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Cultură

Asesinos en serie: cuando el hábito sí hace al monje

Morir a manos de un asesino en serie figura entre los puestos más altos de la lista de "maneras más embarazosas de espicharla", pero, ¿qué puedes hacer para evitarlo?

Morir a manos de un asesino en serie figura entre los puestos más altos de la lista de "maneras más embarazosas de espicharla", pero, ¿qué puedes hacer para evitarlo? Es frecuente que el asesino en serie más espeluznante resulte ser la persona más agradable que hayas conocido nunca. Bueno, pues aquí te detallamos unas cuantas peculiaridades en materia de estilo que deberías tener en cuenta a la hora de hacer nuevos amigos, no sea que el día menos pensado expliquen en el telediario cómo acabaste decapitado y tu cabeza utilizada para hacer felaciones post mortem.

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Jeffrey Dahmer

Dahmer es el peor tipo de asesino en serie, ya que su gallarda buena pinta le permitía atraer a sus víctimas hacia una muerte prematura. Dahmer recogía con su coche autoestopistas varones a quienes después torturaba, follaba sus cadáveres, hacía pequeños trozos y después se comía para cenar. Muy jodido, lo sé, ¡pero mírale! ¿Cómo puede una persona intuir la muerte cuando esta tiene la cara de un ángel? Pues es bastante fácil: la lleva escrita en la tela vaquera y las gafas de sol. Es cosa harto sabida que sólo los gilipollas gustan de llevar gafas tipo aviador, y esas eran las favoritas de Dahmer. Otro claro indicativo de muerte casi segura es ese look pasado de moda consistente en combinar camisa tejana con pantalón tejano -lo que en la actualidad se conoce como "esmoquin mexicano" o canadiense. Une a esto el cuello abotonado, la dicción meliflua y la cara de ángel y obtendrás un chiflado enfermo hijo de puta.

John Wayne Gacy

La de John Wayne Gacy es la primera imagen que acude a la mente cuando alguien menciona el término "asesino en serie". Gacy era una asquerosa bola de sebo al que le gustaba disfrazarse de payaso. El disfraz de payaso es, de por sí, motivo de alerta roja, así que ahí va nuestro primer consejo: aléjate todo lo que puedas de los payasos, porque son el mal. Y llevaba bigote. Es obvio que no todo el mundo que luce bigote es un acosador de niños, pero también Hitler tenía bigote; por tanto, máximas precauciones cuando haya pelo entre el labio y la nariz. Cuando no estaba vistiendo siniestros trajes monopieza de múltiples colores y una nariz roja, a Gacy le gustaba vestir camisas de manga corta con botones en el cuello y pantalones holgados, del tipo que suelen ponerse los abueletes.

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David Berkowitz

Berkowitz, el "Hijo de Sam", es el tipo de asesino en serie del que todo el mundo debería preocuparse: no mataba sólo porque quería, sino "siguiendo órdenes". Pero no de la misma manera que seguía órdenes la familia Manson: Berkowitz obedecía las voces demoníacas que procedían ¡del perro del vecino! Así pues, si por desgracia alguien como Berkowitz se cruza contigo, descarta intentar razonar con él, porque tiene la obligación de matarte. Demos gracias a que la mayoría de psicópatas como el Hijo de Sam parecen un poco mongos y lucen un pelo de puta pena. Mientras te mantengas alejado de los peinados chungos y las camisetas de tirantes grasientas por dentro de los pantalones, lo más probable es que sigas OK.

Charles Manson

Manson, en realidad, no mató a nadie, pero fue juzgado y enchironado por lavar el cerebro y ordenar a sus esbirros que cometieran crímenes por él, de modo que cuenta como psicópata asesino. El hecho de que no causara daños físicos a nadie personalmente le convierte en alguien extremadamente peligroso: sólo tuvo que tirar de encanto y aguda inteligencia para lograr lo que quería sin mover un sólo dedo. Distinguir a tipos amenazadores como Manson del típico artistillo bohemio que vive un par de pisos más arriba es difícil, porque las pintas que se gastan son muy, muy parecidas: pantalones vaqueros ajustados y bien sucios, camisas de botones y manga larga, botas, chalecos, pedrería… cualquier cosa vintage sirve. También presentan largas greñas -enmarañadas y desaseadas- y vello facial tirando a guarreras; suelen llevar una guitarra y hacen mucho yoga. Por tanto: si ves a Devendra Banhart o a alguien que se le parece, rodeado de chicas jóvenes y caminando en dirección a ti, da media vuelta y aprieta el paso.

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Richard Ramirez

Ramirez es un palo de asesino. Deprimente de veras. En sus años mozos era un bombón, un mexicano andrógino y guaperas que escuchaba metal y dormía en los cementerios. Entonces empezó a meterse farla, los dientes se le pudrieron y cayeron y le dio por seguir chicas al azar y matarlas. Se sabía que cometía sus crímenes vestido de negro de pies a cabeza, con gorra de béisbol y (¿lo véis?) gafas de aviador. Es de sentido común que pongas siempre pies en polvorosa si crees que alguien te está siguiendo, pero si además va enteramente de negro y tiene un pentagrama grabado en el vientre, marcharse cagando leches no es que sea recomendable, ¡es que es de cajón!

Ted Bundy

Bundy es un ejemplo de manual de asesino en serie de clase alta. A diferencia de los anteriores tarados de los que hemos hablado, él mataba exclusivamente mujeres, pero, como Dahmer, gustaba de tener sexo con sus cuerpos. Bundy estudió psicología y derecho y sentía debilidad por los blazers y los suéters de cuello de cisne; un conjunto que denota bien a las claras su mente retorcida. Hay, por desgracia, muchos pervertidos ahí fuera con cabellos perfectamente peinados y vestidos como profesores universitarios, de manera que nuestro consejo es que os limitéis a mantener una prudente distancia de cualquiera que os parezca que puede ser un gilipollas o un misógino. Sobre todo si tienen unicejo, como Ted Bundy y Charles Manson.

Esto es todo por el momento. Si deseáis saber más cosas sobre asesinos en serie y cómo reconocerlos, no dejéis de escuchar los discos de Macabre y Church of Misery.