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Un candidato presidencial de Filipinas no quiere disculparse por su 'broma' sobre una violación

Durante un acto de campaña, Rodrigo Duterte — favorito para ganar las elecciones presidenciales según las encuestas — dijo que estaba furioso porque unos presos que violaron y asesinaron brutalmente a una misionera en 1989 llegaron a ella antes que él.
El alcalde de la ciudad filipina de Davao, Rodrigo Duterte, gesticula durante el evento ‘MAD for Change’ en Taguig, al sur de Manila, el 29 Noviembre 2015. (Imagen por Mark R. Cristino)
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El principal candidato presidencial de Filipinas se ha metido en un buen lío después de haber hecho una broma sobre una misionera australiana que fue violada y asesinada durante una revuelta en la cárcel en la que trabajaba.

Los comentarios que Rodrigo Duterte hizo sobre Jacqueline Hamill ocurrieron durante un acto de campaña en Quezón, cerca de Manila, y divirtieron a los presentes.

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Hamill, de 36 años, fue una de los cinco misioneros secuestrados y asesinados por una banda de reclusos en 1989 durante un motín en la cárcel del centro de la ciudad de Davao, donde Duterte era alcalde en ese momento. Cuando las fuerzas de seguridad lograron reprimir el motín, mataron a los 15 sublevados e incluso puede que hubieran disparado accidentalmente a Hamill.

Duterte, de 71 años, dijo a su audiencia que él estaba allí cuando el cuerpo de Hamill fue sacado de la cárcel. "Me fijé en su cara, y pensé: 'Puta madre — que pena'". "La violaron todos".

"Yo estaba furioso porque ella había sido violada, pero ella era tan hermosa", añadió Duterte. "Pensé, el alcalde debería haber sido el primero".

Las palabras de Duterte han provocado una punzante condena en la opinión pública a solo tres semanas de las elecciones, y muchos de sus críticos argumentan que no es "apto para ser presidente".

El actual vicepresidente Jejomar Binay, quien también es candidato, calificó a la declaración de Duterte de "simplemente repugnante", y describió al exalcalde de Davao como "un loco que no respeta a las mujeres y no merece ser presidente".

Metanfetaminas y cárteles en Filipinas: la trampa del shabu (Trailer). Miralo aquí.

Estas elecciones llegan en un momento especialmente delicado para el país insular. Filipinas se encuentra en una creciente disputa con China por el territorio del Mar del Sur de China. Y mientras tanto, muchos expertos están preocupados por el aumento del fanatismo religioso en el país, el cual podría provocar que Filipinas se torne un foco regional para extremistas de todo Asia que apoyan a Estado Islámico.

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Duterte ha centrado su campaña en la violencia, la principal preocupación de los residentes del archipiélago según las encuestas. En sus promesas de campaña afirmó que erradicará el crimen disparando a los delincuentes, ahogándolos en la bahía de Manila o colgándolos con hilo de pescar. Su postura de tolerancia cero contra el crimen le valió el apodo de "El castigador" durante su etapa de alcalde de Davao, y a menudo se jacta de haber convertido la capital de los asesinatos del país en la que ahora promociona como la ciudad más tranquila en el sureste de Asia.

Duterte ha recibido críticas frecuentes de grupos de derechos humanos a raíz de ejecuciones extrajudiciales a presuntos delincuentes realizadas por escuadrones de la muerte durante su mandato como alcalde.

A pesar de la indignación generalizada tras haber pronunciado su frase sobre la violación de Hamill, Duterte se ha negado a disculparse por sus comentarios. "Así es como hablan los hombres", expresó Duterte en un vídeo que publicó él mismo en Youtube.

Asimismo, añadió que él simplemente estaba recordando el incidente de la toma de la cárcel y no se lo tomaba a la ligera.

"No fue una broma. Lo dije de forma narrativa", añadió. "Yo estaba muy enojado cuando hablé. Dije: 'Hijos de puta, ella era tan hermosa como una estrella de cine estadounidense. Llegaron a ella antes que yo. Así que, a matarlos a todos…".

Phil Robertson, subdirector de Human Rights Watch opinó que los comentarios de Duterte "fueron un repugnante respaldo a la violencia sexual".

Duterte es conocido por sus asiduos discursos vulgares y belicosos. Ese es, en buena medida, parte de su atractivo electoral.

En una entrevista con un medio de comunicación local, el senador Aquilino "Koko" Pimentel III atribuyó la buena posición de Duterte en las encuestas como consecuencia de la situación "aparentemente caótica o desordenada" del país y por el aumento en la delincuencia. Pimentel afirmó que los partidarios de Duterte respaldan su agresivas formas, y describió al exalcalde como un "temerario y de duras palabras".

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