Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.
En general la educación sexual en las escuelas no es objetivamente buena. La mayoría de las veces, ésta inicia con tu profesor de Química completamente ruborizado tratando de decir la palabra “pene” sin que toda la clase enloquezca, y la situación no mejora con el tiempo. Esto puede ser divertido a los 12 años, pero cuando creces sin consejos realmente útiles sobre sexo, las cosas saldrán irremediablemente mal en algún punto.
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La nueva temporada de Sex Education fue lanzada el viernes 17 de enero en Netflix, y pensamos que esto nos brindaba una buena oportunidad para preguntarle a la gente sobre las veces que desearon haber tenido una educación sexual realmente útil.
‘Tuve que ir al médico para que me diera una crema especial que me quitara el dolor’
“Hubiera sido bueno saber más acerca de qué productos funcionan bien durante el sexo, o saber qué sustitutos, como el aceite de coco, se puede usar en lugar del lubricante. Lo digo porque, una vez, estaba teniendo sexo con un chico y estaba muy seca, así que él metió la mano en su cajón para sacar lo que creí que era un lubricante. Unos segundos después de que me lo puso, pude sentir mi vagina arder. Honestamente, se sentía tan caliente que parecía que alguien estaba apuntando una secadora de pelo hacia mi entrepierna. Resultó ser que me había puesto una crema hidratante Sanctuary Spa. Él me dijo: “Realiza la misma función y huele bien”. Tuve que correr y lavar mi vagina. Al día siguiente fui al médico para que me diera una crema especial que me quitara el dolor: todo el alcohol en la fragancia alteró mis niveles de PH. Alguien debe enseñarles a los hombres acerca de esto, por favor”.
– Florence, 25 años
‘Supuse que eso del “juego previo” significaba vestirme de bombero’
“Fui a una escuela católica, por lo que nuestra educación sexual fue prácticamente inexistente. Todo lo que vimos al respecto fue cuando un ex sacerdote nos mostró los diagramas de unos espermatozoides nadando hacia los ovarios. Creo que también nos habló de la masturbación, pero en realidad no nos explicó qué era. De cualquier modo, parecía desaprobar por completo tal práctica.
Sin ninguna guía útil, cuando comencé a tener relaciones sexuales, simplemente asumí que era bueno en ello; pero en una ocasión que estaba besando a una chica e iba a penetrarla, ella me preguntó:
‘¿No habrá ningún juego previo?’. Yo ni siquiera sabía lo que eso significaba: solo lo había escuchado en los programas de televisión, así que supuse que se refería a una especie de juego de rol, como vestirme de bombero o algo así. Ella no volvió a salir conmigo después de eso”.
– John, 26 años
‘Es biológico, hijo. Por supuesto que sabrás qué hacer’
“Mi primera clase de educación sexual comenzó con nuestro maestro de religión gritando de manera bastante agresiva: ‘No habrá condones en plátanos en esta clase’. Era pésimo para enseñarnos algo sobre sexo. Un chico —del tipo que dice a la gente que ha tenido sexo como con 1,000 vírgenes, cuando en realidad nunca ha besado a una chica— levantó la mano e inocentemente dijo: ‘Señor, ¿qué pasa si… cuando llega el momento… simplemente no sabes qué hacer?’. Hubo un silencio y algunas risitas, pero todos estábamos felices de que hubiera preguntado. Entonces, nuestro maestro simplemente se volvió loco y gritó: “ES BIOLÓGICO, HIJO. POR SUPUESTO QUE SABRÁS QUÉ HACER. NO TE PASES DE LISTO’.
Entonces, realmente no es una sorpresa que antes de que mi novia y yo tuviéramos sexo por primera vez estuviéramos tan nerviosos que hayamos tenido que beber primero un trago de Sambuca. No conseguí tener una erección, así que asumí que no era capaz de tener sexo, por lo que la estimulé con los dedos durante 45 minutos. Lo cual bebió haber sido horrible, pero bendita sea ella que fingió que era algo increíble. Además, ella tomó mi pene como si fuera la palanca de una de esas máquinas para sacar peluches. Eso fue todo lo que hicimos durante seis meses.
En cierto sentido, soy afortunado. Salí de la escuela con más conocimientos sobre sexo que la mayoría. Una chica de mi clase me dijo que las mujeres solo son fértiles a mitad de semana, y que por eso todos salen durante el fin de semana”.
– Neal, 28 años
‘Pensé que había liberado un espíritu maligno’
“En la clase de Educación sexual solíamos ver un programa llamado Educación en el amor, que trataba sobre el embarazo. Recuerdo que estaba muy estresada acerca de dónde debían ir las piernas si la mujer estaba encima y cuán fuerte debía gemir.
Disfrutar la experiencia realmente no era una de mis preocupaciones. Al empezar a tener relaciones sexuales con regularidad, recuerdo haber tenido pedos vaginales muy ruidosos. No tenía la menor idea de qué era un pedo vaginal, así que cuando salieron de mí pensé que había liberado un espíritu maligno o algo así. Mi pareja debió saber de qué se trataba porque solo se rió un poco y continuó; pero yo estaba tan avergonzada que durante mucho tiempo se me quitaron las ganas de volver a tener sexo con mi novio”.
– Hattie, 28 años
‘Pensaba que el sexo oral implicaba soplar en lugar de chupar’
“Lo único que recuerdo sobre mis clases de Educación sexual es que nuestra maestra nos hizo sentarnos en un círculo y gritar todas las palabras que las personas usan para referirse a la vagina y el pene. Todos decían, ‘¡Coño!’, ‘¡Pito!’, ‘¡Verga!’, y luego un chico llamado Matty gritó, ‘Concha’. Lo castigaron en aislamiento, lo que es bastante injusto, considerando que literalmente estaba respondiendo a la pregunta que hizo la maestra.
Cuando comencé a tener sexo, estaba muy nerviosa porque no tenía ni idea de lo que debía hacer. Pensaba que el sexo oral implicaba soplar en lugar de chupar, por lo que mis mejillas se inflaban como si fuera un pez globo. Gracias a Dios, mi primer novio tampoco tenía mucha experiencia con el sexo, por lo que, a pesar de todo, siempre se venía en mi boca.
Tuve que aprender sobre sexo por mí misma a través de Internet. Una vez, estando en la universidad, había guardado en mis favoritos un artículo de la revista Cosmopolitan llamado algo así como ‘Complace a tu hombre: cómo dar sexo oral’. El artículo se abrió cuando mi amigo Kris abrió mi computadora portátil para cargar The Kardashians. Recuerdo que leyó todas las citas, las cuales decían cosas como “estimula su miembro” y otras frases imperdonablemente vergonzosas. Cuatro años más tarde, mi novio dice que soy muy buena dándole sexo oral, así que funcionó”.
– Leanne, 23 años