Momentos estelares de la paternidad

Kristin y su papi pornógrafo.

La relación entre los padres y el porno suele ser difícil. Sin ir más lejos: poner “Porn + Dad” en Google te saturaría de opciones lo suficientemente perversas como para pensar que algunas son en realidad ilegales. Por otro lado, uno supondría que los papás son entes más bien conservadores y que su relación con el porno se limita a enfurecerse si descubren que Sasha Grey anda contándoles cuentos infantiles a sus hijos. En fin, ese tipo de cosas.

Pero resulta que hay papás menos predecibles que eso. Como Mike que maneja ―junto a su esposa Shelby― los talentos de su retoño, mejor conocido como Sunny Lane. Ambos padres confiesan que se mantuvieron monógamos viendo porno y al administrar las sustanciosas ganancias de su pequeña, es como si le devolvieran al sector todo lo que el porno ha hecho por ellos (esto último fue interpretación nuestra).

Cuando Mike vio por primera vez a su hija en Playboy lo primero que dijo fue: “Los sueños se hacen realidad, supongo” (no especificó a los sueños de quién se refería). Pero no todo es fácil en casa de los Lane. La industria XXX se caracteriza precisamente por su voracidad mercantil y por estar superpoblada de personas que sólo quieren abusar de otras personas. Para Mike proteger a su pequeña dentro de ese ambiente lo convierte más o menos en el equivalente porno del papá de Ashlee y Jessica Simpson. (Nosotros pensamos que a como van las Simpson, pronto habrá que quitar la palabra “porno” después de “equivalente”).

Logros parentales: Mike apareció en un cameo en una de las películas de Sunny. Superad eso, novatos. La historia aquí.

(Por otra parte, no importa que seas Morfeo o un doctor que salva gente en Contagio, cualquier día de estos, tu hija de 19 años te dice que ya hizo un video porno, inspirada por el éxito de Kim Kardashian)

¿Qué pasa, en cambio, cuando tú eres un chico en apariencia normal y es tu papá el que ha salido en películas porno? Así le sucedió a Bobby Gordon, un joven graduado en artes. Su progenitor resultó ser Howie Gordon, mejor conocido en los mundos del XXX como Richard Pacheco. Además de salir en una Playgirl de 1979, el hombre había hecho más de cien pelis y, años después, había recibido el premio porno al “trabajo de toda una vida”.

Bobby dice que no experimentó ninguna sorpresa al enterarse del trabajo de su padre. “Es como si alguien tuviera qué recordar su reacción cuando se enteró de que su papá era contable”, afirma.  Desde aquí nos preguntamos, ¿por qué si el trabajo de tu padre es como cualquier otro, ganas dinero presentando una obra que se llama Debbie Does My Dad? La historia aquí.

Y es que los papás metidos en el hardcore no tienen por qué ser un mal ejemplo. Kristin Battista- Frazee cuenta en este artículo las lecciones de vida que recibió por parte de su papá pornógrafo (uno de los primeros distribuidores de la película Garganta Profunda, al parecer). Según deja ver la autora, su progenitor era un hombre liberal que le instruyó, entre otras enseñanzas, a tomar en cuenta “ambos lados de la moneda” en cuestiones espinosas como el aborto. Una vez, la dirección de la escuela llamó al padre porque Kristin se negaba a cumplir los códigos de vestimenta de la institución. El señor les respondió: “Mi hija puede usar la falda de todas las formas que ella quiera, para eso estoy pagando la matrícula. Cuando usted tenga algo importante que decirme, entonces vuelva a llamarme”.

Kristin Battista dice que su padre no tiene la pinta de un pervertido sino que se parece más bien a un contable. ¿Es cosa mía o al parecer cualquier trabajo en la industria XXX es equiparable a la contabilidad?

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Ya como colofón, una muestra paternidad responsable: