Este artículo incluye contenido sexual explícito.
Las putas de satán. Jovencita ramera. Desenfreno anal II. Cuando repasas los títulos de las películas porno del director Gazzman, no te imaginas que sus películas se puedan rodar en el ambiente más confortable y relajado. Pero esa es justo la sensación que te queda tras ver It’s Just Love, una serie de fotos de la fotógrafa francesa afincada en Ámsterdam Sophie Ebrard. Durante los últimos cuatro años, Sophie ha seguido al director hasta cada uno de sus rodajes por todo el mundo, en un intento de encontrar amor y belleza en una industria que suele estar rodeada de tabús y perjuicios.
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Desde hace un par de días, esos esfuerzos se pueden ver en el propio hogar de la fotógrafa como parte del Festival UNSEEN de Ámsterdam. Hablamos con la fotógrafa sobre las fiestas swinger, la doble penetración y sobre encontrar el amor en lugares extraños.
The Creators Project: ¿cómo surgió este proyecto?
Sophie Ebrard: Hace cuatro años fui a una fiesta swinger esperando encontrar un tema para una serie de fotos donde la gente estuviera desnuda. Era la primera vez que acudía a una de esas fiestas y también la primera vez que veía a alguien practicando sexo delante de mí, me quedé realmente sorprendida de lo bonito que quedaba. Fue algo muy revelador, pensé que era algo alucinante y precioso, y me moría por fotografiar esa belleza. Como si fuera una predestinación, esa noche conocí a Gazzman, un director de películas porno del Reino Unido que me invitó a hacer unas fotos en uno de sus rodajes dos semanas después.
¿Cómo fue tu primera vez en un rodaje de porno?
Por suerte, Gazzman es un director sensacional, así que los decorados eran preciosos y las chicas encantadoras. Aunque como no había hecho ninguna investigación previa y ni siquiera había visto ninguna película porno entera antes, aparte de algunos vídeos de YouPorn, tuve que acostumbrarme a ver a gente practicando sexo ante mis ojos y aprender el lenguaje que usan. La primera vez que fui a un rodaje, un tipo se me acercó y me dijo: “Estás de suerte porque mañana vas a ver un DP”. Y pensé, seguro que ya hay un director de fotografía (“Director of Photography” en inglés) en el plató ahora mismo: estamos rodando. Tardé una media hora en darme cuenta de que se refería a una “doble penetración”.
El objetivo de la serie es tratar de humanizar a los actores porno y a su industria. ¿Por qué crees que eso es algo importante en el mundo actual?
Lo que me llamó la atención de verdad es lo normal que son estos actores. Son gente normal haciendo su trabajo. Mucha gente tiene una opinión muy equivocada sobre la industria del porno, piensan que se trata de una forma de esclavitud moderna, pero para los chicos y chicas que he conocido era simplemente su profesión. Les gusta estar ahí. Hoy en día, la pornografía es uno de los mercados con más beneficios en el mundo, y aun así sus actores y productos se siguen sometiendo a un escrutinio y tabú generalizado. Quería mostrar una parte menos oscura de ese mundo con esta serie, con momentos íntimos que muestran cómo es realmente trabajar en un rodaje de porno.
Lo que no quiero es otro debate sobre si el porno es algo bueno o malo. No voy a ser yo la que diga que el porno es algo genial. Solo quiero decir que, por lo que he visto después de estar en los rodajes de un solo director, es que no es tan malo como todo el mundo dice. Y si se hace bien y la gente es profesional, puede incluso ser bonito. Cuando estás en el rodaje con ellos empiezas a formar una pequeña comunidad: comes con ellos, compartes una habitación, haces amigos. Espero que estas fotografías acaben comunicando todo eso, la idea de que incluso algo como el porno, si se hace de forma profesional, puede ser bello y auténtico.
¿Sigue resultando excitante el porno cuando se ve en vivo?
Es cuando los actores lo disfrutan. He visto escenas donde no había necesariamente una química entre los actores, y en esas ocasiones puede parecer bastante seco y mecánico. Se ve que lo están haciendo porque es su trabajo. Pero también he presenciado una escena muy loca en Barcelona donde se veía que los tres actores lo estaban pasando en grande. Cuando conseguimos todas las tomas y las fotos tuvimos que decirles: “Vale, chicos, podéis parar, ya lo tenemos”.
¿Por qué decidiste exponer las fotos en tu propia casa?
El porno se consume normalmente en casa, así que pensé que lo suyo era mostrar las fotos en un ambiente como ese. Quiero que la gente se sienta relajada cuando vea esta serie, y eso resulta mucho más difícil en una sala de exposición rodeada de paredes blancas. Otra razón fue porque siempre me sentí una voyeur al hacer este proyecto, y me pareció justo darle la vuelta a la situación.
It’s Just Love se puede ver hasta el 20 de septiembre en casa de Sophie Ebrard en Nassaukade 15, Ámsterdam. Para más información, visita la página web del Festival UNSEEN.
Traducción de Rosa Gregori.
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