Fantasmas y encantadores de serpientes en la fiesta anual vudú de Haití

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Fantasmas y encantadores de serpientes en la fiesta anual vudú de Haití

El vudú ha llegado a integrarse en la rutina diaria de muchos haitianos, pero es durante el carnaval anual de Haití cuando se muestra en todo su esplendor visual.

Por lo general, el vudú no se ve con muy buenos ojos. Pregúntale a la persona que tengas al lado de qué va eso del vudú. Lo más probable es que te conteste que tiene que ver con muñecos de trapo, agujas y hacer daño a la gente. O con zombis. O con rituales en los que la gente lleva collares hechos con calaveras y hay altares de sacrificios, lo cual tampoco sorprende teniendo en cuenta de que nuestra idea de esta tradición está formada principalmente a partir de lo que vemos en series de televisión y películas de terror de las malas.

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Pues resulta que el vudú es mucho más que eso. El vodun se originó en África Occidental, donde las prácticas y los rituales giran principalmente en torno a los espíritus que gobiernan las fuerzas de la naturaleza y de la humanidad. Existen otros sistemas de creencias con nombres similares —vudú dominicano, vudú cubano, vudú haitiano— que tienen muchos puntos en común con el vodun, si bien tienden a sincretizarse con el Cristianismo y a ofrecer una visión distinta.

Según el vudú haitiano, existe un creador divino, Bondye, que lidera un ejército de espíritus, los loa, muy similar al Dios y sus ángeles de la Cristiandad. El loa que probablemente conozcas por haberlo visto en películas o series es Papa Legba —el tipo que aparece en American Horror Story, con sombrero de copa y los ojos rojos—, el espíritu que permite la comunicación entre los loa y los mortales.

El vudú ha llegado a integrarse en la rutina diaria de muchos haitianos, pero es durante el carnaval anual de Haití —un festival que se celebra entre los meses de enero y febrero, justo antes de Mardi Gras— cuando se muestra en todo su esplendor visual. El fotógrafo Benjamin Eagle asistió a la edición de este año para inmortalizar las procesiones para su nuevo proyecto, The Spirits of Jacmel. Charlé con él para que me contara sus impresiones sobre el festival.

VICE: ¿Cómo empezó tu interés por el vudú en Haití?

Benjamin Eagle: Tuve breves contactos con ceremonias de vudú en África Occidental y empecé a investigar sobre este tipo de prácticas en otros países. Pronto vi que el vudú es algo inherente a la cultura haitiana y sentí curiosidad por ir y conocer a quienes lo practican. Para mí el vudú es una forma de expresión extrema y quería saber cómo se manifestaba en Haití.

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¿Qué te llevó a viajar allí para retratarlo?

Como fotógrafo documental, siempre estoy buscando un proyecto que me interese personalmente, y a mí el vudú me fascina. Es una tradición que se celebra y expresa abiertamente en ciertos países y, sin embargo, en Occidente se considera tabú. Para alguien educado en Europa, el vudú produce morbo, y en Haití es justo lo contrario.

¿A qué retos te enfrentaste cuando hacías las fotos para el proyecto?

Haití puede plantear retos de todo tipo. En primer lugar, la infraestructura turística no existe, por lo que para ir del punto A al punto B tienes que contratar a un conductor y planificar el viaje con antelación suficiente, para saber adónde debes y no debes ir. Yo no me sentí inseguro en Haití, pero si estás en el lugar equivocado en el momento equivocado, puedes meterte en problemas. A mí me pillaron unos disturbios de camino al aeropuerto para volver a Londres. Son bastante frecuentes.

Hacer fotos del carnaval fue otra historia. No puedes simplemente sacar la cámara y esperar que la gente se ponga a bailar. Los haitianos son orgullosos y quieren que se les respete. Tienes que ganarte su aceptación antes de disparar. Yo también he hecho fotos disimuladamente a la altura de la cintura, pero en Haití respeté los límites y siempre preguntaba antes de hacer la foto. El hecho de no hablar francés o criollo me limitaba bastante, pero generó momentos divertidos.

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¿Crees que las culturas y formas de expresión similares al vudú están desapareciendo en otras partes del mundo?

No creo que el vudú vaya a desaparecer, porque está muy enraizado en la cultura haitiana. Una vez un haitiano me dijo: "Haití es 30 por ciento cristiano y cien por cien vudú". Y la prueba de que sigue vivo y más activo que nunca es el carnaval, que pasa de generación en generación.

¿Podrías comentar la foto de los hombres llevando un ataúd?

No conseguí conocer a los de ese grupo antes del carnaval, por lo que fue como una instantánea y mi conocimiento al respecto es limitado. El carnaval lo celebran cientos de colectivos de personas, cada uno dedicado a un tema o una estética. En este caso, los hombres se habían embadurnado de alquitrán de la cabeza a los pies e imitaban un cortejo fúnebre. Corrían frenéticamente por entre la multitud y se peleaban entre ellos, a veces incluso dejaban caer el ataúd, tratando de generar caos por puro espectáculo. Si te pillaban, te zarandeaban y empujaban como si fueras un muñeco de trapo.

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Echa un vistazo al sitio web de Benjamin.

Traducción por Mario Abad.

A continuación puedes ver más fotos del proyecto de Benjamin: