Esta terapia de respiración me dio la mejor traba de mi vida
Fotos af Amanda Hjernø

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Drogas

Esta terapia de respiración me dio la mejor traba de mi vida

Respirar profundamente a ritmo de techno puede tener el mismo efecto que pegarse un viaje con drogas alucinógenas.

Este artículo fue publicado originalmente en VICE Dinamarca

Diez de nosotros estamos acá, todos sentados en nuestro propio colchón en una sala de eventos en Aarhus, Dinamarca. El piso está lleno de tambores, cascabeles y panderetas, y nos dan una venda para los ojos y un balde para enfermos. Cinco asistentes están dispuestos a apoyarnos en el viaje que estamos a punto de hacer, hiperventilando nuestro camino hacia lo que supuestamente va a ser lo mejor de nuestras vidas.

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Nuestro instructor, el psicoterapeuta Bjarne Roursgaard, también está en el piso, frente a nosotros y haciendo los últimos cambios a una lista de reproducción techno cuidadosamente seleccionada para la ocasión. Una vez hecho esto, nos lleva a través de algunas pautas básicas. "Solo déjate ir por completo", nos dice. "No te preocupes por lo que puedan pensar los demás aquí: hemos visto todas las reacciones posibles". Continúa, enumerando la amplia gama de emociones que los participantes han tenido. "Ira, pena, alegría. Incluso excitación sexual". Él nos dice que cualquiera que sean los sentimientos que surjan durante la sesión, deberíamos estar bien con eso. "Exprésalas, para que puedas liberarte de cualquier trauma y sentimiento reprimido dentro de tu cuerpo".

La terapia de respiración se vende como un viaje similar al que tendrías con las drogas alucinógenas, solo que sus discípulos creen que ofrece un efecto mucho más poderoso y que no te joderá la mente como lo hacen las drogas. Es un proceso relativamente simple: simplemente hiperventilas hasta el punto en que la sangre en tu cerebro comienza a sobresaturarse con oxígeno, antes de estar tan mareado que parece que te estás desviando a otra dimensión.

Foto: Amanda Hjernø | VICE Dinamarca

El psiquiatra checo Stanislav Grof, de ochenta y seis años, es uno de los primeros pioneros de la terapia psicodélica, que utiliza alucinógenos para ayudar a tratar una serie de problemas psicológicos. En su investigación, Grof afirma que el uso de LSD puede ser una forma efectiva de tratar la ansiedad y la depresión en pacientes terminales. Sin embargo, después de que muchos países comenzaron a criminalizar el ácido en la década de los sesenta, él y su esposa Christina comenzaron a trabajar con una herramienta menos controvertida: la respiración. La pareja descubrió que la terapia de respiración tiene el potencial de expandir la conciencia de la misma manera que el LSD, podría ayudar a los pacientes a superar, o al menos aceptar, todo tipo de traumas personales.

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En la sala de Aarhus, Roursgaard nos lleva a través de algunos ejercicios más. Él nos dice que estudió ingeniería química, pero se educó como psicoterapeuta, y actualmente está trabajando con un "chamán peruano" para perfeccionar su experiencia de lo que él llama la "Terapia de Respiración Chamanista".

La terapia particular de Roursgaard está inspirada en el concepto de Respiración Holotrópica de Grof, una técnica que puede implicar hasta tres horas de respiración rápida, profunda y pesada. En nuestra sesión, hacemos todo eso en sincronía con la lista de reproducción de techno que él hizo. Como parte de sus sesiones de fin de semana más extensas, el psicoterapeuta también ofrece a los participantes ayahuasca, pero afirma que no es necesario. "He visto personas profundizar más con la terapia de la respiración que con la ayahuasca", me dice.


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Comienzo la sesión acostándome sobre mi espalda y poniéndome la venda. El bajo que emana de los dos parlantes en el piso me recorre el cuerpo, mientras los asistentes de Roursgaard caminan por la sala golpeando tambores y sacudiendo los cascabeles. A medida que la música se vuelve más fuerte, trato de concentrarme en exhalar profundamente desde mi diafragma al ritmo de la música, mientras descanso mis brazos al lado de mi cuerpo.

El segundo en que mi respiración comienza a disminuir y cae después del beat, aparece un ayudante y me indica que vuelva a sincronizarme. Después de unos diez minutos, comienzo a sentirme mareado, pero aún relativamente normal, muy consciente y en control de mis propias emociones.

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Poco después, el resto de mi cuerpo comienza a sentir los efectos de la sesión. Al principio, noto pequeños espasmos en mi pecho. Intento dirigir mi respiración hacia ellos y, casi tan pronto como lo hago, me invade la ira y empiezo a gritar. Incontrolablemente, mis pensamientos se devuelven seis meses atrás, cuando mi novia con la que llevaba trece años y yo terminamos. Esta repentina oleada de ira parece estar vinculada a esa ruptura, aunque nunca antes lo había sentido. Es una experiencia completamente nueva e increíble, así que decido dejarme llevar por completo: ceder ante cualquier emoción que aparece dentro de mí.

Mis gritos pasan casi que completamente desapercibidos por todos los ruidos que vienen de los demás en el cuarto. Paro un segundo mientras mantengo mi respiración. Siento que mis dedos se contraen, una sensación que estaba esperando, ya que el oxígeno en mi cuerpo solo está interesado en llegar a mi cerebro.

Entonces noto una especie de temblor justo encima de mi corazón. Me concentro en hiperventilar de nuevo, pero por mucho que inhale y exhale, nada parece estar sucediendo. Segundos después, uno de los ayudantes llega a mí otra vez, se inclina suavemente y coloca dos dedos sobre mi pecho, justo entre mis costillas. Casi de inmediato libero un rugido masivo desde lo más profundo de mí, mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas. Se siente bien, aunque realmente no sé de dónde viene todo ni por qué.

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Hay algunas investigaciones que apoyan la idea de la terapia de la respiración, como un estudio de un investigador de la Universidad de Stanford que descubrió que los síntomas de TEPT [Trastorno por estrés postraumático] en un grupo de veteranos de guerra se redujeron drásticamente después de una serie de sesiones de terapia de respiración. Otro estudio de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (una organización sin ánimo de lucro que trabaja para comprender y hacer consciencia sobre las sustancias psicodélicas) revisó las respuestas de 482 voluntarios que habían realizado la terapia de respiración y descubrió que el ochenta y dos por ciento de los participantes tenían algo llamado "sentimientos transpersonales", experiencias fuera del cuerpo que parecían trascender los límites de lo qué significa ser un individuo. Dieciséis por ciento de los participantes describieron sentir algunos efectos, mientras que el dos por ciento restante no experimentó nada en absoluto.


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Volviendo a lo de mi colchón en Aarhus, definitivamente estoy experimentando algo. Lloro por quince minutos seguidos, luego empiezo a reír. Por primera vez desde que comenzó la sesión, me pregunto si estoy perdiendo la cabeza.

Una vez más, sin embargo, decido aceptar por completo las emociones que emergen caóticamente de mi cuerpo y entregarme completamente a ellas con risa, lo que me hace sentir tan bien como nunca antes me he sentido.

Cuando finalizamos la sesión de cincuenta minutos, nos indican que usemos los siguientes veinte minutos para relajarnos y regresar lentamente a nuestra respiración normal. Durante todo el viaje, fui consciente del hecho de que podía volver a mi estado normal simplemente quitándome la venda de los ojos.

No puedo decir con certeza qué me pasó exactamente en esta sesión de Respiración Holotrópica, pero me siento más ligero tanto en el cuerpo como en la mente. También experimenté emociones que no sabía que tenía, o sabía cómo ponerme en contacto, simplemente llevando mis pulmones con un ritmo de techno.

ATENCIÓN: La terapia de respiración no ha sido declarada médicamente segura. Esta sesión se llevó a cabo con cinco ayudantes que supervisaron a los participantes.

Este artículo apareció originalmente en VICE Dinamarca.