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El estigma de ser colombiana en México

Desde el año 2012 cinco mujeres colombianas jóvenes han muerto de forma violenta en México.

Desde el año 2012 cinco mujeres colombianas jóvenes han muerto de forma violenta en México. Según las autoridades, Alejandra, de 27 años, así como Sara y Stephanie, ambas de 22 años, por alguna razón se aventaron de un balcón. Mientras que Astrid, de 32 años, fue asesinada por un "ajuste de cuentas", al igual que Mile, de 31 años, cuyo caso tomó relevancia pues con ella también fueron ultimados el fotoperiodista Rubén Espinosa, la activista Nadia, la maquillista Yesenia y la trabajadora doméstica Olivia.

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Por este motivo, un grupo de colombianas, convocadas por el colectivo Me muevo por Colombia, tomaron el Parque Hundido, al sur de la Ciudad de México, para rendir homenaje a estas chicas y exigir a la procuraduría que se esclarezcan sus muertes y deje de estigmatizar a estas mujeres, a quienes les ha creado un perfil: son guapas, trabajan como modelos, edecanes o prostitutas y están relacionadas con el crimen organizado.

Ahí, entre la música de tambor, maraca y palmas para recordar a sus muertas, 60 mujeres también exigieron justicia por los homicidios de los cinco jóvenes asesinados en Veracruz el año pasado, así como una investigación seria en los casos de desaparición forzada de Helio Toro Valenzuela, Jakeline López Patiño y Alia Vanesa Uribe.

Platicamos con algunas colombianas que residen en México para saber por qué decidieron venir y si han sido victimas de la estigmatización por autoridades u otras personas debido su nacionalidad.

MAYERLY
Gestora cultural en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Vive en México desde hace 18 años.

VICE: ¿Por qué decidiste venir a México?
Mayerly: Llegué a los 16 años. Qué loca. Ahorita lo pensaría como 800 veces. A mí me dijeron un lunes: "Maye, ¿se quiere ir a México? Su tío necesita ayuda, se siente enfermo", y no sé qué. Y para el domingo ya estaba en el avión. Yo me vine sin investigar universidades, sin nada, pero me sonó a oportunidad. "Vámonos". Me salí del país, me salí de casa de mis papás, dejé a mi mamá. Llevo aquí la mitad de mi vida. Ya digo que soy colombo-mex totalmente.

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¿Qué es lo que más te gusta de México?
La gente y el cariño que uno siempre recibe de los mexicanos, eso me parece maravilloso. Son siempre tan tolerantes, tan comprensivos, con tantas ganas de ayudar. Eso me parece fantástico.

¿Has tenido algún problema por ser colombiana?
En muchas ocasiones. Es frecuente que quizás se confunda la amabilidad con coquetería. Me pasa mucho. Lo vive uno, lo escucha y aprende a convivir con eso. O vas cambiando cosas, también. Por ejemplo, algo que me pasaba mucho es que yo estoy acostumbrada a tocar a la gente, entonces a veces se malinterpreta y he tenido que estarme más quieta o no ser tan efusiva en los saludos. La vestimenta es algo que modifiqué completamente. Trato de estar con cuellos altos o no usar faldas, menos si voy a usar el metro.

¿Has sufrido algún incidente con autoridades mexicanas por tu nacionalidad?
Me pasó algo terrible hace 12 años. Compré una camioneta en la frontera [con Estados Unidos] y me la traje. Fue un dos de enero. Iba a sacar las placas y en eso me agarraron, en Tlalnepantla. No fue precisamente a mí, sino a un chico que iba conmigo. No traía la licencia. Empezaron a decir que la camioneta era robada, que de dónde había sacado esos papeles, que no se qué. Les mostré mis papeles colombianos y me dijeron: "¡Ay, no! Además colombiana. Pues hay que revisar esta camioneta porque la trae de la frontera".

Nunca me hablaron de una multa por no traer licencia de conducir, porque los papeles todos venían bien. Me dijeron que directamente íbamos a ir a la PGJ y metieron al chico a los separos. Y entonces yo estaba discutiéndoles. Tuvo que venir mi hermano, mi pareja y un abogado. Llegó un momento que de plano el ministerio público dijo: "Yo con esa chica no quiero hablar. Hablo con un hombre, con cualquiera que sea responsable. No quiero hablar con ella. Traigan a un abogado o meto a esa chica a los separos".

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Me tuvieron que sacar de la negociación. Una cosa que pudo haber parado con una multa, terminó en diez mil pesos a las cinco de la tarde, porque cada hora iba subiendo. Empezó con la licencia, siguió con falsificación de documentos, después ya era robo de la camioneta. De plano mi compañero me dijo: "Maye, vámonos porque esto se está poniendo muy grave. Deja que lo resuelva tu hermano con el abogado".

¿Qué podemos hacer para terminar con la estigmatización?
Yo creo que es un trabajo arduo. No solamente es en México, también en Colombia. No te creas, traemos el estigma sobre nosotros mismos. Cuando salen estos casos hay muchos colombianos que te dicen: "pues seguro estaba en algo". Y eso es terrible. Partimos del prejuicio todo el tiempo. Y es lo que nosotros queremos poner sobre la mesa. Es bien difícil quitar las ideas que nos han hecho los medios de comunicación, las telenovelas, las series y el cine sobre nosotros mismos. Eso es una mentira. Nosotros debemos darnos cuenta quién es Mayerly Beltran, la chica que nació en Bogotá; quién es esa bogotana que recibió esta educación pero que migró y que ha tenido que transformarse. En la medida que entienda quién soy yo puedo también entender al prójimo, ser tolerante con el otro, ser generoso con el prójimo y no permitir que la vida se acabe por nuestra falta de tolerancia, y además se revictimice a estas personas por su nacionalidad. Les pasa a los colombianos aquí, les pasa a los mexicanos en otros lados y aquí mismo. Es una cantidad de prejuicios que lo único que hacen es hacernos vivir en la diferencia, pero en una forma negativa, no en la diferencia de forma constructiva, en la que la tolerancia nos conduzca a la paz.

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SANDRA
Estudiante de doctorado en el Cinvestav del Politécnico. Vive en México desde hace un mes.

VICE: ¿Cómo llegaste a México?
Sandra: En Berlín tuve la suerte de conocer a mi pareja. Él vino a México en una plaza de la UNAM y yo me vine como proyecto de pareja.

¿Has sido estigmatizada por ser colombiana?
Sí. He venido cinco veces a México y he tenido problemas en Migración. Cuando he presentado mi permiso de residencia alemán no me ponen problema. En marzo pasado cuando viajé de Colombia a México me detuvieron en migración del aeropuerto por dos horas, me trataron muy mal, sin excusa alguna, sólo porque era colombiana. Me dijeron que todas la colombianas veníamos a casarnos ilegalmente, sin dinero para apropiarnos de trabajo ilegal y me acusaron de tener un matrimonio ilegal, cuando tengo un matrimonio legal con un mexicano.

Pese a todo quieres vivir en México.
Sí porque acá está mi vida, está mi pareja y es un país que quiero. Quiero estar acá. Me encanta, me parece maravilloso. Es un país muy cercano a Colombia, con muchas problemáticas, como Colombia, pero también con gente muy amable, muy cálida, muy cordial.

¿Qué es lo que más te ha gustado del país?
La gente, son muy buenos académicamente, son muy amables en la calle y tienen espíritu de alegría, muy similar a Colombia. Yo que vengo de Alemania entiendo que México y Colombia son muy cercanos. Hay vida acá.

¿Que debemos hacer para terminar con la estigmatización hacia las colombianas?
Mostrar la otra cara de los colombianos. No sólo hay drogadicción y prostitución entre la gente que viene a México, también hay gente que viene a aportarle al país.

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ADRIANA
Edecán. Vive en México desde hace cinco años.

VICE: ¿Has sufrido estigmatización por ser colombiana?
Adriana: Sí. Por el sólo hecho de ser colombiana piensan que uno es prostituta, que vienes a robar o a traer drogas. Pero principalmente por ser mujer colombiana piensan que eres prostituta. A veces en los eventos de mi trabajo, la gente que va pasando, de los mismos clientes del lugar, me hacen propuestas, por un ratito me proponen "es tanto". No estoy en contra de eso; la que lo quiera hacer que lo haga, pero la estigmatización de ser colombiana y trabajar como edecán ya es sinónimo de prostituta y no es así la cosa.

¿Por qué decidiste trabajar en México?
Porque me encanta México. Siempre quise vivir aquí. No se qué tiene. Tal vez lo que veía en la novelas, las rancheras.

¿Qué es lo que más te ha gustado del país?
La gente, la comida. Me gustan los tacos de bistec, las enchiladas y el pozole.

¿Qué podemos hacer para terminar la estigmatización hacia las mujeres colombianas?
Que la gente sea de mente más abierta, que entienda que vienes a trabajar. Y que, así sean prostitutas, todos tenemos derecho a la vida.

DIANA
Estudiante de psicología. Vive en México desde hace dos años.

VICE: ¿Cómo llegaste a México?
Diana: En octubre de 2013 conocí a José, mi esposo mexicano. Él tenía que estar en Colombia por trabajo. Nos conocimos, nos enamoramos y él, por su trabajo, tuvo que regresar a México en el 2014. Me dijo que me viniera con él y desde agosto del 2014 vivo acá con mi esposo.

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¿Qué es lo que más te gusta de México?
Desde que yo llegué la gente ha sido muy amable conmigo. La verdad, me han tratado muy bien. Cuando llegué me sentí muy acogida y he conocido personas muy maravillosas acá. Buenas personas.

¿Has sufrido acoso por ser colombiana?
No he sentido ningún acoso. Lo único que sí me molesta es que a mí no me gusta que me llamen "La colombiana", como si mi nombre no valiera. Yo no me llamo "Colombiana" o "La Colombiana".

¿Qué podemos hacer para no estigmatizar a las mujeres colombianas?
Si una mujer, sea del país que sea, decide dedicarse a una actividad, no importa. Ella tiene derecho a hacer lo que quiera mientras no le haga daño a nadie. Ella tiene derecho a ser edecán, modelo o prostituta. Yo creo que los seres humanos tenemos derecho a ser lo que queramos ser. Y eso tiene que respetarse y no por eso tienen que matarlo a uno. No se justifica que una a mujer, sea del país que sea, la maten. Eso me parece inadmisible. La vida en general se debe de respetar. Todos somos iguales y tenemos derecho a vivir. Tenemos que empezar por eso, por respetar el más importante derecho que tenemos y es a la vida.

Hoy aquí esperaba ver a la embajadora o a la cónsul, la que sea, porque ellas nos representan en este país. Y me parece que aquí nosotros estamos solos. Eso significa que aquí en México la embajada y el consulado no sirven para nada. ¿Para que están? Ellos deberían estar aquí, de primera, poniendo la cara, defendiéndonos, limpiando nuestros nombres. ¿Y qué están haciendo ellos? Almorzando en familia. Y las personas que están esperando a sus familiares porque están desaparecidos, ¿qué? Y las familias que perdieron a sus hijas, a sus mamás, a sus esposas, ¿dónde?

Aquí nosotros no tenemos respaldo. Estamos solos.

@MemoMan_

@CronicasAsfalto