Música

Me enamoré de Mon Laferte


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Conocí a Mon Laferte este año en el Vive Latino. Sin saber nada de quién era me asomé a su escenario y escuché una de las voces más fuertes del pop latino, acompañada de miles de gritos del público. Una cacofonía de gente dolida que pondría celosa a Carla Morrison, el sonido de los fans no fue suficiente para ahogar la voz de Mon saliendo de la consola. Sin duda me enamoré: a pesar de que la música de canta-autora romántica no es mi hit, la artista chilena me atrapó con su actitud, look y voz. Después de estrenar su cuarto álbum de estudio, Mon Laferte, Vol. 1, y antes de su show estelar en El Lunario el 16 de octubre, fue momento de re-encontrarme con Mon para entrevistarla mientras evito la voces en mi cabeza que me piden tirarle la onda.

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NOISEY: Empezaste con un sonido rockero y un look inocente; ahora te ves muy rockera y tu música se ha hecho más romántica. ¿Crees que tu sed por rockear se ha ido saciando?
Mon Laferte: Soy metalera oculta, entonces tengo mi parte metalera a la que atribuyo mi imagen. Me gusta Pantera; no conozco todas las canciones, pero los éxitos me gustan. Me gustan los sonidos pesados y siempre he sido súper fan de Marilyn Manson. Si voy a un concierto prefiero ir a uno de música pesada. Para escuchar me gusta sentarme, pero prefiero ir a ver a Anthrax, Motörhead. Pero sí, me gusta la música romántica: antes los músicos tocaban, los cantantes cantaban y los compositores componían.

Y, ¿qué piensas de los artistas que hacen bedroom pop? Que componen, tocan, cantan y producen.
Es un arma de doble filo, está bien que todos tengan su espacio para expresarse. Pero de repente sí se pasan. Pero yo prefiero por mi parte la música que de raíz esté bien.

¿Académicamente bien?
No puedo decir eso si nunca estudié música. Nunca estudié ni mierda. Pero si eres guitarrista, toca bien la guitarra. Que suene bien, que no tenga un truco. Hay muchos trucos para hacer música, trucos de estudio.

¿Crees que hay elementos de la música pesada para lo que haces ahorita?
Soy gritona, me gusta echar gritos. Puede que eso venga de la música pesada, pero la música romántica antes era gigante en cuanto a la voz, entonces puede venir de ambos lados.

El título de tu álbum más reciente, Volumen 1, ¿de dónde viene?
Le iba a poner Mon Laferte, hice muchas canciones. Quería que tuviera 25 canciones; nadie me estaba presionando, pero me di cuenta que no iba a ser posible grabar tanto. Entonces grabé las que pude y luego saldrá el Volumen 2. Bueno, ya lo estoy pensando, me obsesioné con la idea de sacar Volumen 1 y en enero lanzar Volumen 2, pero creo que ya me desprendí de esas canciones que sobraron. Siempre estoy componiendo, entonces ya se me juntaron 20 más y no sé que hacer.

Los temas del disco son de amor y desamor, pero la música varía de balada, a bolero y hasta ska. ¿De donde vienen esas influencias?
Las canciones solitas me lo fueron pidiendo; yo produje las canciones y me fui a la adolescencia. Me crié escuchando boleros con mi abuela, que era cantante de boleros. Igual con el ska y lo folklórico. No quise inventar nada nuevo, sino irme por la nostalgia de los mejores años.

A los chilenos les mama Juan Gabriel, José José, hasta Luis Miguel. Hay una relación fuerte entre la música mexicana pop y los músicos chilenos. Me parece que adoptan más esos sonidos que los mismos mexicanos.
Soy fan de Luis Miguel, me gusta el Chavo y aquí todos lo odian. Los chilenos consumimos mucho lo mexicano. En el sur de Chile puedes escuchar música norteña de México, incoherencia total. En Viña del Mar tocaban puros mexicanos. Obviamente nos llegó mierda como Garibaldi, pero ahí se llegaron a colar Yuri, Juan Gabriel, etc. En Chile quieren mucho a los mexicanos. ¿Has ido?

No, todavía no.
Cuando vayas te van a amar.

A mí me encanta el Pop Chileno: Dënver, Alex Anwandter. Tú te alejas bastante de ese sonido.
Los conozco y los respeto mucho. Me encanta Javiera Mena. Pero me siento más de la escena mexicana. No me tocó vivirlo con ellos, me toco vivir en México cuando empecé. Soy de Valparaíso, donde los borrachos cantan boleros, cuando muchos de ellos eran de la capital. Entonces llegar a México tuvo más impacto en mis influencias.

¿Dónde tocabas cuando empezaste en México?
Pues empecé a tocar a los 13, a la calle, a los bares, dejé la escuela. Llegué hace 8 años, y no sabía cómo, todo era difícil. Tenía que vivir, entonces toqué cuatro años de covers en un bar. De todo: “Zombie” de Cranberries, Guns N’ Roses, Yeah Yeah Yeahs, The Strokes, hasta James Brown. Hice un primer disco que no me gustó para nada, y luego hice Desechable. Un disco más punk, más pop-gay. Hay una rola que se hizo como un himno gay. Y ya con un disco físico me iba a tocar a los parques y lo regalaba, no sabía qué más hacer con él. Hasta que un martes me dejaron tocar en el Pata Negra y de ahí todo fue cambiando. Pero antes de eso tocaba hasta en el metro, y ahí hice mis primeros fans. Con el metro y las redes sociales. Y me pasaron de los martes a los sábados en los lugares para tocar.

Tienes una legión de fans excepcional, que muchas bandas en México quisieran tener. Es un público apasionado, que todo músico quisiera tener. ¿Cómo le has hecho para mantenerlo tan interesado?
No tengo fórmula, pero creo que es tomárselo en serio. Estoy todo el día pensando en qué puedo hacer, y sé que dependo de ellos. Sin ellos voy a tener que cantar para mí en mi casa y no quiero. Los cuido; es como un noviazgo, les tengo que dar amor. Van a mis conciertos, compran el disco, yo tengo que ser recíproca. Los necesito, me necesitan, nos damos amor.

Un acto bastante tradicional, con mucha alma, Mon Laferte tiene un público igual de tradicional, de los que difícilmente se forman con actos independientes. Pero más allá de las copias que ha engendrado Natalia LaFourcade, Mon es comparable con Amy Winehouse, Amparo Ochoa y aparentemente Anthrax.

Mon Laferte estará presentando Volumen 1 este 16 de octubre en el Lunario de la Ciudad de México. Pueden comprar sus boletos aquí.


Joey Muñoz está enamorado de Mon Laferte, y también está en Twitter – @joeytijuana