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Μodă

Vaginas tuneadas

Hablemos del retorcido universo de la belleza femenina: la cirugía estética genital.

He pensado que tendría sentido empezar el año con algo que encajara con el estado de ánimo nacional, algo medio gore y que nos dejase confundidos y un tanto avergonzados por nuestra especie. Es por eso que quiero hablar de una de las modas del retorcido universo de la belleza femenina: la cirugía estética genital.

Como lo leéis, aparte de los métodos no invasivos para tunearte el potorro —como pegarte joyería de fantasía o aclarártelo con químicos y rayos láser—, existe también la opción de pasar por una ablación genital (pero en su versión civilizada, claro, la que se lleva a cabo en un quirófano).

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Resulta que a mediados de los ochenta varios doctores —de esos que se preocupan mucho para que las chavalas nos sintamos contentas y seguras con nuestro cuerpo— empezaron a practicar operaciones de estética para el chumino: ¿Quieres volver a perder el himen?, te lo reconstruimos; ¿Tu vagina ya no es lo que era?, le damos una vueltita de tuerca para que sea más estrecho; ¿Crees que tu clítoris es muy grande?, te lo remodelamos; ¿Piensas que tu Punto G podría dar más de sí?, te lo agrandamos con inyecciones. Una de las cirugías más populares es la labioplastia, donde te recortan los labios menores para que queden perfectamente cubiertos por los mayores. Así es, amiguitas, todo está sujeto al tuning.

En Brasil, Colombia y Venezuela este tipo de procedimientos quirúrgicos son extremadamente populares. En Estados Unidos e Inglaterra son todo un hit desde 2011 —los ingleses, por ejemplo, dicen que en sus tierras el número de pacientes se quintuplica cada año. En México no hay estadísticas de cuántas operaciones se hacen, pero todos los cirujanos afirman que la demanda ha aumentado drásticamente.

Los americanos crearon la sociedad de "cosmetología ginecológica" (hay que reconocer que suena mejor que "Te Reafirmamos la Castración, Inc."), pero en otros lugares aún no se ha institucionalizado y hay varios debates entre ginecólogos y cirujanos plásticos, no sólo sobre quién debería realizar las operaciones, sino también sobre si es correcto promover este tipo de prácticas.

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Para saber exactamente de qué va la cosa, hablé con dos especialistas: el Dr. José Abel de la Peña, director de cirugía plástica del Hospital Ángeles Interlomas, y el Dr. Armando Montaño, médico ginecólogo especialista en menopausia.

De la Peña realiza entre 15 y 20 tuneos vaginales al mes y quería preguntarle por qué esta práctica se está volviendo cada vez más popular. "A raíz de la depilación, las mujeres son más conscientes de la apariencia de sus vulvas, simplemente porque la zona está más limpia y expuesta, así que se dan cuenta cuando tienen un labio más grande que el otro, o los labios menores expuestos. Y es que hoy en día los genitales ya no son un tabú, se exponen constantemente, hasta con la ropa interior".

Los dos médicos me confirmaron que no hay una medida estándar para la vulva. La diversidad es tal (en forma, color y hasta en la textura), que nadie se pone de acuerdo en cuánto deberían medir los labios mayores ni los menores. Sobre el clítoris, sólo son capaces de decir que cuando supera los cuatro centímetros puede considerarse medio raro.

¿De dónde sacan las chicas jóvenes la idea de cómo debería ser una vulva?

De La Peña: En realidad hay muchos tipos de anatomía, es más o menos como el busto: puede ser redondo, picudo, amplio, reducido, o sea, varía mucho. Pero si te das cuenta, en las fotografías y videos pornográficos, se mantiene un modelo limpio y recto, ese es el ideal que manejamos. Hemos inventado un modelo de lo que consideramos normal, así creemos que debe verse una vulva, podríamos decir que lo demás son deformidades y hay mujeres que quieren arreglarlo para sentirse mejor.

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Como te decía, el doctor Montaño es ginecólogo, así que él se enfoca más en curar, traer retoños al mundo y, claro, reparar los daños que las criaturas dejan con su paso por el canal vaginal.

¿Es cierto que estas cirugías se hacen por estética?

Las vaginoplastias y la reconstrucción perineal sí se prescriben por razones médicas como incontinencia, derrumbamiento de paredes vaginales e incluso desprendimiento de la vejiga o el útero. En el caso de las labioplastias, hay casos en que la elongación de los labios es muy grande y esto provoca incomodidad en la paciente, se pueden lastimar con ropa ajustada, por ejemplo, y ya no es sólo cuestión de estética, en otros casos se trata más bien de autoimagen.

¿Estas operaciones afectan a la sensibilidad en la zona genital?

Montaño: No que yo sepa, pero mira, los labios menores son tejido eréctil, tienen muchísimos vasos sanguíneos; durante la relación sexual se llenan de sangre, no es como la piel, se parecen más al escroto y tienen muchísimas terminaciones nerviosas. Sirven para proteger el clítoris, llegan hasta el capuchón que lo cubre, y como vestíbulo vaginal, entre la piel y la mucosa; sí tiene efectos fisiológicos, no son un adorno. Así que podríamos concluir que donde quites tejido eréctil va a disminuir sensibilidad, pero sólo en esa zona.

La remodelación del clítoris, en cambio, promete aumentar la sensibilidad y consiste en reducir el capuchón de piel que lo cubre, es una especie de circuncisión y se la recomiendan a las chicas que les cuesta mucho tener un orgasmo. En las labioplastias, básicamente se hace lo que la paciente pida, se recorta lo suficiente como para que los labios menores queden cubiertos y la vulva aparezca como una línea recta. Solamente te diré que un doctor americano llamado Red Alinsod incluso creó la "cirugía Barbie" que directamente extirpa los labios menores para que quedes… pues como una Barbie: lisita y con look plastificado.

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La verdad, yo pienso que no es muy normal esto de querer que te amputen los genitales, pero parece que la comunidad médica no está tan de acuerdo porque cuando les pregunté si hacían alguna prueba psicológica a las candidatas me dijeron que no.

¿Cuánto cuesta maquearse la vulva?

De la Peña: Bueno, es importante que quede claro que no es lo mismo pagar por una operación en un consultorio en Bosques de la Lomas que en una clínica en Azcapotzalco; también influye el personal que tengas a tu disposición y la institución para la que trabajes. De esos factores dependerá que una labioplastia, por ejemplo, te cueste entre 1.700 y 4.000 euros.

Como veis, barato no es, pero supongo que si ya te vas a tunear la rajita, vale la pena invertir en ello y averiguar bien con quién te lo haces, no vaya a ser que termines con unas orejas de pitbull en la entrepierna, o como Jenna Jameson, que tuvo que sacar su dulce coño de circulación tras una vaginoplastia fallida.

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes?

De la Peña: Retracción cicatricial, cambios de coloración, dolor, irregularidad en la forma de los labios y perforación… Pero prácticamente todos se pueden arreglar, de hecho yo mismo atiendo varios casos de chicas que buscan correcciones a cirugías anteriores.

Montaño: De verdad que es muy importante que estos procedimientos se hagan por gente que sabe. Tengo una paciente a la que prácticamente le amputaron los labios menores, incluido el capuchón del clítoris, no quedó nada. Ahora tiene una incomodidad permanente, el clítoris quedó expuesto y esto provoca que ni siquiera tolere llevar pantalones tejanos.

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¿Cuánto tiempo tardan en recuperarse la paciente y su conejo?

De la Peña: Lo importante es respetar el mes y medio de abstinencia, que es el promedio de tiempo de recuperación; la incapacidad, como tal, dura un fin de semana.

¿Qué debería tener en cuenta una chica que quiera arreglarse la almeja?

Montaño: En primer lugar "¿Qué edad tengo?", "¿Quiero tener hijos?", "¿Cuándo y cómo los quiero tener?" Es importante pensar en el futuro, lo mismo que pasa con un tatuaje. Si te haces uno de estos procedimientos de muy joven, puede que cuando tengas treinta y pico ya no seas la misma persona y te arrepientas. Un cirujano responsable también debe considerar esta clase de cosas: "¿Para qué te voy a hacer una vaginoplastia ahora si piensas tener un hijo en los próximos cinco años?"

En segundo lugar "¿Por qué me lo quiero hacer?" Después deberían consultar la opinión de un especialista sin conflictos de interés (yo creo que el 90% de los ginecólogos pueden hacer una evaluación de este tipo), y una vez decididas, yo les recomendaría escoger un cirujano de quien hayan visto unos resultados que se ajusten a sus gustos.

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Así están las cosas, chavalas. Después de hablar con los médicos y leer todo lo que encontré sobre el tema, hay algo que me sigue inquietando: si ya sabemos que las imágenes con las que nos bombardean los medios están totalmente alteradas, ¿por qué somos tan tontas? Si todas las evidencias demuestran lo contrario, ¿por qué cometemos el error de pensar que un coño tiene que ser una línea recta con el interior rosado? Solamente decidme: ¿quién coño os dirá, en el momento de la acción, que no follará con vosotras por tener los labios de tal o cual forma? Sería tan idiota como devolver una hamburguesa por no parecerse a la de la foto del menú.

Sigue a Mariana en Twitter: @dorotrix