Los estudiantes canadienses que no tienen un peso están recurriendo a los sugar daddies para cubrir sus costos, de acuerdo a SeekingArrangement, una página de citas que facilita las relaciones entre los sugar babies y los sugar daddies.
Además de que el estudiante canadiense promedio se gradúa de la universidad con una deuda de aproximadamente $26.819 dólares (alrededor de 80 millones de pesos), a menudo termina desempleado o subempleado. Esa es la nueva realidad…
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Pero los datos de SeekingArrangement de 2016 muestran que el número de universitarios canadienses que se registra en la página para buscar sugar daddies subió de 150.000 en 2015 a 206.800. Es decir, hubo un incremento del 37%. De todos los estudiantes inscritos de ese país, 195.562 son mujeres. (La página cuenta con 631.678 usuarios canadienses en total, el 65% son mujeres).
SeekingArrangement cumple la función de emparejar gente joven con sugar daddies o sugar mommies —”hombres y mujeres exitosos que saben lo que quieren”—. Las parejas fijan sus expectativas, que por lo general incluyen una mesada para el sugar baby. En el caso de los estudiantes canadienses, de los $2.700 dólares (alrededor de 8 millones de pesos) que reciben en promedio de mesada, el 39% se destina a la matrícula, el 30% al arriendo y el 21% a libros.
“Algunos lo ven como una solución controversial. Pero en vez de esperar a que el gobierno haga algo, estos estudiantes están resolviendo el problema con sus propias manos”, dijo en un comunicado de prensa Brandon Wade, fundador de SeekingArrangement.
Las universidades canadienses que “aportaron” más suscriptores nuevos a la página en 2016 fueron la Universidad de Alberta (138), Ryerson (135) y la Universidad de Ottawa (132). La mayoría de estudiantes inscritos en la página son de la Universidad de Toronto (638), Ryerson (577) y la Universidad de Guelph (554). Las tres carreras con más sugar babies son enfermería, negocios y artes escénicas.
Los estudiantes que se inscriben con el correo de la universidad son considerados “sugar babies universitarios” y se les da una “membresía especial gratuita”.
De acuerdo con Statistics Canada, en 2014/2015 los universitarios pagaron por su matrícula en promedio $5.959 dólares (alrededor de $17.800.000 de pesos). Esos números son más altos en Ontario, donde los estudiantes pagan anualmente $7.539 dólares (alrededor de $22.600.000 de pesos). Las mujeres representan el 60% de los canadienses con título.
Es fácil encontrarle el atractivo a tener sugar daddy. Lo difícil es mantener la relación.
Jenna, de 29 años, cuenta que en 2015 se convirtió en sugar baby para poder pagar una parte de sus cuentas. En ese entonces, trabajaba como asistente de producción para un diseñador de modas en Nueva York. Su arriendo mensual en una casa compartida era de $1052.88 dólares canadienses ($2.366.933 de pesos) y la cuenta del celular era de $150 dólares (alrededor de $450.000 pesos).
“Podía cubrir el arriendo y de pronto me alcanzaba para pagar la cuenta del celular, pero no podía pagar nada más”, explica.
El primer daddy con el que se cruzó, le dijo que alguna vez le había pagado la matrícula a una mujer para que pudiera estudiar, y le ofreció un salario semanal. “Me sonó mucho el arreglo”, confiesa, “pero no fui capaz de hacerlo… Él estaba en sus cincuenta, no hacía ejercicio y tampoco era atractivo”.
Al poco tiempo, se enganchó con un promotor inmobiliario que le pagaba el arriendo, la comida y la llevó de viaje a Vieques, Puerto Rico. En esa ocasión se quedaron en el Hix Island House, el mismo lugar lujoso en el que, según se dice, se hospedó Lady Gaga. También se gastó más de $1.000 dólares (alrededor de $3 millones de pesos) en ropa interior y juguetes sexuales para los dos. Jenna cree que, durante los seis meses que estuvieron juntos, su sugar daddy se gastó alrededor de $25.000 dólares (alrededor de $75 millones de pesos) en ella. A cambio de todo esto, tenía sexo con él cuatro o cinco veces a la semana. Usualmente ella lo dominaba.
“Te están dando plata a cambio de sexo. Esa es la definición de prostitución”, dice.
Pero todo se fue en picada porque, según ella, su sugar daddy no lograba aceptar la naturaleza de su relación y quería que ella actuara como una “novia de verdad”.
“Se volvió celoso y controlador”, dice. “Cuando no estaba con él, me llamaba y me escribía todo el tiempo para preguntarme qué estaba haciendo en ese momento. Me sentía interrogada”.
Pero no cree que todos los sugar daddies sean así. Incluso cuenta que con un amiga casi van a donde un cliente diferente que les estaba ofreciendo “$1.000 dólares ($3 millones) por oler cocaína y chuparle el pene”.
“Puedes hacer mucha plata y a algunas niñas les encanta la atención y ese estilo de vida”, dice.
La vocera de SeekingArrangement, Alexis Germany, afirma que la prostitución va en contra de las reglas de esta página.
“La prostitución es algo estrictamente transaccional; a alguien le pagan por sus servicios sexuales. En cambio, un sugar baby tiene una relación con su sugar daddy. Muchas veces, estos arreglos se vuelven relaciones románticas y hasta terminan en matrimonio”, dice.
Doug Hoyes, cofundador de la firma de administración de quiebras Hoyes Michalos, señala que el 60% de las personas que se quiebra debido a préstamos estudiantiles son mujeres, y que ellas tienden a deber más plata que los hombres.
Según él, es importante que los chicos que van a entrar a la universidad piensen bien si en realidad se van a emplear apenas se gradúen. “Si no van a tener un trabajo o van a tener uno que no les permita pagar el préstamo, de pronto es mejor que estudien medio tiempo en la universidad”, dice Hoyes.
Así que quizás lo mejor es evitar los pregrados con menos opciones laborales.