La percepción general de los usuarios de drogas fuertes es que son personas de grupos sociales vulnerables, como criminales o drogadictos. En Escandinavia, otra percepción es que los consumidores de anfetamina incluyen a estudiantes y a personas que les gusta pasar sus fines de semana de antro. Pero un nuevo estudio de la Universidad de Oslo muestra que los obreros, carpinteros, albañiles y pescadores también son consumidores regulares de drogas; siempre con el fin de aguantar las extensas horas de trabajo. Los usuarios de anfetaminas entrevistados para el estudio explicaron que la droga ayuda a aliviar la tensión y el fastidio ocasionados por sus tediosos trabajos. Parece tratarse de algo tipo “trabaja duro, juega duro”, explicó Sveinung Sandberg, quien fue coautor del artículo junto con Willy Pedersen.
“A diferencia de otras drogas ilícitas que se oponen a los valores dominantes, las anfetaminas son culturalmente un poco diferentes. Éstas confirman, en lugar de desafiar, los valores fundamentales de la sociedad”, dijo Sandberg a VICE.
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Como explicó otro usuario regular de anfetaminas que trabaja como pintor: “Amo trabajar. Usar anfetaminas sirve para incrementar el rendimiento y para mantener la velocidad. Realmente trabajo de forma muy pinche eficiente”.
Los trabajadores también explicaron que las anfetaminas podrían combinarse con el trabajo y la vida familiar con casi ningún riesgo de detección. Esto se debe a que los síntomas son prácticamente inexistentes cuando se consumen en pequeñas cantidades.