La comida es muy importante para el mexicano. Desde nuestros montruosos desayunos, el taco –o la torta– a media mañana, la comida en familia y la cena también aparatosa –y nos seguimos preguntando por qué somos uno de los países más obesos del mundo–, hasta la aparición de la comida en las letras de algunas de las canciones más populares.
Y en muchos casos, la aparición de comida en las composiciones musicales viene en combinación con otro vicio mexicano: el albur (o doble sentido).
Videos by VICE
Cerdo – Molotov
Molotov es un grupo mexicano conocido por su irreverencia y sí, indiferencia total por lo “políticamente correcto”. Cerdo no es más que un tragón, un expresión usada en México para describir peyorativamente a los que comen sin control. Entre memelas, pambazos, Gansitos, Mc tríos y dulces Ricolino, este personaje acaba teniendo el aspecto de un “tamal mal amarrado” y Molotov lo invita a mover su “puerco” al ritmo de la música.
Changüich a la chichona – Molotov
Una vez más aparecen las rimas del grupo de rock Molotov. “Changüich” es la escritura literal de cómo pronunciamos la palabra sándwich y una chichona es una mujer con, mmm cómo decirlo, tetas grandes. Molotov escribió una canción llena de rimas comilonas y buen humor para expresar su deseo por aplastar –como si tratase de un sándwich– a una chichona.
“Quiero hacerle un sandwichito, baile más apretadito, mejor que la lambada, una picada a la italiana, quiero bailar con la bola, pero con la más chichona”.
El sheriff de chocolate – Bronco
“En un pueblo de bombón” empieza esta canción que podría ser un western a la mexicana muy dulce y que se suponía era para niños –por eso el video animado– aunque los personajes se divirtieran viéndole los calzones a su maestra. Bronco, originarios de Monterrey, puso en el mapa a los gruperos norteños. José Luis “Choche” Villareal, Ramiro Delgado, Jorge Villareal y el mítico Lupe Esparza, siempre con el pecho al descubierto, son parte importante la música popular mexicana.
Además de ser famosos en los escenarios, lo fueron en la televisión protagonizando la inverosímil e inigualable telenovela “Dos mujeres, un camino“, donde Erik Estrada (Johnny) actuó como un trailero (camionero) “mexicano”, pronunciando mal el español en cada uno de los 229 capítulos, confundido por no saber si quedarse con su amante “Tañia” (Bibi Gaytán) o con su esposa “Ana Meria”(Laura León). ¡Qué complicado lo tenía caray!
La cosecha de mujeres – Mike Laure
Quizás pocos lo sepan, pero Mike Laure es un legendario músico mexicano que fusionó el rock & roll en español con la cumbia en los años 60. Laure fue un pionero cumbianchero –importó a México ritmos afroamericanos y colombianos– que pondría las bases para la llegada de cantantes como Chico Che o Rigo Tovar. Y dejó varios himnos populares como “La rajita de canela” (muy alburera), “Tiburón, tiburón” y un coro para la eternidad: se podrá acabar la papa y el maíz, pero “la cosecha de mujeres, nunca se acaba”.
Pollito con papas – El Super Show de los Vaskez
Podría parecer muy inocente el coro de esta canción: “Pollito con papas; Pollito con papas”, sin embargo los autores, El Super Show de los Vaskez, tenían en mente otra cosa cuando hicieron esta pegajosa canción. El estribillo entero dice:
“Ponga usted mesera ya, una pierna por aquí, otra pierna por allá, yyyyyyyy si tu quieres si tu quieres papas, muchas papas…”
Esta agrupación muy popular en los 80 venía dentro de una tendencia que explotaba al máximo la picardía mexicana, el albur en pocas palabras, y formaba parte de la escena de los famosos salones de baile con ficheras (mujeres a las que se les paga para bailar) y su faceta cinéfila, el llamado cine de ficheras.
La papa sin catsup – Gloria Trevi
La polémica Gloria Trevi –escándalos sobre trata de blancas, encarcelamientos en Brasil y resurgimiento en los escenarios– escribió muchas canciones descaradas y que en su momento rompieron moldes, ésta es sin duda una de ellas. En un video donde sale vestida de ama de casa “tradicional” con un golpe en el ojo, un papel que aparentemente no le quedaba nada (o sí, tomando en cuenta su relación con su manager Sergio Andrade), cantaba sobre lo terrible que era –y es– que alguien te deje tan insípida como como una papa sin catsup, o tan triste como un borracho sin tequila, pero nuestra frase favorita de la canción es sin duda:
“Como un bebé sin su mamila, y el mamila ¡eres tú!”
Larga vida a la Trevi.
Sabes a chocolate – Kumbia Kings
Selena fue asesinada el 31 de marzo en 1995. Años más tarde, en 1999, su hermano A.B. Quintanilla III, se unió a Cruz Martínez y fundaron la banda americana-mexicana Kumbia Kings. Y en 2004 la canción “Sabes a chocolate” sonó en todas –aunque no lo acepten– fiestas. Lo que quizás algunos no saben –o tampoco lo acepten– es que la canción es un cover del grupo puertorriqueño Menudo. Ricky Martín en mallones de colores y con peinado esponjado coreando: “Beso, te beso, te quiero besar”… bueno, tampoco es tan sorpresivo.
Nos quedamos con la versión ochentera de Menudo, porque además nos recuerda a uno de los platillos favoritos para curar la cruda en México.
Señorita cara de pizza – Cuca
“Es una cara, no, es una pizza, no, es una cara, no, es una pizza, no, es la señorita cara de pizza”.
No hay fiesta melancólica donde no suene este himno rockero mexicano. Siempre ha sido un poco confuso entender si José Fors, vocalista de Cuca, amaba a la Señorita cara de pizza sinceramente o la quería por sus “chachetes de queso”, su “boquita de pimiento” o por los “mariscos en la cara (a la marinera)”. No podemos culparlo porque la verdad nadie, nadie, nadie puede resistirse a una rebanada de deliciosa y monchosa pizza.
¡Viva la gula! – La Onda Vaselina
Esta canción resume gran parte de nuestros sentimientos hacía la comida:
“Viva la gula, viva el mole, vivan los churros y el atole, vivan los tacos con frijoles, yo quiero comer, yo quiero comer, yo quiero comer”.
La Onda Vaselina hizo miles de canciones ridículas, sin embargo –y es justificación– su público éramos niños de los 90, con hermanos mayores, deseosos por tener ídolos poperos como Timbiriche.
Puede que este tipo de gustos musicales hayan sido el presagio del debacle musical de algunos millennials. Pero, por encima de cualquier juicio de valor, por favor aprecien el video y la genialidad de combinar seudo rock de los 60 y niños vestidos como John Travolta y Olivia Newton-John con platillos como el mole y el atole. ¡Wow!
Este artículo se publicó originalmente en agosto del 2016.