No sé si alguna vez has tenido un sueño. Algo en lo que pones todo el alma para hacerlo realidad. ¿Que sangras, sudas y lloras por ello? Nosotros tambien tuvimos un sueño. Y nuestro sueño se ha ido a la mierda. Luchador Records, una tienda situada en el centro de Barcelona que ofrecía discos de vinilo de sellos pequeños –y no tan pequeños- a los ciudadanos más intrépidos, ya no existe.
Pero durante dos años –de mayo de 2011 a mayo de 2013- ese local fue nuestra casa.
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Cuando empezamos no teníamos ni puta idea de qué nombre ponerle a la tienda. Le dimos muchas vueltas al asunto del nombre y salieron ideas como “Buen Vino Records”, “El Botellón Records” o “Discos Cubata”. ¿Veis un hilo común?
Como se iba acercando el Primavera Sound y queríamos repartir flyers de la tienda para “hacer una buena promo” necesitábamos un nombre de inmediato. No sé exactamente cómo, pero “Luchador Records” apareció de la nada y nos gustó. No queríamos hacer referencia a los luchadores mexicanos enmascarados ni tampoco teníamos la intención de difundir un mensaje libertario. Simplemente nos gustaba la idea de unos hombres temblorosos con vidas de mierda que luchaban por encontrar buenos discos entre las cubetas, algo así como la pequeña lucha del perdedor. En fin, no se si tenía mucho sentido pero esa era nuestra idea.
Ya teníamos el nombre, ahora solamente faltaba forrarnos.
En fin, las cosas se torcieron. El negocio no funcionó muy bien y a los dos años tuvimos que cerrar. Decidir esto fue una gran mierda pero como dicen los hippies, hay que mirar el lado positivo.
Venga, dadnos la mano y vayamos a hacer un pequeño viaje por el maravilloso mundo de Luchador Records. Voy a enseñaros unas fotos y os contaré cosillas sobre nuestro querido y difunto negocio:
Foto de Ivan Montero
Eiiii, estos somos nosotros. Esteban a la derecha y un servidor a la izquierda. Creo que es la única foto en la que salimos mínimamente bien. Esas tazas eran de Manos de Topo y solamente vendimos una en toda nuestra carrera empresarial. [Yo robé una. Ed.] Veo que aquí las plantas aún vivían, maldita sea, creo que las regamos como 6 veces en 2 años.
Foto de Ivan Montero
Esto es el letrero luminoso que nos hicieron unos amigos. El famosísimo letrero luminoso de Luchador Records. A los guiris les encantaba y le hacían fotos. La tipografía es una Clarendon. Otra confesión: NUNCA llegamos a hacer un logo oficial o una tipografía oficial de Luchador Records. A veces utilizábamos esta Clarendon y otras veces la Old English Text. Joder, son decisiones complicadas que llevan tiempo.
Justo al abrir la tienda tuvimos la enorme suerte de poder ofrecer un concierto de Dirty Beaches. A nosotros nos encantaba y durante el 2011 todas las tías estaban locas por este tipo. Como nos encantaba tener tías en la tienda no dudamos ni un segundo en prestarle nuestra trastienda para que se tocara unos temillas. Casualmente durante los primeros meses de Luchador dimos los conciertos más potentes: tocó también Spectre Folk (el sideproject de un tipo del grupo Magik Markers que edita discos en Woodsist y en el sello de Thurston Moore) y Los Chicos de Nazca, que forman parte de toda esa escena chilena que engloba bandas como The Holydrug Couple o Föllakzoid, que lo están petando bastante ahora mismo.
Bueno, la verdad es que los mejores conciertos siempre fueron los de grupos locales, cuando se desataba el infierno en la trastienda de Luchador. A la mierda las bandas de fuera, larga vida al equipo local.
Foto de Marta Pons
Esta foto es de la primera edición del Record Store Day. La mujer que aparece en primer plano es una vecina del barrio, una mujer muy simpática y muy elegante. Como es escritora aprovechó el open mic para improvisarse un recital, una oda a la juventud y al movimiento (¿?). Le echaremos de menos. Los tipos de detrás son de Mates Mates.
Maldita sea, esto también es del Record Store Day del 2012. La verdad es que los dos Record Store Day que hicimos fueron cojonudos, no por las bandas, si no porque hicimos un montón de pasta. Estos son los Jacuzzi Boys tocando en la trastienda, por lo que parece la gente lo está vibrando bastante. Años antes –cuando estaba fanatizado con su 7” de Island Avenue- no me hubiera creído de ningún modo que estos tipos terminarían tocando en Luchador, de hecho ni me hubiera creído que estaría regentando una tienda de discos. En eso consistía la magia de Luchador, era una fuente constante de maravillosas sorpresas.
Foto de Lucho Pavillard
Este es Esteban mirando unas buenas tetas rellenas de silicona.
Foto de Marta Pons
Mujeres tocando en la tienda. Joder, esto me hace especial ilusión. Ahora que lo veo, teníamos un montón de mierda encima de esa expedit blanca.
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Aquí empiezan las fotos del pantano de la tristeza:
Foto de Aitor Saavedra
El sueño roto, los hombres tristes, el stock sobrante.
Foto de Aitor Saavedra
Esto es la sala donde hacíamos los conciertos. Se puede ver la tarima al fondo. Una de las cosas de las que estamos más orgullosos Esteban y yo es el parquet falso que pusimos con nuestras jodidas manos. Al hacerlo nos sentimos extremadamente masculinos. La verdad es que si no pones un parquet no eres nadie.
La camiseta esa que pone “4ever Luchador Rex” la llevaban los Aliment en su concierto del Record Store Day 2013, que realmente se llamaba “Día de Las Tiendas de Música” porque Discos Revolver tenían el contrato oficial del RSD y no quisieron que utilizásemos el mismo nombre. Un mundo triste.
Este es uno de los secretos mejor guardado de Luchador Records. Nuestra última confesión: este espacio que veis aquí es la tercera sala de Luchador Records. Aquí el artista que estaba antes en el local guardaba sus obras de arte a cambio de un módico precio. Cuando abandonamos el local el tipo tuvo que sacarlo todo y descubrimos que el espacio era gigante. Habría sido un buen lugar para hacer conciertos y otro tipo de actividades, pero como a nadie le importan los discos no lo podremos averiguar nunca.
Llegados a este punto solamente queremos agradecer a todos los sellos independientes y grupos de Barcelona el hecho de que existan y, por lo tanto, que hayan hecho posible que estos 2 años de nuestras vidas hayan sido un pequeño paraíso en el eterno y triste devenir de la existencia.