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Este artículo fue publicado por originalmente en Munchies.
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La comida espacial no tiene una gran reputación. O sea, igual es nutritiva, pero tiene poco de apetitosa.
Sin embargo, la realidad es que los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional disponen de alrededor de 200 platos distintos a elegir (en su mayoría, deshidratados), mientras flotan más allá de la estratosfera. De hecho, en los años 70 las barritas energéticas funcionaron tan bien entre los astronautas, que se decidió empezar a comercializarlas entre el público general.
Ahora mientras la NASA da un nuevo paso más allá de la orbita de la Tierra, se está encontrando con nuevos desafíos culinarios: ¿con qué alimentar a los astronautas en el espacio exterior? La NASA prevé proyectar a su nave espacial Orión a 64.373,5 kilómetros más allá de la Luna, rumbo al espacio sideral, lo que significa que estará demasiado lejos como para rellenar combustible y renovar existencias regularmente. Así que: ¿cómo se alimenta a una nave y a su tripulación que va a estar tan lejos durante tanto tiempo? Eso es precisamente en lo que está trabajando la agencia espacial estadounidense.
“Actualmente no existe ninguna barra energética comercialmente disponible que se ajuste a nuestras necesidades, de manera que tenemos que hemos tenido que diseñar algo que nuestra tripulación pueda consumir, al tiempo que conseguir que se trate de un alimento que no caduque en varios años”, comenta a través de una nota de prensa Takiya Sirmons, una nutricionista que trabaja para el equipo de Comida Avanzada.
La escala de la nueva expedición significa que la reducción de peso será también clave para su éxito, casi tanto como la eficacia del combustible que alimentará a la nave. El desafío para los nutricionistas científicos de la NASA no es otro que condensar tantos calorías, nutrientes, sabores (como naranja de arándonos y frutos secos grillados) en una barrita que sea lo más compacta posible.
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“Cuando tienes entre 700 y 900 calorías de algo, no puedes evitar que el producto no tenga algo de masa, sin perjuicio de su forma, de manera que estamos evaluando como ahorrar en masa. Y lo estamos haciendo reduciendo la manera en que empaquetamos y almacenamos los desayunos de la tripulación durante los primeros viajes de la nave Orión”, comenta Jessica Vos, subdirectora de salud de la misión Orión. “Cuando piensas en una misión en Orión que llevará varias semanas, tener únicamente un paquete que contenga el desayuno entero de la tripulación no ayudará a reducir el espacio que necesitamos para almacenarlo”.
Las nuevas barritas espaciales seguirán teniendo el aspecto de comida espacial o de comida carcelaria, sin embargo es posible que la tripulación del Orión ya esté comiendo ensaladas espaciales para cuando la nave despegue, en el año 2021. LaNASA se encuentra actualmente ensayando un sistema al que ha bautizado como El Vegetariano, que se describe como el destacamento de una unidad para el cultivo de plantas, capaz de producir cosechas de ensaladas para suministrar a la tripulación de los nutrientes necesarios, además de una fuente segura de comida fresca, y de una herramienta para estimular la relajación y el disfrute del tiempo libre”.
Claro que, de momento, solo estamos hablando de barritas energéticas grilladas de 900 calorías.
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