- Este artículo forma parte de nuestro Proyecto Coca II – Misión Rural. Para ver todos los contenidos haga clic acá.
- Encuentre aquí la primera entrega de este reportaje.
Día 2: 8 de octubre de 2017
Con música y algunos tragos los asistentes despidieron al muerto durante el funeral. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
Comercio en La Playa. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
Que retumben el cuerno la lumbre
hasta que derrumbe al que me mató.
En la vida hice cosas dañinas,
también cosas finas, todo me toco.
* * *
Lo que resta de le violencia: una prenda cerca del lugar de la masacre. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
El capitán Carpio, un interlocutor en el camino. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
* * *
Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
* * *
Prefirió no dar su nombre, ni mostrar su cara por miedo a represalias. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
Lea la primera parte de este reportaje:
Por una de las tablas de la cocina entró una bala que cruzó toda la casa. Se puede ver todo el trayecto del proyectil, cómo chocó con varias esquinas de madera hasta perder impulso y caer en una cama.Después de su testimonio de ese día, José empezó a hablar de su labor. Me cuenta que de su hectárea de coca, dependiendo de la suerte de la cosecha, puede sacar cuatro kilos de pasta base. Se la compran por cerca de $ 1'500.000 el kilo. Es decir que aproximadamente obtiene $ 6'000.000 cada tres meses, pero aclaró que le queda la mitad por cuenta de los gastos que se van en químicos y mercado.
Hojas de coca se pudren frente a la casa de José. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
* * *
Una parte de la comitiva aguarda, poco antes de las explosiones. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
* * *
Cultivos de coca cubren vastas áreas de la región. Foto: Mateo Rueda | ¡PACIFISTA!
Lea también:
"Desde mi punto de vista, el tema de la coca lo tenemos que atender como un tema de salud pública", me dijo finalmente. "Y no sólo de los colombianos, sino del planeta tierra. Le he dicho al presidente muchas veces que la mata no es más que una mata y sola no tiene ningún efecto, no hace ningún daño. Lo que sí causa daño es el manejo que los seres humanos le damos. La guerra no es contra la mata, el tratamiento debe ser con el hombre, con el individuo que la produce".Esa noche, cuando ya estuvimos de vuelta en Tumaco, Mateo y yo caminábamos por las calles vacías. Decidimos echarnos un 'bareto', para distendernos de la jornada. Nos sorprendieron varios policías atraídos por el olor. Alcanzamos a tirarlo, a borrar la evidencia, aunque el tufo nos delató. En menos de tres minutos los policías intentaron darnos una clase magistral de lo que, para ellos, no era una actitud decente en dos sujetos que decían ser periodistas.No pude más que pensar que quizá en unos años, mirando hacia atrás, tal vez hacia Tumaco y el lodazal de sangre que permitimos, nos demos cuenta de que el problema con las drogas ilícitas no era más que un dilema de orden moral. Y así, finalmente, podamos hacer un balance verdadero de todo lo que dejó esta guerra y, más aún, de todo lo que se llevó.
* Nombre cambiado por petición de la fuente.
Lea también: