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Las cosas más repugnantes que la gente se deja en los probadores

Básicamente salva-slips, tampones, semen y bolsas llenas de mierda.
Illustrations by Florian Appelt

Todos hemos tenido que trabajar en algo que no nos gusta. Además del de niñera y camarera, otro de los clásicos odiados es el de dependienta en una tienda de ropa. Me cuesta creer que exista alguien que trabaje en un sitio así porque es su pasión o que tenga intención de hacerlo para el resto de su vida.

La próxima vez que vayas de compras, echa un vistazo a tu alrededor y fíjate en lo enfadadas que parecen estar la mayoría de las dependientas. Su trabajo consiste en ordenar lo que la gente va desmontando y a la vez ser amables con ellos. Por si doblar ropa eternamente no fuese lo suficientemente divertido, también tienen que ocuparse de los probadores, que se las traen, sobre todo si se han dejado cosas asquerosas por ahí tiradas que no cogerías ni con unas tenazas, pero que te ves obligada a coger porque es tu trabajo. Aquí os ofrecemos algunas de las historias más tristes vividas en el infierno de los probadores.

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"Yo siempre estoy en los probadores. Nunca me ponen en caja, pero bueno, los dos trabajos tienen sus cosas malas. Hay que ir con mucho cuidado al tocar las cosas. A la gente le decimos que al salir se lleven las prendas que se han probado, pero no podemos estar siempre encima de ellos, sobre todo cuando hay mucho trabajo, porque no nos da tiempo a limpiar las cabinas. Una vez, al final de mi turno, cogí un montón de ropa sin pensar. Por suerte había tanta que solo me llevé la mitad, porque justo debajo había una maxicompresa con muchísima sangre seca. Pensar que casi toqué esa cosa asquerosa y reseca me ponía mala. Le tuve que pedir a una compañera que la quitara con una bolsa de basura".

- Johanna

"Al final del día siempre tenemos que limpiar los probadores, lo cual es un fastidio. La gente se olvida de todo: bolsas de la compra, barras de labios y cositas así. Lo peor que me he encontrado fue un condón vacío pero húmedo. Sabía qué pareja había sido porque había limpiado esa misma cabina justo antes de que entraran. Para colmo, no se les había ocurrido otra cosa que esconderlo debajo de la peluca de un maniquí. No quiero ni pensar qué hicieron con la peluca".

- Álex

"La verdad es que me encanta mi trabajo. Te relacionas con la gente y la mayoría es muy maja. Es cierto que algunos se comportan como animales, meándose y cagando donde primero pillan. En serio, hay mascotas más educadas que muchos de los clientes que han pasado por aquí. Una vez vinieron dos chicos jóvenes que orinaron en los probadores. Los dos, como si fuera un lavabo público. Nuestros probadores tienen moqueta y claro, eso empeoró las cosas. Nos pusimos nerviosas por si el olor llegaba a los otros probadores. Menos mal que teníamos productos de limpieza industriales. Cerramos aquel probador y nadie se dio cuenta de nada".

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- Sarah

"Espero no volver a tener que recordar esto, pero bueno, que sirva para que la gente sepa que no se puede hacer. Una tarde me encontré una bolsa de plástico en la esquina de uno de los probadores. He aprendido a ser más cuidadosa con el tiempo, así que no la toqué. Fue una gran decisión, porque dentro había un montón de mierda apestosa y no era de ningún animal, era mierda humana. Me puse unos guantes y la tiré cogiéndola con la punta de los dedos. Me pasé el resto del día con el estómago revuelto".

- Isa

"Me encuentro muchos tampones en los probadores, ya estoy acostumbrado. Pero una vez alguien vació una caja entera de tampones en el suelo. Estaban por todas partes y tuve que recogerlos uno por uno. Me cabreó bastante".

- Caro

"Había oído que la gente folla en parques, festivales y otros sitios públicos, pero no conocía a nadie que lo hubiera hecho. Pero por suerte o por desgracia para mí siempre hay gente que va contra lo establecido. Era viernes por la tarde y en hora punta, así que estaba muy ocupada. Mientras estaba trabajando, de repente oí unos gemidos suaves. Tonto de mí, pensé que a lo mejor se había desmayado alguna viejecita, así que miré por el quicio de la puerta y vi dos cuerpos desnudos abrazados. Me violenté mucho y no les molesté. Solo quería olvidarme de lo que acababa de ver".

- Jakob

"Una vez estaba limpiando por fuera de los probadores y recogiendo ropa. Mientras cogía todas las etiquetas y las perchas que había por el suelo, miré hacia uno de los probadores y vi que había una chica chupándosela a su novio. Era muy típico, como en las películas. La chica estaba de rodillas y él estaba sentado en un taburete. Me quedé tan sorprendida que solté lo que llevaba en las manos. Luego oí movimiento en el probador: los había interrumpido. Me fui corriendo al almacén y me escondí, para no tener que mirarlos a la cara cuando salieran".

- Ajsa