Cada vez hay más noticias sobre posible vida en otros planetas, ¿nos están preparando para algo?

Como el planeta y los humanos me importan una mierda siempre me detengo con cierto interés ante las noticias que proponen que exista una ínfima posibilidad de vida extraterrestre Tierra. Son momentos de ilusión. ¿Tendrán tarjetas de descarga en MP3 los discos de los extraterrestres? ¿Qué tal les saldrá el vino?

Recuerdo que encontrar estas noticias en medios generalistas siempre ha sido un poco complicado, pues normalmente eran carne de revistas y medios especializados en el tema de “lo sorprendente”, o sea, de una fiabilidad casi inexistente. Pero, curiosamente, últimamente —estos últimos dos o tres años— tengo la sensación que las noticias de esta índole están más presentes en periódicos normales y telediarios, saliendo de su círculo más paranoide.

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Últimamente hemos tenido ese gran hit que fue el asteroide ese llamado Oumuamua, del cual decían que podía tratarse de una nave —o algo— extraterrestre emitiendo algún tipo de señal; o el planeta K2-18b, casi ocho veces más grande que la Tierra, que orbita una estrella enana roja y cuya atmósfera podría contener agua al encontrarse en la zona habitable, esa distancia de su estrella que permite que el agua permanezca en estado líquido; o indicios de posible vida en Marte.

Ante todos estos pequeños destellos de vida fueras de nuestras fronteras yo me pregunto varias cosas. La primera: ¿Podría ser que ya se sepa que existe vida en otros planetas —incluso que ciertas élites estén ya cerrando tratos comerciales con ellos— y que todas estas noticias solamente sirvan para allanar el terreno para cuando salga la noticia bomba de que llevamos décadas interactuando con seres extraterrestres? Quién sabe.

Contacté con Pablo Vergel —cociólogo, escritor, colaborador del programa Cuarto Milenio y editor en Reediciones Anómalas— para que me iluminara sobre este tema.

VICE: Estos últimos años han ido apareciendo muchas noticias que nos animaban a pensar en posible vida extraterrestre, como el caso del asteroide Oumuamua o el descubrimiento de enormes planetas como la Tierra con una atmósfera similar. Todas ellas noticias respaldadas por la comunidad científica (ese ente), lejos de los avistamientos de ovnis más ligados a fantasías, paranoias y ficciones humanas. ¿Crees que se está preparando al ciudadano común para alguna especie de revelación?
Pablo Vergel: Antes de nada, me gustaría aclarar que desde hace ya décadas la mayoría de los ufólogos e investigadores ovni consideran que detrás del fenómeno no se esconde una hipotética presencia extraterrestre. Es decir, la gente que más tiempo y rigor le han dedicado a este tema no cree que supuestas visitas alienígenas puedan explicar los avistamientos, los encuentros cercanos o las abducciones.

La Hipótesis Extraterrestre (es el nombre con el que se la conoce) hace tiempo que no se considera como prioritaria, pero sin embargo la cultura popular (con la ayuda de algunos investigadores románticos y divulgadores sin complejos, todo sea dicho) sigue anclada en esa idea. Probablemente porque conecta con uno de nuestros anhelos fundamentales: no sentirnos solos en el universo.

Tras esta pequeña puntualización, sí que es cierto que se suceden este tipo de noticias científicas con cierta regularidad, pero la verdad es que al final no dejan de ser especulaciones y dudo que sean parte de una campaña orquestada para prepararnos para el supuesto shock que supondría descubrir vida extraterrestre.

Lo que si dejan entrever es el enorme interés que suscita la más mínima posibilidad de descubrir otro tipo de vida en el universo. En el fondo, los humanos nos sentimos algo náufragos en este inmenso cosmos y estas noticias son destellos que nos permiten albergar la esperanza de que no estamos solos.

Pero sí que este tipo de campañas mediáticas existen, no en particular con el tema ovni pero sí que los medios han ayudado a cambiar paradigmas mentales.
Sí, es una estrategia habitual en marketing de consumo y político. Los famosos globos sonda que gobiernos o lobbies dejan caer a la opinión pública para ir condicionando una posible respuesta. Pero ya digo, eso presupone que los gobiernos disponen de información privilegiada sobre vida extraterrestre y, sinceramente, dudo que ese sea el caso. Sí, le han dedicado, y siguen haciéndolo, recursos a estudiar e investigar algunos fenómenos inquietantes pero probablemente anden tan perdidos como nosotros sobre la naturaleza final del fenómeno.

¿Podrían ser estas noticias una especie de reacción a la falta de creencias en occidente (la gran caída de las religiones y los ideales políticos)? ¿Necesita el ser humano crear y creer en seres superiores desconocidos para no hundirse en la triste realidad de su soledad?
Gustav Jung en los últimos años de su vida mostró un enorme interés sobre el fenómeno ovni y llegó a conclusiones muy similares a las que tu pregunta sugiere. El interpretaba los ovnis como un nuevo mito moderno, actualizado, que venía a substituir las mitologías y creencias del pasado.

En cierta manera, el declive de las religiones del pasado ante el auge del racionalismo y el progreso científico nos iba a llevar a una nueva edad de oro y, sin embargo, nos han conducido a un mundo amenazado por el holocausto nuclear y el colapso medioambiental. Esto evidentemente ha hecho que mucha gente se refugie en cierto tipo de creencias en las que los dioses de la antigüedad son substituidos por extraterrestres cuasi-divinizados con mensajes de redención de la humanidad. Este tipo de mensajes son una constante en el fenómeno contactista y no parece que sea casual.

¿Son estas creaciones de fantasías una forma de control de la población?
Es algo defendido por bastante investigadores aunque a veces de manera muy distinta e incluso contradictoria. La vinculación entre fenómeno ovni y los servicios secretos es evidente, pero hay gente que afirma que las agencias gubernamentales tratan de evitar a toda costa que se descubra la presencia extraterrestre, mientras que otros defienden todo lo contrario, creen que los ovnis son la cortina de humo ideal para camuflar otras cosas y desviar la atención de la opinión pública.

No obstante, hay investigadores como Jacques Vallée, que van mucho más lejos y piensan que los ovnis son la manifestación, el síntoma, de la existencia de un sistema de control de las creencias humanas cuya naturaleza está por definir. Una especie de superinteligencia que interactúa con las culturas humanas y cuyas intenciones se nos escapan.

¿Está resurgiendo la, digamos, ovnimanía a partir de estos descubrimientos? ¿Está la reciente “invasión” del Área 51 relacionada con todo esto?
Lo cierto es que distintos acontecimientos están poniendo el foco mediático en los ovnis. La invasión virtual del Área 51 o el interés que despiertan los incidentes ovnis reconocidos oficialmente por la marina estadounidense así lo demuestran. Pero esta sensación de inminencia, de que algo va a pasar no es nueva. Esto ya ha pasado. Se han hecho grandes anuncios, se han creado enormes expectativas y luego la gran revelación nunca llega. Pero para entonces, algunos ya han hecho su agosto. El caso To The Stars, grupo estadounidense que se encuentra detrás de las últimas revelaciones ovnis, es el penúltimo ejemplo de oportunismo ufológico.

La idea de que los extraterrestres existen y nos visitan, vende y hay gente que no tiene ningún reparo en satisfacer esa demanda. Aunque ya adelanto que todos estos supuestos bombazos ,como pueden ser las cintas de la autopsia de Roswell o la momia de Maussan, suelen dar paso a una enorme frustración. Este sensacionalismo desaprensivo es posiblemente el mayor enemigo de los que creemos que el fenómeno ovni es algo digno de estudio.

¿Creen realmente los seguidores más “pop” del fenómeno en el propio fenómeno o es más un meme para sentirse parte de una comunidad?
Todo el revuelo alrededor de la invasión del Área 51 fue básicamente una broma viral que nació, vivió y murió en Facebook. Puro cachondeo memético. Sin embargo el día 20 de septiembre, todo el mundo estaba pendiente de un recóndito lugar del desierto de Nevada. Lo ovni tiene muchísimas capas y efectivamente existe una cultura pop alrededor del mismo que yo considero bastante reveladora.

¿En qué sentido?
Creo que los mitos tienen una importante carga simbólica y los ovnis, independientemente de su naturaleza final, conforman una potente mitología que conecta con muchas de nuestras inquietudes: ¿Estamos solos en el universo? ¿Somos capaces los humanos de solucionar nuestros problemas? ¿Podemos confiar en nuestros gobiernos? ¿Es el mundo tal y como lo conocemos realmente? Así que volviendo a tu pregunta, creo que aunque se participe a un nivel superficial o frívolo de la cultura ovni, sí que en cierta manera se acaba conectando, de una manera velada y quizá inconsciente, con esas cuestiones trascendentales que subyacen en las manifestaciones del fenómeno.

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