Recuerdo cuando sólo las chicas obsesionadas con la delgadez y los jugadores de rugby (“entrenador, me han golpeado en las costillas. ¡Bleuaargh”) tenían una nada saludable fijación con echar la pota. Ahora… Bueno, ahora parece que tú también has caído.
Es una lástima.
Y es una lástima que además tengas una cámara fotográfica.
Y que encuentres interesante, u original, o divertido, sembrar internet de fotos de gente devolviendo al mundo la cena de ayer, ya un poquito disuelta, por el mismo sitio por donde entró.
Por favor, para ya.
Publicidad