivo de entusiastas del rave radicado en L.A., Club Aerobics, arrancó su serie de lanzamientos gratuitos a principios de este año con un rolón hiperenérgico de su cofundador, Ducky. La oda de tres minutos y medio a trabajar duro y fiestear aún más duro apuntó directamente a la pista de baile, y se convirtió rápidamente en un tema esencial en las horas álgidas de clubes de todo el mundo. Olvida a Rihanna y a Drake –este es el “Work” que los fans de la música dance necesitan. –Valeria Anzaldo
58. Cruel Boyz – “Umeqo Emagqomini (Dub Mix)”
Gqom –esa mezcolanza vibrante de escenas y estilos que emergen de los suburbios de Durban, Sudáfrica– ha desarrollado una reputación de oscuridad en el último par de años. Pero “Umeqo Emagqomini (Dub Mix)”, de Cruel Boyz, incluida en el compilado de enero Sounds of Durban Vol. 1, es un recordatorio de que incluso los sonidos más sombríos de la música dance se pueden convertir en música de celebración. Envuelta en un drone monótono que probablemente sonaría en su lugar en una película de horror, esta canción emplea un choque de líneas de clave cacareantes, ruidos electrónicos tartamudeantes y una programación juguetona de batería como manera de ascender del lodazal y el fango. –Colin Joyce
57. Andrés – “Mighty Tribe”
Andrés, el ex DJ de Slum Village, productor y maestro del scratch nacido en Detroit, no saca mucha música –ciertamente no tan a menudo como ruega su legión de fans por que lo haga. Pero, como la mayoría de los talentos chidos inimitables que han emergido de Motor City, así es como le gusta. Además de lanzar un remix de vez en cuando, básicamente se apega a soltar silenciosamente como un álbum al año en su propio sello, La Vida. ¿Cómo puede alguien confiar tanto en un cronograma de lanzamientos tan escaso en una industria que exige lo opuesto? Porque cada disco es jodidamente bueno. Soltado justo a tiempo para ser escuchado con los abrasantes rayos del verano, “Mighty Tribe” es un track de fiesta hasta la médula. Centrado en algunos samples sutiles de soul –Earth, Wind & Fire y Eddie Kendricks, por ejemplo– el repetitivo beat de disco gira incansablemente alrededor de tus membranas por casi nueve minutos, cambiando todo sin dudarlo un segundo. Tiene un principio similar a la pista de patinaje en la que Andrés ganó experiencia en Detroit: Ve a la pista de baile y no mires atrás. –David Garber
56. R.L. Grime, Skrillex, and What So Not – “Waiting”
Los señores del bass, R.L. Grime, Skrillex y What So Not de verdad se tomaron a pecho el nombre de su más reciente colaboración. El trío le escurrió el track a las masas a cuentagotas, primero asomando el tema en septiembre antes de que What Not So lo debutara luego ese mismo mes durante un show en Los Ángeles. R.L. Grime luego la utilizó para cerrar su mixtape anual de Halloween y, días antes de su salida, los fanáticos podían llamar a una línea caliente para escucharlo completo. “Waiting” es la segunda vez que se han juntado R.L. Grime y What So Not –la primera vez fue en el himno trap monolítico de festival “Tell Me”, en 2014– y, como Grime le dijo a NPR, comenzaron ambas canciones el mismo día. Pero, con el involucramiento agregado de Skrillex, la escala de la secuela es aún más enorme, con subidas ciclónicas, metales estruendosos y drops noqueantes, que garantizan otro tema esencial de festivales en potencia –un golpe concentrado de dopamina en medio de la oscuridad. –Krystal Rodríguez
55. Kamixlo – “Bloodless Y”
Sentado en una habitación de hotel con su característico cabello aguamarina sujetado con dos clips plásticos de muñeca, Kamixlo me explicó una vez su antigua fascinación con la lucha libre japonesa. Contrastando el carácter físico, brutal y de contacto del deporte con la teatralidad falsa de su contraparte americana, el productor de 22 años radicado en Brixton dijo tranquilamente que sueña con colaborar algún día con el grupo de lucha libre japonesa que dio nombre a su sello, Bala Club. Los DJs Mechatok y Zakmatic, quienes estaban acostados en una cama junto a él, intervinieron, diciendo que los propios tracks de Kamixlo suenan como peleas de lucha libre –con su percusión violenta, líneas de bajo nebulosas y voces afiladas chocando entre sí como cuerpos siendo pulverizados. (Desafortunadamente, la grabación de nuestra entrevista de esa noche se chingó después de un desperfecto técnico y no se pudo rescatar).
Sin lugar a duda, “Bloodless Y” encarna la idea de un rolón club como un ataque visceral. Deja un rastro de carnicería desde que entra su línea de bajo abrasadora y mecánica, y su pegajoso acapella de reggaetón persigue tus oídos por días. Este track aparece en Angelico, el EP más reciente del productor chileno –la secuela de Demonico, el EP destruye-antros del año pasado que le dio renombre. Si Kamixlo llegó al cuadrilátero de la música dance con “Paleta”, de Demonico, “Bloodless Y” es su nocaut. –Michelle Lhooq
54. Earth Trax and Newborn Jr – “Flute Track”
Earth Trax y Newborn Jr –el dúo de la leyenda del Baltic-Balearic beat Bartosz Kruczynski y el productor normalmente conocido como Matatat Professionals– se escabulló en las pistas de baile alrededor del globo a principios de año con Sax & Flute, su EP debut en el sello de Peckham, Rhythm Section. Con una duración de un poco más de diez minutos, el lado B, “Flute Track”, es una rola prístina y cristalina de ambient house con influencias new age que se ubica en algún punto entre “Xtal” y el glamur lloroso de lo más lustroso de Kompakt. Si alguna vez quisiste recrear la extraña sensación que llega cuando visitas a un sanador con cristales en una tarde nublada, en un club, puede que hayas encontrado la canción perfecta. –Josh Baines
53. Project Pablo – “Closer”
En el 2016, el proveedor de house de Montreal vía Vancouver, Project Pablo, editó música con Magic Wire, de Lone, y Clone Royal Oak, de Rotterdam; pero es un single en su propia disquera, SOBO, la que podría ser la joya de la corona en su prolífica carrera hasta la fecha. Con alocadas melodías de DX7, cencerros tintineantes y un groove cálido y disperso, “Closer” destila todo lo que amamos del productor canadiense en un himno de verano prístino de casi siete minutos. A diferencia de la canción de The Chainsmokers con el mismo título, “Closer”, de Pablo, encaja mejor en afters humeantes en lofts, antes de que las luces se enciendan y pase el efecto de las drogas. –Max Mertens
52. Ziúr – “Collar Bone”
Mika Risikio (mejor conocida como Ziúr) tiene un enfoque sobre las restricciones de la música club que es refrescantemente abierto. La DJ y productora radicada en Berlín dijo en el blog de Discwoman que “no hay nada correcto ni incorrecto en la música” –un consejo refrescante en una industria que premia a las mezclas perfectas de beats y las técnicas prístinas de producción, para las cuales se requiere equipo caro que muchos artistas que están comenzando no pueden costear. La mentalidad abierta de Risikio se corrobora en su música de la forma más convincente en “Collar Bone”, una inversión comprimida y desmoronada de raves del pasado. Saltando de voces tartamudeantes a arpegios borrachos de sintes a gritos de niños, es una colección de sonidos absurdos y desconcertantes que no deberían funcionar, pero el estruendo contundente de su programación de percusiones le da suficiente impulso para elevarse sobre el pantano. No hay reglas, solo lo bueno. –Colin Joyce
51. MHD – “Afro Trap Part 5 (Ngatie Abedi)”
El rap francés floreció en el 2016. A la vanguardia están las rechinantes superestrellas PNL, pero no muy atrás viene MHD, un rapero de 21 años con ascendencia guinea y senegalesa proveniente del distrito 19 de París. Causó impacto con una serie de singles titulada “Afro Trap 1-7”, donde combina ritmos complejos con la energía atrevida de la escena del rap de su ciudad. Los resultados son originales, electrizantes y profundamente políticos, en una época en la que Francia está destruida por la xenofobia y el racismo hacia su población de inmigrantes africanos. Más que solo una colección de himnos contagiosos, la música de MHD ofrece una defensa vívida de su derecho a pertenecer a la sociedad francesa, y se enorgullece de quién es. –Ezra Marcus
50. Baauer feat. Novelist & Leikeli47 – “Day Ones”
Mientras que Aa, el esperado álbum debut de Baauer, contiene un grupito de estrellas invitadas, la mejor interpretación del disco pertenece a dos relativos novatos. El MC de grime londinense Novelist –quien también se robó el show este año con un verso en “Numbers”, de Skepta– y la rapera de Brooklyn que usa un pasamontañas, Leikeli47, son complementos de alto octanaje el uno con el otro, y “Day Ones” es una colaboración agresiva en donde Harry Rodrigues entrelaza al dúo con un instrumental que podría tragarse a la tierra, bajos amenazantes y una caballería de metales distorsionados, sobre los cuales intercambian gritos de guerra. –Max Mertens
49. Marshmello – “Alone”
De todos los productores descendientes de la primera ola carnavalesca del EDM, Marshmello parece ser el que mejor entiende la divisa emocional que le dio valor a la escena: la diversión pura y sin restricciones. Otros compañeros mejor arreglados han adoptado el romance cursi y la electrónica de 100 vatios –ambos también usados por nuestro pillo enmascarado para sacarnos una lágrima en “Alone”, su hit revelación– pero pocos toman decisiones estéticas tan inconscientemente como él lo hace.
Parte del éxito arrollador de “Alone” –el cual tiene 48 millones de reproducciones en YouTube para el momento en el que se escribió este texto– es el casco caricaturesco de Marshmello, los bailes tontos en el video de la canción, y un puñado de líneas de sinte tan grotescamente pegajosas y dulces como ahogarse en una botella entera de Karo. El track es el equivalente sonoro de esas horrorosas monstruosidades de malteadas que deslumbraron los feeds de Instagram de los adolescentes suburbanos este año –toma la grandilocuencia de alta fidelidad de un set principal de un Hard Summer, ponle un kilo de chispas y encima ponle una rebanada entera de pastel. Reprimirás las ganas de vomitar antes de que sucumbas y le entres sin remordimientos. –Colin Joice
48. Lil Uzi Vert – “Ronda (Winners)”
¿Qué chingados es esta canción? No es rap, de eso estoy seguro. Las producciones de Metro Boomin y CuBeatz apenas usan baterías –solo usan un toque de subbajos y una espolvoreada puntillista de hi-hats, mientras que Uzi escupe sus letras sobre lo que suena como un loop de xilófono de Jamie xx perdido, cubierto con sintetizadores que apenas se oyen y suenan como rascacielos de neón asomándose en el fondo. Un artista menor se perdería en un ambiente tan austero y helado, pero Uzi es más que un contrincante para lo que lo rodea, abriéndose paso a través de la arquitectura vidriosa del beat con melodías atrevidas que suenan más cercanas a Blink-182 que a Nas. Lil Uzi Vert es la primera estrella synth-dance-pop-punk del rap, y estamos bendecidos al tenerlo. –Ezra Marcus
47. Peggy Gou – “Maktoop”
El track de la productora y DJ radicada en Berlín, Peggy Gou, bebe de una variedad de influencias que siempre vas a querer de tu lado: Detroit, Chicago, la intensidad orgánica del highlife (ha dicho que su mayor influencia es la música africana) –todo está allí. Pero al igual que cualquier artista que gira la cabeza y mueve los pies, el poder real de su sonido es suyo propio. La afición de Gou por el diseño sonoro en capas y las líneas melosas de acid es evidente en este extracto de su EP más reciente para el subsello de Ninja Tune, Technicolour. Otra de las historias de éxito más rápidas del 2016, Peggy Gou entra al próximo año del calendario como un nombre en boca de todos. No se puede evitar pensar en el título de la canción, que significa “destino” en árabe, es sólo una ingeniosa coincidencia. –David Garber
46. Bezier – “Cosmos”
El crew Honey Soundsystem ha sacado varios discos absolutamente fantásticos este año. Cuando intenté comprar el disco de Justin Cudmore en Academy, Ron Like Hell insistió fuertemente en que escuchara este tema de Beizier (a.k.a. Robert Yang), de Honey, antes de irme de la tienda (gracias, Ron). La primera vez que escuché “Cosmos”, pensé, “esto suena como el soundtrack de Drive, pero menos aburrido”. Claro, tus amigos que nunca habían escuchado a Chromatics amaaaaron ese soundtrack, pero era una imitación; el Cosmetologist EP de Bezier es lo real.
Lo que amo del crew Honey tanto en las fiestas como en estudio es la completa individualidad que cada uno aporta. Bezier usa una paleta bastante simple de sintes clásicos estilo Juno en un arreglo que gira y respira continuamente. Me hace querer manejar por una carretera con curvas en un Mustang 5.0 (sin la capota del convertible, ¡por supuesto!), mirando hacia arriba mientras el cosmos vuela. –Joel Fowler
45. LOUDPVCK and NGHTMRE – “Click Clack”
El sello OWSLA, de Skrillex, se ha movido hacia una paleta sonora más diversa en el último par de años –tan solo en el 2016 se han atrevido con música pop con tendencias indie, estéticas de Jersey club, y sonidos “chinga géneros” de novatos relativos, como Mija. Pero “Click Clack”, de LOUDPVCK and NGHTMRE es la prueba de que la disquera se mantiene en contacto con sus raíces rompe-tímpanos. La mayoría de la música agresiva para llenar festivales a la que a la gente le ha dado por llamar “trap” está construida con una ingeniería como de montaña rusa: construye suficiente momentum y estás en camino a obtener una recompensa, con un drop, un flip, un roll u otra forma de emoción. Aun así, la mayoría de los productores de EDM-trap tienden a tener autocontrol en comparación a, digamos, sus contrapartes del gabber, como si necesitaran guardar un poco de energía para poder llegar al final del track. “Click Clack” lanza esa preconcepción directo a una fogata ardiente desde sus segundos iniciales, haciendo estallar desde stabs apenas tonales de sintetizadores a olas implacables de drops que revuelven el estómago que parecen temas de hardstyle transcritos para LRAD. Pocas rolas en la historia reciente producen tanto vértigo, pero eso es lo divertido de los temas como éste –nunca saber hacia dónde queda arriba. –Colin Joyce
44. Toxe and Mechatok – “Still Life”
Algo que definitivamente no se puede decir de Staycore es que se quedó quieto en el 2016. Al contrario, este colectivo nuevo y emocionante –fundado en el 2014 y que incluye a Dinamarca, Ghazal y mobilegirl, entre muchos otros– tomó por sorpresa a clubes como el Panorama Bar, en Berlín. Mientras que una cierta nostalgia por el rave británico ha sido una tendencia vívida del 2016, los DJ sets de este crew internacional ayudaron a definir cómo podía sonar una nube de música club contemporánea. A menudo conectando beats agresivos de hardcore, patrones de trance, ritmos caribeños y éxitos del pop en una mezcla desafiante y siempre cambiante, Toxe se probó como una maestra en este nuevo sonido. Y, entre los muchos temas de los que ha sido responsable Staycore, esta increíble colaboración entre Toxe y Mechatok apoyada por Kenzo puede ser su representante más ideal. Empezando de una forma amenazante, casi dramática, observa cómo sintes pesados y un beat aplastante unen fuerzas, dándole vida a todas las promesas de Staycore. –Thomas Vorreyer
43. Sporting Life – “Court Vision”
El productor de Harlem, Sporting Life (a.k.a. Eric Adiele), inició como el productor principal del grupo de rap de Nueva York, Ratking. Este año, el productor salió por su cuenta, firmando con R&S Records y editado su álbum debut, Slam Dunk. En “Court Vision”, el primer single del disco, hizo equipo con Evy Jane, de Vancouver, para brindarnos uno de los himnos downtempo más hermosos del año. La colaboración juega a favor de las fortalezas de los músicos –Evy Jane Mason tiene bastante espacio para respirar sobre el beat disperso de Adiele, el hi-hat escurridizo que galopa sobre su pads exuberantes, y el bombo tropezante. Es una gema del bajón que merece un porro borroso mañanero para terminar la noche. –Jesse Weiss
42. Move D – “I Gave My Love (Shan & Gerd Janson Edit)”
Es difícil hacer un buen edit de cualquier clásico del house, y mucho más de uno que fue lanzado en 1993 y todavía suena fresco. Pero Shan y Gerd Janson consiguieron la manera. Su mezcla breakbeat te engaña, haciéndote pensar que su versión pudo haber sido editada hace mucho tiempo, tal vez en la misma época que la original. Este tema es un buen ejemplo de cómo se puede respetar el material original mientras se lleva en una nueva dirección. –Philipp Kutter
41. Kyle Dixon and Michael Stein – “Stranger Things”
La idea de que la nostalgia colorea nuestras expectativas en formas vagas e inquietantes es el la columna vertebral de Stranger Things, la sensación sci-fi de Netflix; así que es apropiado que el show tuviera música que estuviera a la altura, cortesía de los maestros de los sintes de Austin, Kyle Dixon y Michael Stein. Como la mitad del cuarteto color sepia S U R V I V E, la pareja ha pasado gran parte de la década pasada explorando el terror sutil inherente en las líneas de sintes frágiles que musicalizaron los filmes de horror hechos atropelladamente en la era de Reagan.
El tema principal de Stranger Things, construido alrededor del mismo tipo de arpegios analógicos apretados fuertemente que llenan los discos de S U R V I V E más allá del show de TV, muestra en miniatura los muy laureados triunfos del soundtrack. Justo cuando el pánico de ese bombardeo de corcheas parece demasiado, la canción aterriza en un acorde final celestial, presentando algo esperanzador debajo de toda esa tensión. Como el propio show, es un reconocimiento a lo maravilloso que coexiste con lo temeroso de los recuerdos de la infancia. –Colin Joyce
40. Lotic – “Formation (Election Anxiety/America Is Over Edit)”
Mientras llovían los resultados en la noche de la elección presidencial y me limpiaba las lágrimas con incredulidad total, Lotic, a.k.a. J’Kerian Morgan, respondió a la desesperanza devastadora que se sintió alrededor del mundo con un rework palpitante de “Formation”, de Beyonce, titulado “Election Anxiety/America Is Over Edit”. Desde que comienza, los tambores estruendosos de banda marcial asoman la idea de una revuelta amenazante –una llamada a la acción para la resistencia colectiva contra la supremacía blanca. Con un líder corrupto a punto de asumir el poder, la versión de Lotic del himno empoderador de Bey se siente como un estímulo a “formarse”, atacar las líneas frontales y pelear contra los sistemas diseñados para destruir los cuerpos negros y marrones. Nos urge a “matar” fuera de la pista de baile, y armarnos con el amor y la fortaleza que necesitaremos para sobrellevar los días oscuros que están por venir. –Max Mohenu
39. Beatrice Dillon, “Curl”
Un sello llamado Alien Jams podría parecer un poco muy literal por haber editado una de las incursiones en el techno celestial de la experimentalista extraterrestre Beatrice Dillon. Pero la disquera de Londres –cuyo puñado de lanzamientos del último par de años rinde honor enormemente a ese título interestelar– fue capaz de conseguir algo un poco más terrestre de una productora que ha probado innumerables géneros de otro planeta en el transcurso de su carrera. Extraído de un lanzamiento conjunto con la compositora Karen Gwyer, “Curl” evoluciona gradualmente de una mugre primordial a un movimiento elástico de reloj; sus ciclos sutiles recuerdan a algo como la locomoción. O tal vez, dada la gravedad repetitiva de sus ritmos, es más como la visión torpe, incómoda y entrañable que tiene QWOP del movimiento antropoide. Se agobia al oyente con la sensación vergonzosa de ver a alguien tropezarse y caer de cara contra el piso –y hay pocas cosas más humanas que eso. –Colin Joyce
38. Porter Robinson and Madeon – “Shelter”
A través de sus repasos introvertidos y parpadeantes de los sonidos de las tarimas principales de los festivals, Porter Robinson ha encontrado un lugar personal único en la estela llena de sudor y glowsticks del EDM. “Shelter”, su colaboración con el productor y cantautor francés de la misma onda, Madeon, es uno de los tracks más grandes de Robinson en la historia reciente, el cual está construido alrededor del tambaleo de las voces cortadas y líneas de sintetizadores que parecen reflectores. Pero la fortaleza de Robinson yace en hacer que los momentos de grandeza se estremezcan con intimidad de luz de veladora, y en transformar la electrónica chirriante en rolas susurrantes para el bajón. Madeon da la talla como compañero en este esfuerzo particular, cantando dulcemente sobre encontrar consuelo en las conexiones interpersonales durante las pruebas de la vida. Es una canción sobre encontrar consuelo a pesar de los obstáculos, de la mano de dos productores que han basado sus carreras enteras en esa idea. –Colin Joyce
37. Mikael Seifu – “How to Save a Life (Vector Of Eternity)”
Etiopía es un buen hogar para la música electrónica; así lo dice Mikael Seifu, y ésta es la canción que le da la razón. En un país sin una cultura dominante de música electrónica, una mente como la de Seifu –llena de sonidos que van desde el folklore local hasta Burial, de Stockhausen al techno– puede operar tan libremente como lo desee. En “How To Save A Life”, el productor combina instrumentos tradicionales de Etiopía con electrónica, añadiéndole una nueva capa al régimen del 4/4. A la mitad de este track de seis minutos, después de un intro intrigante de pregunta y respuesta entre un sonido de flauta y una percusión, las cuerdas brotan una y otra vez en un crescendo. El groove se vuelve irresistible, y piensas, “esto se debe romper en un segundo; simplemente no puede seguir con este nivel de energía”. Pero sí sigue, y para el final, ya habrás puesto “How To Save A Life” en bucle. ¿Esta canción fue hecha para la eternidad? Bueno, definitivamente fue hecha para nuestros tiempos. –Thomas Vorreyer
36. The Black Madonna – “He Is the Voice I Hear”
A pesar de que The Black Madonna (cuyo nombre real es Marea Stamper) ha producido su propia música anteriormente, su prominencia reciente en la escena electrónica le ha brindado tanto la atención como los recursos para lograr una antigua visión. Este año estrenó su propio sello, We Still Believe, con un eufórico himno de diez minutos al disco titulado “He Is the Voice I Hear”. Desde el momento en el que los acordes exuberantes de piano y los stabs de violín irrumpen en el divertido beat disco, queda claro que Stamper quería que esta canción fuera un lanzamiento simbólico que se separara de los típicos hits de música dance del 2016. Con un enfoque en la instrumentación en vivo, colaboró en la canción con el violinista ganador del Grammy, Davide Rossi, y el pianista Christoforo La Barbera, mencionando en la nota de prensa acompañante que, “quería regresar a la vieja manera de hacer música dance y disco”.
El título de la canción viene de una cita de Frankie Knuckles donde rinde tributo a su amigo y mentor, Larry Levan. De forma similar, Stamper le dedica su canción a todas las voces que la inspiraron –incluyendo tanto a Knuckles como a Levan, así como a Arthur Russell, Walter Gibbons y Loleatta Holloway. Stamper tiene una tendencia a abarcar tanto el pasado como el futuro de la música dance: su sonido regresa al house y disco clásicos de la época de Paradise Garage, mientras su política progresista de pelear contra la inequidad y homenajear a las raíces queer de la música dance enfrenta algunos de los problemas más importantes de nuestros tiempos. Esto no queda tan claro en ningún otro lugar como en “He Is the Voice I Hear”. –Michelle Lhooq
35. Craig David – “16”
El retorno inesperadamente triunfal del cantante de garage, Craig David, fue uno de los pocos momentos de júbilo del 2016. El productor y vocalista del Reino Unido, quien llegó al estrellato hace 16 años con el éxito arrollador de su álbum debut, Born To Do It, regresó en el 2016 con un disco que fue directamente a la cima de las carteleras británicas. Uno de los singles del álbum, traviesamente titulado “16”, rinde tributo al paso del tiempo al mezclar su hit del 2000, “Fill Me In”, con el beat panorámico de “”Where Are Ü Now”, de Jack Ü y Justin Bieber.
Abre con un instrumental minimalista, para que David pueda desplegar toda la potencia de su dulce y acaramelada voz hasta alcanzar una línea que se vuelve cada vez más conmovedora a medida que pasa el tiempo: “Tan sólo estábamos haciendo cosas que hacen los jóvenes enamorados”. Es un recordatorio de que incluso en ese entonces ya era un maestro de la nostalgia, capturando el calor sutil de los momentos placenteros que apenas está fuera del alcance –hecho aún más emotivo por la recursividad de este remix. Está rememorando el rememorar; los recuerdos acogedores tienen 16 años más de distancia. –Anna Codrea-Rado
34. Zomby and Burial – “Sweetz”
Hizo falta otro hombre enmascarado para persuadir a Burial, a.k.a. William D. Bevan, de que volviera a la Tierra desde cualquiera que sea el reino celestial que ha estado habitando en sus últimos pocos lanzamientos. Su paisano nacido en el Reino unido, el misterioso Zomby, lo involucró en “Sweetz”, un track destacado de Ultra, su nuevo álbum, el cual está tan lleno de propulsión callejera como de cualquiera de los paseos nocturnos en coche que pueblan los trabajos más queridos de Bevan. Los llantos y crujidos espectrales que se han convertido en característicos de Burial son utilizados para armar el escenario de los recuerdos rave distópicos a los que Zomby se ha vuelto experto en conjugar. Es un regreso glorioso de los reinos fantasmales de los EPs recientes de Burial a la crudeza del mundo real –una mancha de ectoplasma en la pista de baile. –Colin Joyce
33. MC Pikachu – “Lá No Meu Barraco”
Este año los adolescentes brasileros produjeron océanos de baile funk salvaje. Algunos de los mejores vinieron del ícono efervescente MC Pikachu, un güey con una sonrisa kilométrica, una voz aguda y un talento para los coros pegajosos. “Lá No Meu Barraco” está compuesta nada más por una línea de flauta, un loop de batería y la voz cantarina de Pikachu con melodías que jamás se irán de tu mente. A primera escucha, la rola suena casi demasiado simple como para existir, pero desata una increíble energía cuando se pone en la pista de baile correcta y en el volumen correcto (a todo volumen). También hay un video increíble donde aparece MC Pikachu seduciendo a una chava que le dobla la estatura mientras él sacude el cuello de un pollo y ella lo mira desde un balcón. Delicioso. –Ezra Marcus.
32. Mija and Vindata, “Better”
“Better” es una asunto familiar de OWSLA, al juntar a dos de los actos en ascenso pertenecientes al sello de Skrillex en una rebanada veraniega de música para sentirse bien que funciona de manera excelente en escenarios al aire libre durante la temporada de festivales. Ambas partes son igualmente representadas en el track –los acordes tenues de Vindata, el toque de happy hardcore de Mija– pero la parte sónica más memorable es el sample de voces que da título a la canción (“solo sigue mejorando”) que es tan empalagosamente tranquilizante como una bote de helado luego de una mala ruptura. –Krystal Rodriguez
31. 808 State – “In Yer Face (Bicep Remix)”
En comparación con el año anterior, el 2016 ha sido un poco tranquilo para este dúo de Belfast. Bicep ha estado haciendo DJ sets por todo el mundo –obviamente– pero en lo que se refiere a música nueva, han mantenido todo en secreto, permaneciendo fuera del radar mientras aparentemente trabajan en algo grande para sacar en un futuro no muy lejano. Pero, que eso no te haga pensar que el 2016 fue una pérdida total; con esta hábil reutilización del cásico rave de 808 State, “In Yer Face”, produjeron uno de los tracks de house más grandes de este año para el momento cumbre de la fiesta. Como la mayoría de sus canciones distintivas, suena gigantesca y divertida, pero tras ella hay una cualidad más oscura y extraña, que va construyendo el carácter traqueteante del material original y da la impresión de que va mucho más allá del club. –Angus Harrison
30. Justin Cudmore – “Crystal (Servito’s 730 AM reshape)”
Mientras que su carrera de DJ continúa ganando perfil año tras año, la mayoría aún conoce a este héroe de Brooklyn vía Detroit, Mike Servito, como selector, no productor. Tal vez sea la falta de presión por producir hits para clubes en masa lo que lo ha llevado a la inimitable simplicidad tras el refix que hizo para su paisano brooklinita Justin Cudmore. La versión de Servito de la rola debut de Cudmore para Honey Soundsystem es un canción poderosa, espontánea y cargada de un sonido acid que rebosa de la misma soltura y elasticidad de sus celebrados DJ sets. Apúntanos en la lista. –David Garber
29. Kanye West – “Fade”
Piensa en “Fade” como una versión mucho más cachonda de la versión de Kanye de “Lost in the World”. Cuando llega esa primera línea, “tu amor se está desvaneciendo”, las orejas se te paran y los ojos se te hacen un poco más grande con la anticipación del espectáculo que está a punto de desarrollarse. Luego llega el beat –que samplea los clásicos del house “Mystery of Love”, de Fingers Inc., y “Deep Inside”, de Harddrive, así como el cover que hizo Rare Earth a “(I Know) I’m Losing You”, de The Temptations. Y casi enseguida, extraños sudorosos se están frotando entre sí en medio de lo que a los peregrinos probablemente les parecería una ceremonia de adoración pagana.
“Fade” estuvo en todos los lugares a donde fuiste este año –cada carrera memorables de Uber, cada fiesta que valió la pena, cada filtración de los audífonos de esos colegas que ponen la música tan alta que te preocupas por lo mal que la pasarán con la tinitus. “Fade” es uno de esos momentos Kanye que frecuentemente son pasados por alto, y ahora que se está enfriando, puede que la canción pierda un poco de su encanto de sangre caliente –así que haz lo que esté en tus manos para regalar o recibir un buen vino más en su nombre mientras puedas. –Trey Smith
28. Princess Nokia – “Tomboy”
Como lo explicó en su documental producido por FADER, la nativa del Bronx, Destiny Frasqueri –mejor conocida por su nombre escénico, Princess Nokia– luchó para encontrar su voz como rapera adolescente cuando las disqueras se peleaban entre ellas para firmarla. “Esperaban que escribiera un hit, y no pude”, explicó. Este año finalmente escribió el hit que todos buscaban: “Tomboy”, que salió en 1992, un mixtape lanzado por ella misma este año. La canción producida por Saint, abre con Frasqueri rapeando sobre tambores estilo militar y silbidos, hasta que explota orgullosa y abruptamente con la frase: “Con mis tetitas y mi panza gorda”. Puede que te haga reír al principio, pero pronto estarás cantando esta línea temeraria junto a ella. –Meilyn Huq
27. Legowelt – “Sampling Winter”
En un año en el que el la producción de Danny Wolfer fue relativamente tranquila para sus estándares, usó el más conocido de sus más de 30 apodos, Legowelt, para lanzar un álbum y dos EP. Uno de esos proyectos fue Sampling Winter, lanzado en la disquera británica Unknown To The Unknown. El track que le da título tiene la inconfundible aura de Legowelt –es cálida, un poco cruda, y proyecta una mezcolanza colorida que logra ser nostálgica y futurista al mismo tiempo.
¿Cómo lo hace? Quizás te sientas tentado a darle el crédito a su casi infinita colección de equipos de estudio vintage, pero ya ha jurado que ése no es el secreto del brillo tibio de rolas como esta. “Eventualmente lo verás como cualquier porquería plástica que está por ahí tirada en tu casa”, escribió en el libro R is for Roland. “Estoy enfocado plenamente en el sonido. No importa si viene de una computadora o un sinte vintage de los 70”. Honestamente, Danny, no nos importa cómo lo hagas –mientras que sigas sampleando el invierno, el verano y la primavera. –Juan Pablo López
26. Mall Grab – “Can’t”
“Can’t”, el track revelación de Mall Grab con samples de Alicia Keys, estuvo en YouTube por al menos un año antes de ser lanzada oficialmente en el sello del sur de Londres, Church. Atesorado en canales moderadamente populares de YouTube y acompañado con videos con muchas figuras bonitas y personajes psicodélicos, el track elevó el misticismo que antes solían tener los white labels. Incluso si Jordon Alexander (el productor detrás del pseudónimo) no fuera exactamente anónimo, ¿cómo hizo para emerger con tanta fuerza? La producción es astuta e inmediatamente gratificante al retorcer las voces de Keys sobre líneas narcóticas de piano eléctrico, un esfuerzo sorprendentemente texturizado y sutil para el género de tracks de house que samplea R&B. Finalmente, esta canción tan simple pero sensual está fuera de la web y dentro del mundo. –David Garber
25. Lapsley – “Operator (DJ Koze’s 12-inch Extended Disco Version)”
Año tras año (final de lista), el jefe de Pampa Records e iconoclasta alemán, DJ Koze, continúa sorprendiéndonos. En el 2015, nos picó la curiosidad con un excelente mix de DJ-Kicks llenos de edits encantadores y llenos de soul. Este año, se superó a sí mismo con un edit versión disco para la cantautora británica Lapsley que podría servir como soundtrack tanto como de una tonta fiesta de playa organizada por universitarios como para una pista de baile repleta. Desarrollándose en alrededor de 10 minutos, el remix de “Operator” hecho por Koze nos recibe con pads temperamentales adornados con campanas alegres y silbidos –se siente similar a sus DJ sets despreocupados y otros tracks llena-pistas presentes en su discografía, como el estimulante “XTC” del 2015. Sin embargo, su versión de Lapsley no está hecha para los que observan desde el fondo. En su lugar, Koze quiere lograr lo que otros grandes temas de dance: ayudarte a pasártela increíblemente bien con una tonta sonrisa estampada en la cara. No se necesitan operadores para esto –tienes nuestro número, Koze. Llama cuando quieras. –David Garber
24. Marie Davidson – “Naive To The Bone”
Cuando le preguntaron sobre su proceso de grabación más temprano este año, Marie Davidson, del dúo de minimal wave de Montreal, Essaie Pas, le dijo a THUMP que “se trata más de hacer música que tenga un impacto en la mente y el cuerpo. Me gusta pensar que puedo hacer cosas groovy que son intelectuales y sensuales al mismo tiempo”. Este sentimiento se refleja en “Naive To The Bone”, la pieza central del LP en solitario de la poetisa y productora, Adieux Au Dancefloor (“Goodbye to the Dancefloor”), lanzado en el subsello con inclinaciones techno de Minimal Wave, Cititrax. Sobre ritmos de baterías dispersos pero pesados y líneas de sinte gélidas, Davidson aborda las políticas del club tanto con humor irónico como con vulnerabilidad. “¿Te sientes superior detrás del disfraz de la indiferencia?”, pregunta de manera relajada en un punto, antes de soltar un agudo llamado a despertar: “Estamos en el 2016, despierta”. –Max Mertens
23. Moor Mother – “KBGK”
El dolor de los oprimidos es palpable en el trabajo de Moor Mother, pero en “KBGK” resuena con más fuerza. Bajos ensordecedores y distorsión industrial desgarran el track mientras Moor Mother lanza mordazmente las líneas, “Manos arriba / No disparen / Ése es su trabajo”. La canción se revela como un inquietante manual paso a paso de cómo oprimir sistemáticamente a la gente de color. Escalofriantes líneas disonantes de sinte se repiten de manera alarmante mientras ella ruge: “si no puedes lanzar una bomba en sus plantaciones, agárralos, ve por ellos”. El himno torturado podría servir como una advertencia sobre los días por venir. –Meilyn Huq
22. The Weeknd and Daft Punk – “I Feel It Coming”
Ha tardado un par de décadas, pero Thomas Bandalter y Guy-Manuel De Homem-Christo de Daft Punk finalmente han alcanzado su deseo implícito de tanto tiempo de ser productores de pop robo-perfectos con un par de producciones en la última colección de baladas de The Weeknd. Su primer trabajo en equipo, “Starboy”, fue una declaración de propósitos –una visión al pasado de la cartelera Billboard reflejada de forma quizás demasiado sorprendente en cromáticas retrofuturistas. Pero anidado al final del disco de 18 tracks, “I Feel It Coming” surge como una colaboración ligeramente más humana –un enfoque suavizado luego de toda la agitación de los discos de The Weeknd. La canción comienza como un recuerdo (Random Access?) de la música disco glamurosa que Daft Punk ha llegado a fetichizar a lo largo de su carrera, pero a medida que entra el resplandeciente sonido de su vocoder desde detrás de las nubes, el disco termina en una coral electro –un recordatorio de que los enfoques tecnológicos no son necesariamente fríos, y que, claro está, los robots eran humanos después de todo. –Colin Joyce
21. DJ Sotofett – “Current 82”
Cuando no estaba haciendo insinuaciones graciosas al estilo “Get in the Ring” a los más prominentes críticos de la música electrónica, DJ Sotofett estaba haciendo silenciosamente lo que hace todos los años: sacar a escondidas algunas de las rolas más transportadoras en el ecosistema dance –portales a otros reinos atrapados en cantidades limitadas de lanzamientos en vinilo. El lado A de un 12” compartido editado por Keys of Life está entre lo mejor de las bitácoras más discretas que ha sacado en los últimos años; un largo trayecto de 12 minutos en medio de la noche a través de los lados más viles de las Islas Baleáricas que late con la pulsación ominosa de un noche donde sabes que has estado afuera por más tiempo del que deberías. No se mueve mucho en el transcurso de sus 12 minutos, donde juga con pads ambientales de sintetizadores a medida que la línea estruendosa de bajo se fortalece, pero en las primeras horas de la mañana –cuando ya el sol está saliendo, pero aún no puedes irte a casa, esta rola bastará. Te encontrarás imaginando que estás en la playa, disfrutando de las entrecortadas aguas tempranas del Mediterráneo, soñando con días mejores, siempre. –Colin Joyce
20. Jubilee – “Wine Up (feat. Hoodcelebrityy)”
“Wine Up” es una rola un tanto extraña y flexible que te deja bailando incluso si la escuchas mientras estás transportándote –lo que ya me ha pasado, regularmente. Sin embargo, hay algo engañoso al respecto, algo más que está ocurriendo a escondidas. Jubilee ha dicho que quiere que esto sea un reflejo de una noche entera de fiesta –desde el camino al club hasta el after. Aunque mucho de “Wine Up” se centra en la parte del club –es el segmento de más intensa actividad durante la noche– hay algo en esas cuerdas cristalinas iniciales que conmueven y prometen: esa avalancha de mareos y náuseas que sientes en el taxi camino a casa. Probablemente no sea la mejor noche de tu vida, pero siempre está esa posibilidad. –Angus Harrison
19. Midland – “Final Credits”
Apoyándose en un sample de “Rockin’-Poppin Full Tilting”, tema de Lee Alfred de los 80, “Final Credits” encierra el estilo suelto del original en algo mucho más ceñido y tenso, convirtiéndolo en un excelente ritmo apretado. Comenzar a hablar de canciones que “te hacen levantar las manos” es un cliché, pero es imposible escoger otra canción que unió las audiencias de verano del 2016 de la forma en que ésta lo hizo. Midland ha estado produciendo música extraordinaria por algún tiempo, pero este disco fiestero tan contagioso e inteligente es exactamente la transición al mainstream que se merecía. –Angus Harrison
18. Willow – “A1 (Workshop 23)”
El montón de producciones que la productora de Manchester, Sophie Wilson, ha hecho como Willow en el último par de años ha hecho mucho por traer la ligereza a las esquinas más austeras y más minimal del house. Toda la colección de sonidos en el primer track sin título de su trabajo en solitario para Workshop, culmina con más diversión. La electrónica grazna como bocina de bicicletas, resuena como banjos desmantelados y generalmente escupe sobre el pulso solitario de su ominoso combo de línea de bajo y sample de voces. En el transcurso de cinco minutos y medios del track, arruga los planos preestablecidos para tracks de trip hop, lithe funk y house alegre para luego desdoblarlos y revelar algo parecido a un copo de nieve hecho de papel, agitado y complejo a pesar del proceso aparentemente simple que le dio origen. –Colin Joyce
17. DJ Haram – “Birds of Paradise”
A diferencia de muchas de las producciones estilísticamente relacionadas con el Jersey club, “Birds of Paradise”, de DJ Haram, no está construida alrededor de un tema principal o un hook. A pesar de que tiene una atmósfera consistente y se apega fuertemente a un grupo de sonidos o samples, el track se rehúsa a dedicarse por entero al cultivo y exploración de un solo momento musical. No hay ningún giro melódico distintivo ni un gesto rítmico que detenga el show; en lugar de eso, el track transmite un sentido íntimo de negociaciones continuas. En una entrevista con FADER, el productor dijo que es como cuando “estás llorando lágrimas de alegría vengativa” y “todo está borroso, pero de alguna manera los colores son más vibrantes”, y en esa sorprendente y proteica intensidad, encuentra un lugar profundo para desenvolverse. –Alexander Iadarola
16. ANOHNI – “Watch Me”
Anohni te hace sentir incómodo de la manera más cómoda. En Hopelessness, su primera incursión en un álbum completo de música electrónica –se sumerge en temas profundos que te succionan como arenas movedizas, pero los ritmos ascendentes te sacan enseguida del lodazal. El gancho de “Daddy” y las primeras líneas de “Watch Me”, están entre los momentos más siniestros del álbum –conjurando la imagen de una figura patriarcal vigilando a ANOHNI en sus momentos más vulnerables: “Mírame en mi habitación de hotel… Viéndome mientras veo pornografía”.
A medida que va detallando más invasiones a la privacidad, se hace claro que la canción es una burla de nuestra sociedad obsesionada con la vigilancia –un sentimiento más oscuro incluso de lo que muestra el exterior de la canción– pero luego su voz se dispara, y los pads difusos de sintes de Hudson Mohawke se refractan a un vasto espectro de colores. Es uno de los momentos paradójicamente brillantes del disco, lo que solo enfatiza el punto de la canción –cómo voluntariamente nos sometemos a fuerzas que buscan controlarnos. –Anna Codrea-Rado
15. Lorenzo Senni – “Rave Voyeur”
El título de “Rave Voyeur”, el primer single del primer lanzamiento en Warp de Lorenzo Senni, es un guiño a la delgada distancia con la que aprecia la música club –siempre está mirando desde afuera. Pero eso no significa que no entienda la música; aunque surgió del hardcore punk y escenas experimentales, su enfoque casi químico del “trance puntillista” –como describió a su lanzamiento en Ediciones Mego del 2012, Quantum Jelly– ha sido bienvenido por los círculos de música dance más cabezudos (ahora hasta tiene un proyecto con Powell llamado Hot Shotz). Cocinándose en los residuos empalagosos de la música rave, Senni vuelve a sus impulsos científicos con este frívolo desmontaje de uno de los subgéneros más eufóricos de la música dance. Él reorganiza todos esos arpegios glucosos y líneas de bajo luminosas en algo más complejos y amenazante –un recordatorio de que el brillo puede dejarte ciego, y el azúcar puede pudrir tus dientes a la larga. –Colin Joyce
14. Floorplan – “Tell You No Lie”
Floorplan, la mitad del legendario trabajo musical Robert Hood con inclinaciones al house, se especializa en el regocijo. La mayoría de las grandes rolas de dance se esfuerzan por hacerte sentir bien, pero Hood y su hija, Lyric –una nueva adición al dúo– logran hacerlo con menos engranajes que el resto. “Tell You No Lie”, canción que probablemente has escuchado más de un par de veces si fuiste a algún festival este verano, es un ejemplo perfecto. Es básicamente un loop de disco extendido dominado por voces –un himno clásico que de alguna manera logra ser poderoso e imponente a pesar de su complicada estructura. Si el trabajo de Hood refleja usualmente la gratificación explosiva que sientes cuando chocas los cinco, esta es como la sensación más sutil de un largo y tibio abrazo. Aférrate con fuerza, y no te sueltes. –David Garber
13. D∆WN – “Honest”
En el SXSW de este año, pasé 45 minutos tratando de tomar una foto que no estuviera borrosa de Dawn Richard para el Instagram de THUMP, usando un celular desechable de $40. Mi teléfono real se había dañado camino a Texas, pero el problema real fue que la cantante y productora nacida en Luisiana simplemente no se quedaba quieta. El lugar estaba medio vacío y tenía un olor a cerveza podrida, pero Dawn se presentó como si fuera la estrella de un costoso video musical de los 90, vestida de blanco de pies a cabeza y rodeada de un par de fuertes bailarines. Eso es algo que creo que siempre recordaré de Dawn: las gigantes y casi quijotescas proporciones de su visión, sea que esté uniendo tres álbumes consecutivos en una trilogía épica conceptual, o monitoreando la construcción del gran triángulo blanco –el símbolo que ha estado usando en lugar de su nombre– que usa como telón de fondo en sus shows.
Habiendo dicho eso, creo que mi declaración favorita de ella este año fue la más simple, con el sentimiento más simple de todos. “Honest”, una colaboración con el jefe de Fade to Mind, Kingdom, que apareció en su EP de cuatro tracks editado en mayo, Infrared, mostró que a pesar de sus ambiciones de llenar estadios, también era capaz de hacer mucho partiendo de muy poco. En el caso de “Honest”, eso se tradujo en unos sintes elegantes, un beat larguirucho y una confesión con la que casi todo el mundo puede sentirse identificado, al menos algunas veces: algunas personas son simplemente difíciles de superar. –Emilie Friedlander
12. The Rhythm Method – “Party Politics”
Si el single de Rhythm Method del 2015, “Local, Girl” es la sesión de pub que precede la verdadera noche de fiesta, y “Home Sweet Home” es el drama del Uber camino a casa, entonces “Party Politics”, de este año, es el sonido de estar súper destruido con tus mejores amigos en el tipo de fiesta casera que solo pasa una vez a la cuaresma. Ningún otro objeto cultural del 2016 me ha dado tanta felicidad como esta explosión de cuatro minutos de Squeeze por medio de un lanzamiento temprano de Trax, y solo por esa razón, debería ser atesorado por años –un brillante recordatorio de que siempre seremos capaces de encontrar algún tipo de risa en la oscuridad. –Josh Baines
11. Avalon Emerson – “2000 Species of Cacti”
Si existiera tal cosa como un tecno al aire libre, entonces Emerson habría dominado esa lista de final de año con “The Frontier” y “2000 Species of Cacti”, los dos tracks de Whities, su lanzamiento con temática de viaje por el desierto. La productora de Berlín vía San Francisco, llenó cada uno con un recordatorio soñador y latente de su crianza en Arizona, y aunque es muy difícil escoger a uno sobre el otro, “2000 Species of Cacti” gana por un cabello por el calor seco de su beat minimal y su melodía engañosamente fresca. Aunque cada disco de Avalon Emerson es diferente al anterior y al que le sigue, el triunfo de “2000 Species” es una apertura aireada –como si fuera el soundtrack de cada gran película de viajes por carretera que hayas disfrutado. –Thomas Vorreyer
10. Kaytranada – “Glowed Up (feat. Anderson .Paak)”
“Glowed Up”, del productor de Montreal, Kaytranada, en colaboración con el rapero y cantautor californiano del momento, Anderson .Paak, fue uno de los picos más altos en su álbum debut, 99.9%. Es una pieza tranquila de electro-funk que da la impresión de ser un signo de exclamación en una discografía prolífica. Entre los sintes efervescentes, los bajos estruendosos, y el alarde rasposo del artista multifacético, ninguna lista de reproducción para fiestas caseras del 2016 está completa sin esta rola. –Max Mertens
9. serpentwithfeet – “Four Ethers”
“Four Ethers” cuenta la historia de lo que es el amor exactamente: una travesía laboriosa, pero que (casi) siempre vale la pena, sin importar dónde termines. Más frecuentemente de lo que se piensa, tendrá un final desastroso, pero te quedarás, porque estar enamorado significa ayudar a poner a alguien en el camino de la felicidad en el que siempre quisiste que estuviera, desde el día en que se conocieron. La canción comienza con una marcha lenta de metales y tambores pesados, sobre los cuales serpentwithfeet le dice a su amor que él acepta todos sus defectos –ahora necesita que se ame a sí misma para poder aceptar su amor. “¿Cómo puedo tocar a alguien que ni siquiera se toca a sí misma?/ Es agotador para mí”, canta. Aunque abrirse por completo a alguien puede resultar una experiencia aterradora, es algo que todos necesitamos de vez en cuando. – Trey Smith
8. Pearson Sound – “XLB”
Un par de veces este año he estado en el club, ya sea tarde por la noche o temprano por la mañana, balanceándome entre el cansancio y el abandono –ese raro estado de ojos saltones donde ya no estás seguro de si necesitas irte a casa o quedarte por otras cinco horas. Hielo seco nublando mi visión, los hombros abriéndose paso, las suelas de mis tenis pegándose al suelo, cuando, de la nada, comienza esta canción, esta extraña canción de tentáculo de extraterrestre –como el gotear de algo químico al fondo de tu garganta. Este rolón extraño de Pearson Sound me ha estado siguiendo todo el año. “XLB” es una nueva marca en el campo experimental del techno británico/post-dubstep/nu-IDM o como quieras llamarlo. Es una criatura etérea y esquelética que en realidad hace muy poco –es el mismo descenso rodante de esos incesantes tonos metálicos–pero el mundo que construye es cavernoso. Cada vez que lo escucho, parece que succionaran el aire del cuarto cuando se disipan las gotas y la línea de bajo finalmente cae con toda su fuerza. En el año de la salida del LP debut de Pangaea y un montón de sets continuos de Ben UFO, el crew Hessle sigue moviendo las esquinas más extrañas de nuestra realidad. “XLB” es una extraña e inquietante máquina para extraños e inquietantes tiempos. –Angus Harrison
7. The xx – “On Hold”
The xx es una de las más grandes bandas que suenan pequeño, cautivando tanto al público de conciertos concurridos como a la juventud solitaria y enamorada con sus arreglos dispersos e íntimos que utilizan el espacio negativo como una forma de textura. Es una fórmula ganadora que muchos han intentado replicar desde entonces (y han fracasado) –así que, ¿por qué meterse con algo que ya es bueno? Pero “On Hold” hace exactamente eso, y con aplomo: el primer single del próximo álbum de la banda, I See You, el cual contiene un sample deliciosamente retorcido de “I Can’t Go For That”, de Hall and Oates, apunta hacia una nueva dirección osada para el trío, de pop rico que inyecta sangre caliente donde un residió esqueleto en algún momento. “On Hold” también es el matrimonio perfecto entre las sensibilidades delicadas de The xx y la música club global y borrosa sobre la cual el integrante de la banda, Jamie xx, ha construido su carrera en solitario; un combo de chocolate y mantequilla de cacahuate que es tan placentero al oído que tal vez tendrás que bailarlo. –Larry Fitzmaurice
6. Amnesia Scanner – “AS Crust”
El video animado que sacó Amnesia Scanner para “AS Crust”, probablemente la canción más demente y pegajosa de su EP de este año, AS, es difícil de ver. Una pierna humana abstracta y glitcheada patea lo que parece sr una aproximación mecánica de un perro; el canino se tropieza, da unos pasos tambaleándose y luego reaparece a la derecha del cuadro, sólo para recibir otra embestida desde el costado. Soporté ver el video solo un par de veces; me sentí mal por el perro, aun sabiendo que era un robot.
El dúo anónimo de Berlín no da entrevistas, así que probablemente nunca sabremos qué querían lograr con el video (además de, aparentemente, usar imágenes de un video sobre perros robot como materia prima). Pero sí sé cómo me hizo sentir la canción, con su drone amenazante de sintetizador, sus baterías titubeantes y su melodía principal circense: la agotadora mezcla de emociones que viene con la imposibilidad creciente de distinguir entre una simulación tecnológica y lo real. –Emilie Friedlander
5. Wench – “Sick”
Los lanzamientos derrite-cerebros tempranos de Arca en UNO NYC tenían ganchos, samples cortados de rap y R&B y lo que se sentía como una curiosidad despreocupada por el mundo. Arca representaba los freaks, pero su romanticismo brilló a través del ruido como un faro entre la niebla. Sus últimos dos lanzamientos fueron un poco más desamarrados, ahondando en abstracciones como si estuviera replegándose en sí mismo. Así que me sorprendí cuando escuché “Sick”, su colaboración con Shayne Oliver, de Hood By Air, bajo el nombre Wench. La pareja emplea la misma mezcla de lo pegajoso y lo nauseabundo que me enganchó al principio, arrancándole el velo de perfección estéril a la música pop como la entendemos normalmente para revelar algo asqueroso y adorable debajo de él. Si a veces no te sientes como “una perra sin onda”, no nos podemos relacionar. –Ezra Marcus
4. Karen Gwyer – “Prophase Metaphase Anaphase Telephase”
No muy a menudo se habla del techno en términos biológicos, pero tal es la metáfora detrás del single de Karen Gwyer, “Prophase Metaphase Anaphase Telephase”. Los científicos reconocerán cada una de esas palabras como los nombres de las fases de la mitosis –el proceso de división celular del que depende toda la vida en la Tierra. Después de estudiar un tiempo a “PMAT” bajo el microscopio, hay realmente algo que se siente más consciente en la arquitectura helicoidal de las líneas de sintes de Gwyer que en muchas de las que conjuran sus pares en el acid techno. Estas líneas se agitan incansablemente sobre los hi-hats, mutando, respirando, dividiendo y cambiando de una forma que imita la armonía delicada y la complejidad abrumadora del mundo natural. –Colin Joyce
3. Mr. Fingers – “Qwazars”
“Qwazars”, el esperado regreso de Larry Heard a su pseudónimo Mr. Fingers, muestra al productor veterano trabajando con una relación distinta a la temporalidad de la historia musical. Mientras que los productores jóvenes muchas veces buscan lo nuevo en su trabajo, el Outer Acid EP, de Mr. Fingers, encuentra al innovador del house regresando a una trayectoria musical de décadas de duración con una elegancia virtuosa. Que todavía pueda ser devoto –e increíblemente hábil– al refinar su práctica después de todos estos años, le da a las maquinaciones hipnóticas y precisas de “Qwazars” un entendimiento merecido en sus propias fibras. –Alexander Iadarola
2. Flume – “Never Be Like You (feat. Kai)”
La primera vez que realmente escuché “Never Be Like You” fue durante el Movement Festival en Detroit, apretujada entre un montón de empleados de THUMP en un Uber, camino a un after de Discwoman en un bar. Quiero decir, realmente la escuché: la canción ya tenía meses de haber salido, pero por alguna razón no conecté con ella hasta que nos atacó a todo volumen por todos los flancos, con una ciudad vasta y mayormente desconocida pasando por las ventanas.
Aquí tenemos a uno de los más grandes himnos pop de sonido costoso que nuestro rinconcito del universo musical ha escupido desde que Diplo se empezó a juntar con Justin Bieber. Está relleno de principio a fin con el equivalente musical del “postre”. La forma en la que las campanas brillantes del principio suenan como a Navidad; el rebote estilo trampolín del bajo durante el verso, y la tensión teatral del puente; la forma en la que la cantante Kai llega a las notas altas con tan solo un poquito de aire. Pero las partes de la canción que más amé, los pedazos que la elevaron de ser una buena canción a probablemente una canción grandiosa, fueron los que en realidad no parecían encajar: la forma en la que el beat parece tartamudear por un momento al final de cada verso, como si tropezara con la arquitectura cristalina de la canción; las vocecitas torcidas como de ardillas, las cuales no tienen ningún propósito estructural real más que sonar raros.
“Never Be Like You” se sintió como la respuesta del EDM al nuevo futuro del pop que FKA Twigs prometió al principio con su delirantemente excéntrico segundo EP, producido por Arca: una música pop donde los elementos característicos más placenteros de ese género y un espíritu de disrupción punk podrían coexistir pacíficamente. Flume no fue el primer músico en demostrar que la música melódica buena también puede ser experimental, y en ser atractivo tanto para los llamados críticos “poptimistas” como para los críticos con mentalidad underground. Pero es probable que haya sido el primero en mostrarle al mundo –de la forma más esperanzadora posible– que música así de experimental puede tener 250 millones de reproducciones en Spotify. –Emilie Friedlander
1. Traumprinz – “2 The Sky (Metatron’s What If There’s No End And No Beginning Mix)”
Usualmente, los llamados “productores anónimos” no son realmente tan anónimos. Tal vez el productor en cuestión hará la de Burial y filtrará una selfie sorpresa en algún lugar; o una búsqueda rápida en Discogs arrojará un nombre legal. Traumprinz es un productor inusual que se ha mantenido fuera del sistema, aunque sí sabemos que también edita música con los seudónimos Prince of Denmark y Metatron, que viene de Hannover, Alemania, y que está asociado con el sello y colectivo con base en Weimer, Gieling, conocido por su interpretación melódica y minimalista del house de Chicago. En una rara entrevista con Resident Advisor, el productor resumió la diferencia entre el proyecto Traumprinz y el Prince of Denmark muy claramente: “Uno es un niño y el otro es un hombre”.
“2 The Sky” es un misterio envuelto en un enigma, empacado como un remix de una canción de Traumprinz hecho por un alter ego de Traumprinz. Tal vez la versión original de “2 The Sky” todavía está escondida en algún lugar dentro de las bóvedas digitales del productor alemán, pero en realidad no podemos imaginar una versión de la canción que supere a esta. Los ingredientes son tan escasos que es difícil creer que formen una canción: un breakbeat saltarín, subrayado por sonidos de bongo aquí y allá; una escala descendiente de tres notas en sintetizador que rueda como olas chocando contra la costa, un sample de una voz femenina sacado de lo que parece ser un disco de soul perdido, desvaneciéndose lenta pero insistentemente al oído: “Hacia el cielo. De vuelta al cielo”.
Algunas notas de piano impresionistas y exclamaciones que salen de la nada –”All right!”– alrededor del minuto cinco hacen una suerte de clímax, pero la canción realmente no necesita uno. Se despliega como un pico de diez minutos, la clase de pedacito de cielo que los fiesteros anhelan al final de una noche larga y agotadora –o, en el caso de muchos de quienes están leyendo esto, al final de un año largo y agotador. Ponla la próxima vez que sientas que necesitas un poquito de esperanza; o, si se te acabó la esperanza, puedes dejar que se esperance por ti. –Emelie Friedlander
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