Desde que fue subido a las Grandes Ligas en abril de 2012, Mike Trout ha sido el mejor jugador de beisbol, y por amplio margen. Ha liderado la Liga Americana en WAR en cada de una de las últimas cinco temporadas, y terminó en primero o segundo por el premio MVP cada año. Y realmente podría argumentarse que Trout ha sido el MVP en cada una de las últimas cinco temporadas.
Así que sí, Trout ha sido realmente dominante, pero por su edad de 25 años, uno se preguntaría si hay alguna faceta de su inmenso talento que no ha salido a luz. ¿Puede hacerse aun mejor? Basado en lo que Trout ha hecho hasta el momento en la temporada 2017, finalmente podría estarse asomando ese siguiente nivel en el talento de Trout.
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Incluso para sus estándares, Trout ha sido un conquistador de civilizaciones este año. Luego del juego del lunes, Trout estaba poniendo números de 3.43 en bateo, .464 en embasamiento y .741 de slugging, buenos para un OPS de 1.205, y para un OPS+ de 230. Si Trout mantiene el paso, sería la más impresionante temporada ofensiva desde el reino del terror de Barry Bonds entre 2001 y 2004. Hasta el momento, tiene un fWAR de 3.1; y si mantiene ese paso, él solo podría equivaler a 11 triunfos en el año, un número que no ha podido alcanzar en su carrera, pues su cifra más alta ha sido 10.8 en 2012.
Por supuesto, cuando un jugador tiene un inicio así de impresionante, debemos preguntarnos si solo se trata de una muestra estadística pequeña, y regresará a un nivel más normal para cuando termine la temporada. Pero no estamos hablando de un jugador normal. Estamos hablando de Mike Trout.
Cuando alguien está bateando casi .350, es natural preguntarnos si la suerte ha sido un factor. Y es ahí donde entra el BABIP, o porcentaje de bateo en pelotas en juego. Si un jugador tiene un BABIP increiblemente alo, es probable que haya tenido una racha de buena suerte. El BABIP de Trout ha sido .365, que es algo alto, pero no está fuera de personaje. De hecho, es ligeramente más bajo que el .371 del año pasado, y que el .376 de 2013, e incluso más bajo aun que el .383 de 2012. Básicamente, esta cifra está al ritmo normal de Trout.
Así que, si no es la suerte, ¿entonces qué explica el repentino incremento en el porcentaje de bateo de Trout? Puede ser una simple cuestión de que Trout maduró como bateador, y toma mejores decisiones en el plato. Hasta el momento este año, Trout se ha ponchado 36 veces en 143 turnos, lo que lo pondría en ritmo para poncharse 136 veces en una temporada de 544 turnos, cifras muy por debajo del promedio para su carrera. También está negociando bases por bolas a un ritmo más alto que nunca antes.
Un puñado de turnos que resulten en hits y no en ponches, serían suficientes para elevar el porcentaje de bateo de Trout desde los .300 bajos hasta los .300 medios. Hace sentido que luego de seis temporadas enfrentando pitcheo de Grandes Ligas, Trout se ha familiarizado más con los lanzadores y con la zona de strike, lo que ha vuelto un mejor bateador que lo grandioso que ya era.
Por supuesto, también está el tema del poder. Con 14 jonrones, está en ritmo para pegar 53 en una temporada de 544 turnos, 12 más que el número más alto de su carrera y 24 más que el año pasado. Ahí es donde Trout caiga un poco. En su carrera, ha acostumbrado batear mejor antes del receso del Juego de Estrellas que después, pues su OPS previo a medio temporada es de 1.004, comparado con el .936 de después. Pero también, históricamente, han sido los meses de junio y julio donde Trout ha hecho el más grande daño ofensivo; tiene un OPS de 1.036 durante su carrera en el mes de junio y 1.022 en julio. Así que, incluso tomando en cuenta su tendencia de caerse en la segunda mitad, las cosas podrían mejorar aún más antes de caer.
Y luego está el tema de la edad. Trout cumple 26 en agosto, y está a punto de alcanzar su pico más alto como atleta. Viendo su carrera hasta este momento, que no ha requerido de la suerte, además de su cada vez mayor disciplina en el plato, es razonable concluir que esta temporada Mike Trout se está acercando al punto más alto de su carrera. Una buena comparación podría ser la temporada de Barry Bonds en 1992, cuando se transformó, de ser un buen bateador, a una bestia, poniendo un OPS de 1.080, y ganando su segundo MVP. Bonds, que cumplió 27 años en julio de ese año, era un poco mayor que lo que hoy es Trout.
El beisbol tiende a la media, y es muy posible que para cuando temrine esta temporada, los números de Tour se asemejen más a lo que usualmente pone, que a los de Mark McGwire en 1998, por ejemplo. Aun así, tomando todo eso en consideración, no hay una estadística que nos diga que una regresión severa a la media sea especialmente probable. Es probable, entonces, que Mike Trout pueda sostener el ritmo.