Así es sacar a la luz aventuras amorosas para ganarte la vida

Jack Roberts, investigador privado

En la novela The End of the Affair (El fin del romance), el autor Graham Greene describe el adulterio como "parte de la vida moderna". Escribió estas palabras hace 65 años aproximadamente; sin embargo, hoy en día siguen siendo igual de ciertas. Hay algunos programas de televisión que nos revelan lo que ocurre detrás de las puertas de los hoteles y, el verano pasado, el sitio de internet Ashley Madison llegó a los titulares de todo el mundo después de que unos hackers hicieran público el nombre de millones de personas que se registraron en el sitio con la esperanza de comenzar una aventura amorosa.

Jack Roberts, un investigador privado, tiene la tarea de exponer aventuras amorosas. Su trabajo lo ha hecho viajar por todo el mundo, se ha tenido que subir a aviones, seguir de cerca automóviles y espiar a personas en hoteles de poco fiar para revelar la terrible verdad de las parejas de sus clientes. Cobra alrededor de 5,800 pesos por cinco horas de vigilancia y tiene más de dos décadas de experiencia. Esto es lo que me contó sobre su trabajo.

VICE: Hola Jack. ¿Qué es lo que hizo que decidieras convertirte en investigador privado?
Jack Roberts: James Bond. Mi padre me llevó a ver El espía que me amó cuando tenía 11 años y de ahí surgió el interés. Así que hace 23 años comencé a rastrear a gente que debía dinero. Luego, en 1994, comencé a trabajar en casos matrimoniales.

¿Qué es lo que ocurre cuando alguien llega y te dice "creo que mi esposo tiene un romance"?
Primero, busco señales de advertencia. Pido que me cuenten los "antecedentes". Por ejemplo, les pregunto cuánto tiempo pasa su pareja fuera de casa. Algunas personas le dicen a su pareja que van al trabajo pero su kilometraje del auto dice otra cosa, han dejado de tener relaciones sexuales, o su pareja se lleva siempre el teléfono al baño.

¿Cuando la gente sospecha que su pareja la/lo está engañando está en lo cierto?
Por lo general, si el río suena, hay que investigar. En muchas ocasiones, las mujeres tienen razón. Las mujeres tienen como un sexto sentido. Muchos hombres son sólo paranoicos. Nosotros somos el último recurso para las mujeres, en cambio los hombres acuden a nosotros cuando simplemente algo no está bien. Sin embargo, no hacemos suposiciones demasiado pronto. A veces resulta que la pareja tiene una adicción a las drogas o al juego, en vez de una aventura.

Entonces, ¿cuál sería una prueba de que les están siendo infieles?
No puedo hablar por el cliente. A veces sólo tenemos que demostrar que tienen intimidad con otra persona: que se agarran de la mano o se besan. Sin embargo, hay quienes hasta llevan una doble vida. Tuvimos a un cliente que vivía con su esposa de lunes a viernes, pero los fines de semana nunca iba a casa. No fue hasta su muerte que la clienta se enteró que había tenido una doble vida; después del funeral, vio un arreglo floral en la tumba que era "De Jane y familia", que decía: "Voy a seguir amándote". La clienta se acercó y nos dijo: "¿Qué demonios es esto?" Investigamos durante un mes y descubrimos que los fines de semana vivía en el domicilio de otra dama. Tenían un hijo y todo. Durante 16 años.

¡Guau! Estoy seguro que has de tener que dar muy malas noticias.
Sí. Me he acostumbrado a comportarme como consejero y a dar las malas noticias de la mejor manera posible. Pero nunca les ocultamos cosas, les decimos lo que necesitan oír.

¿Qué tan lejos llegarías para investigar a alguien?
Nunca estoy seguro de donde voy a terminar. A veces salgo a las 8 AM y ya no vuelvo a casa esa noche. Tienes que estar preparado para cualquier eventualidad, porque nunca sabes qué es lo que la persona a la que investigas hará. La mayoría del tiempo llevo un pasaporte y algo de dinero. Hace unas semanas, mi colega y yo tuvimos un caso en que el cliente se tenía que ir de viaje a Estados Unidos y nos pidió que vigiláramos a su marido en Londres. El marido viajó desde Hampshire hasta St Pancras en el Eurostar… Terminamos siguiéndolo hasta París. Se registró en un hotel y allí se encontró con una señora. Así que nosotros también nos hospedamos ahí y lo grabamos todo. Tuvimos que pasar la noche ahí, pero conseguimos lo que queríamos.

¿Alguna vez te ha sido imposible saber si tienen una aventura o no?
A veces toma tiempo. En un caso, el esposo de 84 años de edad de mi clienta le dijo que iba a salir a comprar pan y luego desapareció por completo. Lo estuvimos buscando durante dos meses sin tener éxito. Era un tipo inteligente, ex militar, y se había encargado de ocultar todas las pistas. Nunca le dijo a nadie a dónde iba. Finalmente, logramos localizarlo y lo seguimos hasta llegar a su casa a 15 kilómetros de su antiguo hogar, donde vivía con una nueva mujer que, al igual que mi clienta, tenía como unos 70 años. Estuvo casado con mi clienta durante 28 años y un día decidió desaparecer.

¿Sólo trabajas con parejas casadas?
No siempre. Tuvimos un cliente estadunidense que tenía más dinero que sentido común. Tenía como unos 40 años y comenzó a salir con una prostituta de unos 20 años. Él la persuadió para que dejara su trabajo y se comprometió a pagarle la renta de su departamento. Mientras tanto, él quería que nosotras la vigiláramos y revisáramos si seguía trabajando como prostituta. Así que mi colega se hizo pasar por cliente y la contactó por internet.

¿Y la novia de tu cliente se presentó al encuentro?
La mujer que se presentó a la cita resultó ser una diferente. Pero nos dimos cuenta de que la joven pasaba tres noches a la semana en un burdel. Así que esa fue nuestra evidencia de que seguía trabajando.

Las relaciones extramaritales son un tema candente para los programas de televisión. Durante los últimos 20 años, ¿han aumentado los casos de investigación matrimonial?
En realidad siempre ha sido igual. Siempre van a haber este tipo de casos porque las personas siempre van a engañar y mentir. Como investigador profesional ayudo a mis clientes a revelar esas mentiras, para que puedan encontrar la paz y seguir adelante.

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