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El alzamiento olvidado de la Primavera Árabe

Hablamos con un ahwazí de la dura situación en Ahwaz, un país que Irán niega que exista.

La bandera nacional de Ahvaz

La Primavera Árabe barrió Oriente Medio el año pasado, derrocando a su paso los regímenes autoritarios de Túnez, Egipto, Libia y Yemen; sin embargo, la violencia continúa en Siria. Comentaristas de todo el mundo especularon sobre si la Primavera Árabe llegaría a Irán y reavivaría la Revolución Verde anti-Ahmadineyad que fue brutalmente reprimida después de que esta empezara a manifestarse por la controversia de los resultados de las elecciones de 2009. Sin embargo, tan pronto como las manifestaciones empezaron, en febrero, la policía tomó cartas en el asunto para impedir que se repitiese la misma tragedia de hace unos años. La cobertura periodística por parte de medios extranjeros estuvo limitada tras recibir amenazas de clausura del departamento de noticias y la deportación de su personal si se atrevían a publicar algo negativo.

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Sin embargo, las medidas drásticas no pudieron detener las protestas. Dos meses después, en la provincia de Ahvaz, árabes iraníes salieron a las calles de la capital, también llamada Ahvaz, y fueron atacados por las fuerzas de seguridad, que dispararon contra la muchedumbre, matando a 15 personas e hiriendo a docenas.

¿Nunca habéis oído hablar de Ahvaz? Eso es porque, oficialmente, se llama Juzestán. Es la sede de uno de los movimientos de independencia más antiguos de Irán. Es posible que la última vez que oísteis hablar de Ahvaz fue durante el asedio de la embajada iraní en Londres, en 1980, llevado a cabo por separatistas de Ahvaz exigiendo la liberación de los prisioneros árabes en las cárceles iraníes.

Ahvaz es, étnicamente, una provincia árabe, y fue estado autónomo hasta 1935. Desde entonces, el pueblo de Ahvaz se ha manifestado pacíficamente (y no tan pacíficamente) para reinstaurar su independencia. Pero, ¡sorpresa! Irán no los escucha. No solo eso, sino que dispara a los manifestantes y a menudo tortura y ejecuta a los que captura tachándolos de traidores y herejes.

No es sorprendente que el pueblo ahvazí se esté cansando de manifestarse y ahora se empiece a hablar de una insurrección armada. Me puse en contacto con Kamil Alboshoka, a quien obligaron a salir de Irán y ahora es defensor de los derechos humanos de Ahvaz, para averiguar qué estaba pasando.

VICE: Hola, Kamil. ¿Puedes explicarme un poco qué pasa en Ahvaz?
Kamil: Ahvaz es una tierra muy rica y fértil. Tiene muchos ríos que ayudan a sostener su vasta producción agrícola. Ahvaz es, por PIB, la tercera provincia más rica de Irán, pero en este momento el país está sufriendo. Ahvaz es rica pero su gente no. No se nos permite estudiar nuestro propio idioma, no se nos permite entrar en política, no se nos permite llevar nuestros trajes tradicionales ni usar nuestros nombres tradicionales, y tampoco tener nuestra propia economía. El país está en una situación realmente mala.

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¿Cómo empezó todo?
Antes de 1925 era un país independiente; Irán nos atacó, ocupó nuestras tierras y mató a miles de personas. En 1935, Irán declaró oficialmente que Ahvaz formaba parte de Irán, y después, en 1936, le cambiaron el nombre por el de Juzestán. Desde entonces, Irán ha hecho que miles de persas vengan a Ahvaz para cambiar la demografía de esta tierra. Ahora hay casi dos millones de persas en Ahvaz, pero viven en el centro de los pueblos y no se mezclan con la gente: exactamente como pasó en Kosovo o en la Ribera Occidental. Son asentamientos persas y tienen poder para arrebatarle a la gente sus cultivos. La economía está dirigida por ellos, y a ellos los mantiene el estado iraní.

¿Así que la revolución de 1979 no cambió nada?
No, nada. Solo hizo que todo fuese a peor, porque en 1979 no se suponía que los persas tomarían el poder otra vez. Se suponía que Ahvaz se convertiría en un estado federalista. Durante la revolución, los turcos empezaron a manifestarse por Irán, y los árabes bloquearon el suministro de petróleo y gas en Ahvaz. Eso hizo que el régimen anterior se viniese abajo. Antes de que Ruhollah Khomeini se hiciese con el poder, dijo que les concedería el derecho de hablar su idioma, el derecho a ser un estado federalista y el de poseer un porcentaje de su economía. No cumplió ninguna de esas promesas. Lo único que nos queda es la autodeterminación.

¿Cambió algo cuando Irán e Irak fueron a la guerra? ¿Por quién luchaba el pueblo de Ahvaz?
La mayoría apoyaba a Irak. Irak quería ayudarnos, como compatriotas árabes que somos. En Irán, todos los chicos tienen que hacer un servicio militar de dos años. Muchos fueron alistados y obligados a luchar contra Irak en contra de su voluntad. Somos cultural y geográficamente diferentes de Irán, y también ideológicamente. Nuestra comida, nuestra mentalidad, son diferentes. Todo es diferente.

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¿Conoces a alguien de Ahvaz que fuese a Irak a luchar por ellos?
Miles de ahvazíes que viven en Irak me dijeron que 5.000 ahvazíes murieron luchando por Irak. En Irak había un ejército y una organización llamado Movimiento Árabe por Ahvaz, pero muchos de los ahwazíes que luchaban por Irak ahora se esconden. Los servicios de inteligencia iraníes todavía los están buscando.

¿Los matarían si los encuentran?
Sí, pero los servicios de inteligencia iraní ahora son parte del gobierno de Irak. Malaki, Assad, Jafari y Hakeem son agentes de Irán. Irak ya no es seguro para nuestra gente.

Manifestantes ahvazíes arrojan piedras tras ser atacados por fuerzas de seguridad iraníes, 2005..

¿Cómo te involucraste en el movimiento por la independencia de Ahvaz?
El 15 de abril de 2005 participé en una manifestación en Khailafia. Era pacífica, simplemente queríamos que el mundo escuchase nuestra voz, pero el régimen iraní se puso a disparar a la multitud y mató a un montón de gente. Creo que murieron más de 350 personas durante los 25 días que duró la manifestación.

¿A ti te dispararon mientras te manifestabas, o cuando averiguaron dónde vivías?
Nos dispararon durante la manifestación. Hirieron a 6.000 personas, según los informes iraníes. 36.000 personas han sido arrestadas desde entonces. Sólo por esa manifestación. Mi mejor amigo fue arrestado, junto con su hermano, y sentenciado a 35 años en una prisión a las afueras de Ahvaz. Su hermano mayor fue ejecutado.

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¿A ti te arrestaron?
Estuve arrestado 28 días. Me taparon los ojos y no tenía ni idea de a dónde me habían llevado. Me torturaron desde el primer día con cables eléctricos, tablas de madera y tuberías de plomo, y siguieron hasta que tuvieron que soltarme bajo fianza, ya que no tenían pruebas. Tuve que presentarme en la comisaría cada mes y decir que no formaba parte de ningún grupo disidente. Sí que formaba parte, pero, por supuesto, tenía que mantenerlo en secreto.

El cuerpo del tío de Kamil, Soltan Alboshoka.

¿Algún otro miembro de tu familia tuvo problemas con los iraníes?
Hicieron una redada en mi casa cuando yo no estaba, mataron a mi tío y detuvieron al resto de mi familia, incluyendo a mi abuelo de 80 años. Dispararon a mi tío 20 veces porque no quiso rendirse, y no nos devolvieron el cuerpo hasta que mi familia pagó casi 3.000 dólares, lo cual incluía el precio de las balas que usaron para matarlo. Retuvieron a mi madre durante siete días, y a mi padre, mis primos, mis hermanos y mi abuelo durante 15.

Cristo. ¿Cuál fue su “crimen”?
Los acusaron de tener lazos con otros países y con partidos políticos ahvazíes prohibidos, y de ser una amenaza para el estado y para Dios. También arrestaron a muchos de mis amigos y a algunos de mis profesores. Su blanco es la gente culta. Cuando mi amigo, Mohammed Asakira, estaba detenido, los servicios de inteligencia mataron a su hijo de 14 años y no dejaron que Mohammed fuese al funeral.

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¿Qué sucedió a ti en aquel momento?
Yo sólo tenía una opción, y era huir. Primero fui a Urmía, al norte, para encontrar a alguien que me sacase del país. Me quedé un día. Al día siguiente atravesé las montañas a pie hasta llegar a Turquía, y de ahí emprendí viaje hasta el Reino Unido.

¿Temes que te persigan los servicios de inteligencia iraníes?
Aún no lo han hecho, pero sé que están buscando a todos los disidentes de Ahvaz. No sé lo que va a pasar, pero estoy preparado para cualquier cosa.

Antes me dijiste que los refugiados de Ahvaz están a salvo en el Reino Unido. ¿No lo están en otros países europeos?
Cuando dejé Turquía quería ir a una nación de Europa occidental, porque son más organizados y democráticos. En la Europa del Este hay pobreza y corrupción, y así es fácil para un iraní operar ahí contra los activistas ahwazíes. Hay una comunidad ahvazí fuerte en el oeste y el norte de Europa.

Cuatro amigos de Kamil y sus dos primos, cinco de los cuales se enfrentan a la pena de muerte.

¿Había manifestaciones en Ahvaz cuando empezó la Primavera Árabe?
Hubo manifestaciones en abril, por el sexto aniversario de las manifestaciones en las que yo fui arrestado. El régimen mató a 43 personas, hirió a 90 y arrestó a otras 200 en la manifestación, pero los medios de comunicación internacionales no dijeron nada. Irán ejecutó a tres hermanos de Ahvaz la semana pasada por estar involucrados en esa manifestación, y estamos preocupados por otros seis que fueron arrestados al mismo tiempo. Dos son primos míos, y los otros, mis amigos. Irán ha sentenciado a cinco de ellos a la pena de muerte y a los otros a 20 años de prisión, y a todos se les ha denegado acceso a abogados y familiares. Uno de ellos tiene 27 años, una mujer y un hijo que no reconoce a su padre. El otro primo tiene 25 años y fue torturado durante cuatro meses. A mí solo me torturaron siete días. Intenta imaginar cómo es eso.

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¿Qué les depara el futuro?
No lo sé. No confiamos en el régimen. Fueron torturados durante su detención y la Press TV (televisión de propaganda del estado de Irán) les obligó a “confesar” en una entrevista que habían usado armas contra el régimen. Uno de mis amigos fue arrestado en 2005 y todavía está en la cárcel. Su hermano menor fue ejecutado, y otros dos escaparon de la cárcel durante una visita al hospital.

Un ahorcamiento público en Irán. 360 personas fueron ejecutadas el año pasado, haciendo de Irán uno de los mayores practicantes de la pena capital en todo el mundo.

¿Qué método de ejecución usan con los ahvazíes?
Los cuelgan, o los rematan mientras los torturan. Mi primo, Nasser, tenía 19 años cuando fue arrestado en enero. Murió tras cuatro horas de brutal tortura. Esperamos que, después de la caída de Siria, la Primavera Árabe y la atención de los medios de comunicación se dirija a Irak y Ahvaz.

¿Crees que habrá un levantamiento armado en Ahvaz, como en Siria y Libia?
Bueno, nosotros creemos en la manifestación pacífica porque conocemos muy bien a Irán; no tiene nada que ver con Europa, y es mucho peor que Siria. Si Irán quiere matar a nuestra gente, entonces estamos en nuestro derecho de protegernos, pero intentamos mantener una línea pacífica. No queremos darle a Irán más razones para matar a nuestra gente.

Si tuvieses la oportunidad y hubiese un alzamiento, ¿volverías a Ahvaz a luchar?
Si mi gente estuviese en peligro, seguro que sí. Siempre apoyaré a Ahvaz, tanto como pueda.

¿Apoyarías ataques aéreos contra las instalaciones nucleares de Irán?
Sí. Se debería atacar a Irán. Nosotros, los ahvazíes, sabemos que no se puede confiar en los iraníes. Mienten cuando dicen que no están construyendo una bomba nuclear.

Si occidente atacase a Irán, ¿crees que sería una buena ocasión para que Ahvaz se sublevase?
Sí, pero si lo hicieran tendrían que quedarse hasta acabar el trabajo. Si los ahwazíes u otros grupos étnicos se sublevasen, y los países occidentales se retiraran, Irán se vengaría de nosotros matando a miles de personas. Ese régimen es un cáncer en el mundo. Mientras esté en el poder jamás habrá paz en la región.

Desde que hablé con Kamil, otro ahvazí fue torturado hasta morir: Ali Rez Gobishavi, un hombre de 37 años del pueblo de Abu Debeyan, que había sido arrestado, junto con otras 50 personas, el pasado 19 de agosto. Kamil me dijo que la gente está preparada para sublevarse, pero que otros han pedido tranquilidad hasta que se resuelva la situación en Siria. Suceda lo que suceda, Ahwaz es una región a la que no habrá que quitar el ojo de encima en un futuro próximo.

Sigue a Henry en Twitter: @Henry_Langston