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Actualidad

La semana de la moda de Islamabad

Fuimos a la semana de la moda de Islamabad y salimos vivos.

La primera Semana de la Moda de Pakistán fue un desastre. Celebrada el pasado año en Karachi, las fechas tuvieron que cambiarse dos veces y reducir sus dimensiones debido a los continuos cortes de luz y a la amenaza de los fundamentalistas islámicos de hacerles volar por los aires. Este año el acto se celebró a finales de enero en el Serena, un hotel de cinco estrellas en Islamabad. Dado que el otro hotel de cinco estrellas de la capital, el Marriott, sufrió en 2008 un atentado con bomba en el que murieron 54 personas y abrió un enorme cráter todavía visible desde el exterior del recinto, la competición por albergar el certamen no estuvo muy reñida. Al llegar descubrimos que se había establecido una vasta zona de seguridad alrededor de las casi 6 hectáreas de terreno del hotel, su perímetro delimitado por muros antiexplosiones y alambre de espino. Para llegar a las puertas del edificio, los visitantes tenían que hacer eslálom por varios puestos de control en los que se apostaban docenas de policías armados con AK-47s de culata plegable. El hotel, en sí mismo, no tenía nada digno que destacar: el mismo lujo importado, homogeneizado, que hoy en día cabe encontrar en cualquier sitio. Lo único que lo diferenciaba de un hotel de cinco estrellas en el centro de Londres, por ejemplo, era el hecho de que sus entrañas funcionaban también como refugio antibombas. Ya fuera por precaución o por algún otro motivo, los organizadores habían decidido que la Semana de la Moda se celebraría en ese área. Durante cuatro días vimos desfilar modelos con ropajes absurdos mientras otras personas les observaban y aplaudían cada vez que completaban un circuito, como si hubieran logrado algo por el simple hecho de volver vivos al punto de partida. Puedes leer el artículo completo aquí: