Incluso en retrospectiva, ahora que Nigel de Jong fue liberado este miércoles con destino al Galatasaray, vía transferencia gratuita, es difícil entender qué motivó al equipo del Galaxy de Los Ángeles para ficharlo.
Contratado en enero, justo en la fecha límite de la ventana de transferencias, y proveniente del AC Milán, de Jong le aportó al Galaxy y a la MLS la distinción de un futbolista de renombre más en la nómina; con la única excepción que de Jong se había dado a conocer, principalmente, por otras cosas. Era —sigue siendo, en realidad— un mediocampista de la estirpe más dura que pone orden en el campo. La agresividad de sus barridas nos remontan a la década de los 80 y 90, cuando los rufianes solían salirse con la suya por faltas que hoy en día se sancionarían con una expulsión.
Videos by VICE
En Estados Unidos, de Jong era famoso por haber fracturado la pierna de Stu Holden; la primera de una larga serie de lesiones que arruinarían la carrera del mediocampista de la Liga Premier. Y, por supuesto, no podíamos pasar por alto la descarada patada al puro estilo de Karate Kid sobre el pecho de Xabi Alonso en la final de la Copa del Mundo de 2010.
Este fue el futbolista que el Galxy fichó en sus cincos sentidos por razones que nadie puede entender.
Sin embargo, hay que reconocer que tuvo algo de sentido. Al contar con Steven Gerrard y Giovani Dos Santos, el Galaxy dejaba un espacio que nadie quería ni podía defender. El equipo necesitaba balance, un mediocampista capaz de aguantar y resguardar el territorio para que sus colegas al frente no tuviesen que regresar. De Jong había sido un jugador de élite, y a sus 31 aún no estaba tan alejado de sus mejores años. Además podría decirse que era el mejor jugador disponible para su posición en el Galaxy y valía los 500 mil dólares de su primera temporada, aunque fue precisamente su suelo multimillonario lo que finalmente provocó su salida.
Pero el historial de de Jong eclipsó por mucho el mérito de sus logros en el campo, y no tardó en regresar a los “pisotones” en la cancha. En el quinto partido de la temporada, lesionó al jugador de los Timbers de Portland, Darlington Nagbe, y sufrió una suspensión de tres juegos. Después, el 4 de julio recibió una tarjeta roja por una entrada sobre Blas Pérez y se perdió otros dos juegos.
El Galaxy —un club que se merece el crédito por acrecentar la credibilidad y relevancia de la liga gracias a su búsqueda de jugadores de renombre— ya no le vio el uso a un seguro de responsabilidad pública con pies como lo era de Jong. Finalmente, el club terminó transfiriéndolo.
La MLS dejó de ser un lugar precario luego de solidificar su lugar entre las ligas deportivas estadounidenses. De todos modos, esto no justifica traer a hooligans como de Jong, quien la gente asegura ser muy amable fuera de las canchas pero dentro intolerable. En episodio completo fue simplemente vergonzoso para la liga.
Hay suficientes mediocampistas en el marcado. Tal vez no todos los disponibles para el Galaxy son del calibre de de Jong, quien fue de mucha ayuda durante su estancia en los Estados Unidos cuando no se la pasaba suspendido.
Lo que motivó su salida es una cuestión de conjeturas. Se había dicho que el Galaxy estaba ansioso por deshacerse de él, y el Galatasaray encajó como un destino muy rentable. De todas formas, la MLS está mejor sin él.