Music For Lamps: orquestando la luz

El festival MUTEK[ES] llega a su octava edición con una nueva propuesta, las DIGI_LAB, un ciclo con tres actuaciones previas al festival creado en colaboración con Mazda. Un mes antes de que lleguen los días fuertes del festival –que se celebrará del 9 al 11 de marzo–, tendrá lugar una previa bastante particular: el show Music For Lamps, obra del trío formado por el canadiense Adam Basanta y los hermanos americanos Julian y Max Stein. Será este sábado 11 de febrero en el Mazda Space de Barcelona, que también será sede del festival en marzo. 

Su concepto es, a priori, sencillo en la base y muy sugerente en su puesta en escena: doce lámparas sonoras que emiten sonidos determinados en función de la luz que emiten a cada momento. Hablamos con ellos para que nos cuenten más antes de su presentación el próximo sábado en Barcelona. 

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VICE: ¿Por qué lámparas? ¿Hay algún tipo de inspiración previa o fue sólo una idea que vino a la mente espontáneamente?

Adam Basanta: Alrededor de 2011 o 2012 los tres estábamos ya interesados en la idea de combinar de alguna manera sonidos experimentales con elementos de iluminación. De hecho, en esa época cada uno de nosotros tenía proyectos independientes que comenzaron a explorar este tipo de ideas de diferentes formas. Recuerdo estar sentado en mi apartamento en Montreal con Max y Julian, y poner un transductor dentro de una lámpara para manipular un poco el sonido a través de él. Aunque sabíamos perfectamente cómo funcionaba, el resultado fue realmente mágico. La sensación era como si algo estuviera atrapado dentro de la lámpara tratando de salir al exterior. En ese momento nos dimos cuenta de que la idea era interesante en ambos niveles, el visual y el sónico, así que empezamos a trabajar el proyecto juntos.

¿Dónde estáis vosotros durante el espectáculo? ¿Se os ve?

Adam: Durante las actuaciones controlamos el sonido y la luz de las lámparas situados entre ellas. Estamos visibles, pero esa visibilidad depende de qué lámparas estén encendidas en cada momento.

¿Y dónde se sitúa el público? ¿Forma parte también del show?  

Adam: El público puede sentarse alrededor de las lámparas, pero también puede sentarse en medio, en la zona que correspondería al escenario. Cuando la gente se coloca entre las lámparas se convierten en parte de la escenografía: se vuelven visibles u oscurecidos dependiendo de qué lámparas estén encendidas a cada momento. Esta fue una de las intenciones originales de Music for Lamps, desdibujar las fronteras entre la audiencia y el escenario, entre objetos e intérpretes.

¿Dónde encontrasteis las lámparas? ¿Tenían que ser viejas y usadas?

Adam: Para este espectáculo en concreto vamos a utilizar lámparas que hemos encontrado en la propia ciudad de Barcelona. Pero en Montreal nos servimos de lámparas que buscamos en tiendas de segunda mano. Y sí, usamos sobre todo lámparas viejas, del tipo que encontrarías en la casa de tu abuela, porque esas lámparas tienden a evocar la nostalgia.

Está claro que las lámparas son el foco principal del espectáculo, pero ¿qué pasa con la música? ¿cómo la trabajáis?

Julian: La música se ejecuta en directo de forma semi-improvisada por los tres, siguiendo una estructura que ensayamos antes del show pero dejando un espacio de libertad para cambiar detalles a cada espectáculo. Cada uno de nosotros usa su propio software y trabaja con sonidos personalizados, adaptándolos al lugar en el que estemos actuando.

¿Podría llamarse Lamps for Music en vez de Music for Lamps?

Adam: Tal vez ese podría ser el nombre de nuestra banda de versiones.

¿Qué tipo de música soléis escuchar?

Adam: Últimamente he estado escuchando principalmente composiciones vocales del Renacimiento, y también los primeros discos de PJ Harvey. Pero por lo general escucho una mezcla de rock, electrónica experimental, música clásica y contemporánea, y un poco de jazz.

Julian: Yo casi siempre tiendo hacia la música más bien triste, un poco descuidada y a menudo experimental. Últimamente: Grouper, FS Blumm, Smog, Oval y Dirty Three.

Max: Yellow Magic Orchestra, Arvo Pärt, Jim O’Rourke y Songs Ohia.

¿Os sentís más cercanos a la figura del músico a la del artista  o a la del tecnólogo?

Adam: No estoy seguro de poder diferenciar entre los tres conceptos, aunque acostumbramos a trabajar con la tecnología una vez ya tenemos una dirección artística en mente.

¿Habéis pensado utilizar las lámparas del show en vuestros hogares?

Adam: Sí, lo hemos hecho ya muchas veces de hecho. ¡Todos tenemos casas muy bien iluminadas!

Julian: Mi casa en Phoenix, Arizona, está prácticamente toda ella iluminada por lámparas que hemos ido usando en nuestros shows.

¿Érais de los que trasteaban mucho con los electrodomésticos en casa?

Max: No especialmente. Julian y yo en nuestra infancia básicamente nos dedicábamos a los videojuegos y poco más.

Como en cualquier campo artístico hay artistas que sobresalen y se sitúan como referentes. ¿Cuáles son los vuestros? 

Adam: Christina Kubisch, Janet Cardiff + George Bures Miller, Alvin Lucier, Haroon Mirza y Robin Minard son algunos de mis favoritos.

Max: En mi caso no son solo artistas que trabajan con la instalación sonora, sino también en el campo del diseño escénico o en el de la teoría del sonido. Los que más me han influido son Akio Suzuki, R. Murray Schafer, Bernd & Hilla Becher, Hiroshi Sugimoto, Ingrid Burrington y Udo Noll.

Para alguien que no sepa cómo se están desarrollando los avances en vuestro terreno de acción, ¿podríais contarnos hacia dónde van las tendencias en la disciplina del arte y la instalación sonora?


Adam: Creo que el interés por las instalaciones sonoras ha crecido en los últimos años. He mostrado varias de mis instalaciones en diferentes contextos, a menudo en galerías de arte, pero también en festivales de música o instituciones de media art, y me doy cuenta de que hay cada vez mayor interés en ese tipo de trabajo que requiere la experiencia personal para disfrutarlo, el tener que estar ahí, en esa misma sala, para poder captar lo que la obra te dice, y no conformarte con una imagen en Instagram.

No me queda más remedio que preguntar: ¿cómo estáis viviendo la situación con Trump en los Estados Unidos?


Adam: Como el canadiense dentro del grupo, puedo tomar un poco más de distancia respecto a la situación que se está viviendo, pero aún así estoy realmente preocupado por lo que está haciendo y por lo que puede llegar a hacer, nos afecta a todos. Por su parte, Julian y Max me temo que están demasiado deprimidos para responder a esta pregunta. 

La última: de todas las muertes musicales de 2016, ¿cuál os afectó más?

Adam: Probablemente Leonard Cohen; sentía que estaría ahí para siempre.
Julian: Leonard Cohen, sí.

Las entradas se pueden comprar aquí