
Para que sepáis un poco de qué va el tema, en la escena que nos atañe aparecen tres personajes. Uno es Bob Morton, el jefe del departamento de desarrollo del proyecto Robocop que acaba de ser nombrado vicepresidente de la empresa donde trabaja, OCP (Omni Consumer Products). También aparecen Dick Jones, que era el anterior vicepresidente; un asesino y un par de modelos. En esta escena Bob celebra su ascenso a lo grande.Esta es la escena, estad atentos:Lo que más me interesa de esta escena es la dualidad que nos muestra. De como una persona pude estar en el cielo, esnifando coca en las tetas de una mujer, y a los pocos minutos ardiendo en el más terrible de los infiernos. Es esta futilidad de la vida lo que me interesa, esos cambios abruptos a los que el destino nos tiene sujetos. Esta dualidad se encuentra en toda la película, entre hombre y máquina, entre lo público y lo privado, entre la familia y la soledad y de hecho la propia película en sí ya es una dualidad extrema, entre el tipo de cine que Verhoeven estaba acostumbrado a hacer en Europa –películas de motoristas que se enseñan las pollas- y el que se encuentra haciendo ahora en Hollywood.Pero vayamos a analizar la escena, que empiece el espectáculo.

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