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!!!! El caso de Andre Iguodala como MVP de las Finales NBA

Andre Iguodala pasó las Finales de la NBA defendiendo a LeBron James. Iggy resultó ser el candidato más convincente para MVP de los campeones.
Photo by David Richard-USA TODAY Sports

Imagínate a un basquetbolista 35% menos efectivo que LeBron James. Aun así sería un jugador muy bueno, y un jugador 35% detrás de la racha histórica impuesta por LeBron en estas Finales de NBA, también sería uno de los mejores jugadores en la NBA.

Este jugador del 35% también sería rápido y atlético. Tendría una habilidad increíble para brincar y sería muy completo; tendría un olfato para finalizar clavadas con una fuerza escandalosa y sería capaz de tapar tiros si se le diera el espacio suficiente. Iría detrás de los rebotes y pasaría el balón al tipo indicado en el momento indicado. Su forma de defender sería un arma para ejecutar en contra del mejor jugador del equipo contrario. Este jugador sería bienvenido en cualquier equipo, y sería uno de los jugadores más valiosos, si no es que el más versátil estadísticamente hablando, en muchos equipos de la NBA.

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Por más raro que parezca, ese jugador podría ser el MVP de las Finales en donde el mismísimo LeBron James está participando. Andre Iguodala ha "frenado" los 40 puntos por partido de LeBron durante los primeros cinco encuentros de las NBA Finals. Lo sé, es complicado, pero de verdad, Iguodala se merece el trofeo MVP.

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La diferencia entre Andre Iguodala y James es la misma diferencia que hay entre un jugador que puede hacer un poco de todo y un jugador que lo puede hacer todo, punto. Ambos son valiosos y peculiares, aunque uno más que el otro. Sólo uno tiene la tarea de cubrir a LeBron James, aunque el otro tiene la ventaja de ser LeBron James. Y mientras LeBron es el jugador más importante en las Finales de la NBA, pararlo es la labor más importante en esta etapa.

Iguodala tiene un promedio de 14.6 puntos, seis rebotes y 3.8 asistencias por juego a lo largo de los cinco encuentros de la serie, junto con un 55% de tiros. Bien podría ser una de las estadísticas más decepcionantes jamás logradas por un MVP en las Finales. Sin embargo, se dice que si los Warriors pueden concluir su ventaja de 3-2, Iguodala sería el honorable merecedor.

Alguien tiene que atraparla. – Foto por Kyle Terada-USA TODAY Sports

Esto tiene su base en las cosas con las que Iguodala ha contribuido que no se registran en las estadísticas —su energía alentadora y su agudo timing le permiten estar en toda la duela, incluso sin tener muchos minutos de juego, y sin afectar a sus compañeros de equipo. Y aun así no parece ser suficiente. Si calificamos en términos no concretos, entonces empezaríamos y terminaríamos con el miedo que Steph Curry le mete a la defensiva del contrario siempre que tiene el balón más allá de la mitad de la cancha. En términos de valor y efecto, tendríamos que hablar del arsenal de anotaciones de Curry, siempre tan inesperadas e implacables como para invertir el contexto de un juego instantáneamente, y que parecen suceder de manera independiente de la forma en que esté marcado. Esta habilidad inigualable es lo que le permite a uno que otro Warrior triunfar sin mucho esfuerzo. Por esto Curry se ganó los honores de MVP esta temporada.

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Y a pesar de todo eso, ni las estadísticas, ni un intento por hacer concretas las cosas no concretas, pueden igualar lo que Iguodala ha hecho en las Finales. Su caso para ser el MVP de las Finales tiene que ver todo con LeBron James, quien generalmente tiene los mejores motivos para ser MVP en cualquiera de las series que juega, y quien ha logrado más en estas Finales de lo que jamás ha logrado.

Los Warriors han limitado su doble marcación sobre James, y por lo tanto, lo han obligado a hacer todo por sí solo. A James se le ve feliz, tanto que ha hecho de Harrison Barnes, Klay Thompson, Shaun Livingston, y Draymond Green los testigos, literalmente, de su grandeza. Cuando James está solo, Iguodala ha hecho un excelente trabajo en cubrirlo, y sólo los instintos y los largos brazos de Iguodala le han dado problemas a LeBron. James tiene un 33% de disparos cuando Iguodala está jugando en la defensa y un 42.7% cuando cualquier otro Warrior lo está resguardando. Así es como se ve el éxito en una serie en donde LeBron tiene tres juegos de 40 puntos en cinco encuentros.

Ganas unas, pierdes la mayoría, de todos modos ganas. Foto por John G. Mabanglo-Pool Photo via USA TODAY Sports

Hace ya una década que Iguodala ha estado cubriendo a James. Saber lo que el mejor jugador va a intentar hacer no significa que lo puedas parar, pero es mucho mejor que no saber nada. ¿Ha Iguodala realizado siquiera un trabajo decente para frenar a James? En realidad no, aunque es difícil imaginar a alguien que lo lograría, aunque la retención es un mundo aparte cuando las únicas alternativas de salida de LeBron son J.R. Smith o Iman Shumprt o Matthew Dellavedova.

Y pues, aquí seguimos. James ha dominado a los Warriors en casi cualquier sentido, y aun así, él y su equipo están al filo de la eliminación. Los grados de dominio empiezan a ser importantes en un encuentro conformado claramente por los mejores jugadores versus el mejor equipo. Aquí es donde nos situamos: si no fuera por la defensiva de Iguodala, James habría alcanzado un nivel de dominio que habría sobrepasado a los Warriors, incluso a nivel colectivo. Si Iguodala ha simplemente mitigado el daño, de todas formas ha logrado mucho.

¿Por qué posiblemente le daríamos el MVP de las Finales a alguien que está a cargo de marcar a un jugador que está promediando casi 40 puntos por partido? Bueno, porque el jugador que está marcando no está promediando 50 puntos por juego. Todo tiene que ver con el jugador en cuestión. Ese jugador es LeBron James, y Andre Iguodala ha hecho el mejor trabajo en frenarlo que jamás alguien haya soñado hacer en toda la duela.

Si James puede llevar a los Cavaliers a dos victorias consecutivas, entonces muy probablemente será el indiscutible merecedor MVP de las Finales de todos los tiempos. Si no lo logra, puede que de todos modos le otorguen el trofeo, o un candidato de los Warriors sea seleccionado. Pero si James hace casi todo lo posible por ganar la serie y aun así se queda corto, entonces Iguodala será la razón por la cual la quinta palabra al principio de la oración sea "casi". Con esto ganó el trofeo, y se la ha merecido.