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El 59% de los hombres dentro de una comunidad afirmaban tener fantasías hacia al menos una actividad parafílica. Las fantasías que implicaban actividades cercanas al voyerismo representaban un 35% del total de fantasías
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Un estudio reciente titulado Paraphilic Interests: An Examination of Sex Differences in a Nonclinical Sample (Intereses parafílicos: Un examen de las diferencias sexuales en perfiles no clínicos), en el que se estudiaba el comportamiento de rechazo o excitación de 305 hombres y 710 mujeres frente a distintos tipos de parafilias, ha demostrado que hay más más hombres con trastornos parafílicos que mujeres, incluyendo, evidentemente, el voyerismo.Antes de adentrarnos más en esta selva de perversiones es necesario saber diferenciar entre la fantasía y la realización de una parafilia. "Mirar nos gusta a todos y a todas, incluso cuando miramos una marquesina de un autobús en la que sale Beckham en calzoncillos estamos teniendo una filia voyerista" comenta Sánchez. "Otra cosa es cuando estamos hablando de un trastorno parafílico, en estos casos la otra persona no ha dado su consentimiento y podemos estar haciéndole daño. Pero tener fantasías no sería ni penal ni éticamente reprobable".El estudio citado hace referencia a otra investigación de 2011 en la que se vio que el 59% de los hombres dentro de una comunidad afirmaban tener fantasías hacia al menos una actividad parafílica. Las fantasías que implicaban actividades cercanas al voyerismo representaban un 35% del total de fantasías. Recordemos, estamos hablando de FANTASÍAS.Los hombres —sin contar la orientación sexual— tienen menos repulsión (o más excitación) ante determinadas actividades parafílicas que las mujeres
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En general, las personas que tienen un bajo deseo sexual se limitan a experimentar un ejercicio erótico concreto (su preferido) y demuestran un mínimo interés y motivación para realizar otras actividades o fantasías sexuales. Por lo contrario, las personas que tienen un deseo sexual alto no sólo se centran en sus deseos y actividades preferidas sino que también buscan otro tipo de experiencias sexuales, incluyendo las más atípicas —en fin, sienten menos aversión por las parafilias—. Esto también explicaría por qué muchas veces las personas tienen a la vez distintas parafilias, de hecho este mismo estudio muestra cierta convivencia entre unas parafilias concretas, como el sadismo, el masoquismo o el exhibicionismo, con el voyerismo.Según la sexóloga, aparte de estos factores meramente sexuales, los hombres también son más impulsivos; tienen más propensión a tener conductas de riesgo y a buscar sensaciones nuevas. Muchas parafilias van ligadas a comportamientos que pueden violar leyes o generar una grieta social y cultural, por lo que esta tendencia de los hombres a realizar actividades ilegales y que comportan cierto peligro con el fin de encontrar nuevas sensaciones, podría relacionarse con el desarrollo de conductas sexuales atípicas. "Esto no quiere decir que no puedas encontrar a mujeres voyeristas" aclara Sánchez Martín, "pero este trastorno en concreto [el voyerismo] afecta a un 12% de hombres y a un 4% de mujeres". En fin, que los hombres son tres veces más voyeristas que las mujeres.Muchas veces las personas tienen a la vez distintas parafilias, de hecho este mismo estudio muestra cierta convivencia entre unas parafilias concretas, como el sadismo, el masoquismo o el exhibicionismo, con el voyerismo
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Dentro de las parafilias también se han detectado ciertas tendencias que dependen totalmente del género. Por ejemplo, los hombres tienden a realizar parafilias que suponen un cierto grado de dominancia, fuerza y control, mientras que las mujeres se decantan por actividades masoquistas, que representan receptividad, debilidad y entrega. Esto contrasta directamente con esa idea de una dominatrix zarandeando fuertemente su látigo contra los testículos descubiertos de un señor embutido en látex que cuelga de unas cuerdas atadas al techo. Supongo que habrá de todo.Le pregunto a Sánchez si la influencia del entorno social y cultural afecta a la consolidación de estas parafilias y si la extrema cosificación del cuerpo de la mujer en nuestra sociedad podría ser uno de los motivos que hacen que algunos hombres tengan esta necesidad de observar y grabar el cuerpo desnudo de una fémina cuando menos se lo esperan. "Aparte de la cosificación, las mujeres tienden a tener más empatía, nos ponemos en el lugar del otro, más a menudo que los hombres. Un porcentaje de los hombres tiende a cosificar y a utilizar el cuerpo de la mujer para satisfacer sus deseos y, por lo tanto, la distancia emocional es muy grande"."Sigue habiendo muchas diferencias entre los hombres y las mujeres y es evidente que en la educación afectivo sexual, todavía hay muchos sesgos". Existe mucho sexismo en la sociedad y, claramente, el ámbito sexual no queda exento.Ahora que ya sabemos que a la hora de desarrollar parafilias la diferencia de género es un punto vital, real y muy destacable —atribuido por componentes fisiológicos—, lo único que podemos hacer los hombres vivos para que todo vaya mucho mejor es encerrarnos dentro de nuestras casas y llorar, llorar mientras deseamos que nunca nadie abra la puerta y libere a la bestia. Joder, estoy exagerando pero ya me entendéis.Un porcentaje de los hombres tiende a cosificar y a utilizar el cuerpo de la mujer para satisfacer sus deseos y, por lo tanto, la distancia emocional es muy grande