MÚSICA – Akron: la ciencia del mañana… ¡hoy!

Guitarrista de grupos como Born Losers, The Stringbones, Kongsmen y Fabulous Ottomans, el barcelonés Pau Loewe ha compuesto y grabado en solitario con el nombre de Akron –en honor a la ciudad natal de Devo– un disco, Voyage of Exploration, que remite por línea directa a la época en que, en Estados Unidos, amas de casa con peinado “poodle” soñaban con los últimos y más sofisticados modelos de aspiradora mientras los niños veían a los Space Explorers en televisión y el maridito hacía una barbacoa en el patio trasero, ajenos todos al hongo atómico que se recortaba en el horizonte.

El space-age cocktail de Akron tiene algo de Attilio Mineo y Les Baxter, los primeros que a uno se le ocurre, pero también de los Shadows, la “library music” italiana de los 70, el jazz cósmico ultradimensional de Sun Ra y la serie Los Supersónicos. Con ese primer álbum editado en vinilo a principios de año –y reeditado en CD hace un par de meses– y un segundo en camino que Pau revela que versará sobre los misterios de la mente, Akron se ha convertido en el artista favorito de Marvin el Marciano y, para un servidor, en uno de los más interesantes que ha dado este año preatómico.

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VICE: ¿A qué se debe que un chico que vive en Barcelona en 2012 se interese tanto por el sonido exótica de los 50 y 60?

Pau Loewe: A mí siempre me ha molado la música instrumental, en todas sus vertientes. Y siempre me ha gustado mucho el cine fantástico y las bandas sonoras. El exótica, cuando lo descubrí, me pareció que casaba bastante bien con todo eso. Es muy visual.

Primero llegaron los monstruos radioactivos y los cohetes a Júpiter y luego la música.

La música en general, no; esa ha estado ahí desde pequeño. La música más instrumental, de banda sonora, sí fue una vez me aficioné al cine.

¿Eres de estas personas que en algún momento se quedaron alucinadas con el theremin?

Bueno, es el instrumento que todo el mundo menciona, pero tampoco es que… Claro, en la época no podía haber nada mucho más sofisticado, pero tampoco creas que me vuelve loco el sonido del theremin.

Es decir, que no te atraen tanto el sonido de los instrumentos de la época como el ambiente que creaban. Aquella atmósfera.

Sí. Me parece bastante curioso cómo en una época en la que aún había muchas cosas por romper se hacían esas marcianadas. Mezclar música clásica con ruidos, electrónica…

Puesto que no estamos en Estados Unidos en la época de la Guerra Fría, ¿cómo crees que encaja este tipo de música en los tiempos actuales?

El título del disco es “un viaje de exploración”, y es una exploración interna. Yo siempre he visto esto como una cosa para mí; para aprender, conocer cosas, expresarme. En un primer momento ni siquiera pensaba en hacer discos. Como tocaba en grupos y había grabado en estudios y fijado en cómo se hacían las cosas, me dije “pues a lo mejor yo podría hacer mis pinitos grabando cosas”. No tengo una batería, no tengo músicos, pero me invento cualquier cosa. Cojo una cañería y le doy golpes.

¡Eso también era de la época! Métodos así empleaba la BBC Radiophonic Workshop.

Yo me he basado mucho en eso, pero en versión digital. No uso cintas –que ahora sí que lo quiero probar– pero sí grabo sonidos y paso a estirarlos, apretarlos, ponerlos al revés…

Técnicas de música concreta aplicadas en un contexto pop.

Lo que pasa es que lo que yo veo como influencias en mi proyecto, y las cosas en las que me fijo, no pertenecen a un género en concreto. Tomo cosas de Joe Meek, por ejemplo, o Mancini, y otras que vienen de la música experimental, pero no hago un revival de algo.

Aprovechando que mencionas a Joe Meek, ¿qué significan para ti nombres como Martin Denny, Les Baxter o Esquivel?

Hombre, ¡es gente que está muy lejana a lo que yo pueda llegar a hacer! Son músicos en todo el sentido de la palabra. Arreglistas, compositores que pueden escribir para orquestas. Yo me tomo esto con un referente: vale, está ahí, pero yo voy a hacerlo a mi manera, como yo pueda, de la misma manera que los grupos ingleses de los 60 cogían a los bluesmen americanos en plan, “yo no tengo esa voz pero le pongo un par de huevos y saldrá otra cosa”. Y como luego los americanos cogieron a los Beatles: “Nosotros no tocaremos tan bien pero tenemos 15 años y ganas de tocar rock’n’roll”, y salió el garaje. Mientras tú seas consciente de lo que puedes y no puedes…

Voyage of Exploration lo has hecho en solitario, con ordenador y haciéndote cargo de todo. Menudo trabajo, ¿no? ¿Eres multiinstrumentista?

Tampoco me ha parecido muy faraónico. Lo he ido haciendo poco a poco y, en realidad, no es tan complicado. Y mi instrumento realmente es la guitarra, sin ser tampoco un guitarrista excepcional. Con los otros voy haciendo, pero me ayudo mucho del ordenador. Si hago una pista de percusión, lo utilizo para retocarla y que todo encaje, porque no soy Tito Puente.

¿A qué clase de gente crees que puede atraerle este disco? ¿Tienes constancia de que hoy en día exista alguna escena de grupos de exótica?

Creo que puede atraer a gente de escenas un poco colindantes. Por un lado a los que les gustan los 60s rollo más space-age pop e incluso el surf, o grupos como los Shadows o los Tornados. Y por otro a gente a la que le gusten cosas más indies tipo Broadcast. Pero no sé; como es instrumental, hay personas que me dicen que oyéndolo visualizan cosas diferentes. Lo que me gusta de la música instrumental es que no hay una voz que te vaya conduciendo. Por el timbre de voz ya te imaginas a esa persona, y si además entiendes lo que dice, ya te está guiando. Con la música instrumental cada uno visualiza lo que quiere.

Me gusta que todos los temas sean tuyos. Hacer versiones es lo más socorrido.

En la primera generación de este proyecto hice una versión de Django Reindhardt, pero para el disco preferí que todo fuese propio. A mí lo que me gusta es crear desde cero. La música la he hecho yo, algunos instrumentos los he hecho yo, la portada, lo he grabado… Y no soy ni multiinstrumentista de puta madre ni técnico de sonido ni ilustrador, pero quería hacerlo yo porque, como te decía antes, esto era algo para mí. Si luego le gusta a otros es secundario.

Voyage of Exploration está editado en vinilo y CD a través de Vampisoul.