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Identidad

Los gaymojis de Grindr: hombres blancos, estereotipos, chicas malas y purpurina

Está en nuestras manos escapar del gaypitalismo, del fast sex, de la marica mala o del mascxmasc y ser todo lo unicornios que nos dé la gana.
Todas las imágenes vía Grindr

La verdad es que no soy ni un gran ni un buen usuario de Grindr. Por razones que os conté en otra ocasión, lo uso con mucho recelo. A menudo me siento atacado o no encajo simplemente leyendo los perfiles, sin necesidad de hablar con nadie. Y hay veces que lo uso, me cabreo y me prometo a mí mismo no volver a usarlo. Y luego se me olvida todo esto y lo vuelvo a usar, y me vuelvo a cabrear. Y así todo el rato.

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Pues bien, en una de mis "recaídas" descubrí algo alucinante. Y no era un hombre, ni eran varios. Y es que Grindr había añadido en su última actualización una batería de emojis que eran la cosa más gay, más fucsia, más unicornio y más fantasía que nunca había visto en mi vida. Bueno, casi. Y pensé, ¿en serio? ¿La expresión "macho busca similar, no pluma, fuera del ambiente" va a ser reemplazada por drag queens con barba, zapatos de tacón y referencias a la subcultura gay de todos los tiempos? Me interesa.

Tras este gozo inicial vinieron los segundos y terceros pensamientos al respecto y, de nuevo, la contradicción. Me gustaba y no. Había algunos que me parecían geniales y otros indignantes, y muchos que no tenía claro qué significaban. Y pensé, ¿estará el resto de gente igual que yo?

Así que busqué toda la chicha que pude sobre lo que sus creadores han llamado Gaymojis, y que no son solo para usar en Grindr, sino que es un teclado que puedes instalar en tu teléfono con 100 iconos gratuitos y 400 adicionales que la app te ofrece comprar por 3,99 $. Quería saber lo que otros gais y la prensa LGBT decían sobre ello. Y vi que principalmente les encantaba y lo aplaudían, twerkeaban al respecto.

¿Y qué pasaba conmigo? Porque yo no lo veo así, yo pienso, como individuo, que Grindr nos está intentando tomar el pelo… y que esta app de ligue ha dado un paso más para promover y perpetrar entre sus propios usuarios los prejuicios que se atribuyen a los miembros de su propia comunidad. Y lo han hecho, además, creando una herramienta tan útil y atractiva que podría convertirse pronto en tan "necesaria" como su propia app. Es decir, el "lenguaje grindr" ya se puede extender al WhatsApp, a iMessage o a cualquier sistema de mensajería instantánea. Algunos de sus iconos son bastante usables, y otros son tan, tan fuertes… que la cosa me parecía, cuanto menos, delicada.

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El aparentemente inofensivo teclado no me parece tan inocente, y le veo una estrechísima relación con el capitalismo gay (gaypitalismo) y con el consumo rápido, barato y a menudo de poca calidad de citas y experiencias sexuales en nuestros días. Eso sí, con mucho color rosa y purpurina.

El melocotón y la berenjena, a otro nivel

He de reconocer que el tema de la berenjena y el melocotón con muchas formas y colores, así en principio, no me parecería mal. Voy a dar por hecho, por cierto, que no hace falta que explique qué significan el melocotón y la berenjena. Y a ver, es que lo de las berenjenas con piercings, con cockrings, una persona que sólo piensa en una berenjena, berenjenas que hay que mirar con lupa, y demás, pues me hace gracia. Disfruto. Eso sí, hay varias cosas que me parecen menos susceptibles de ser disfrutadas. Una de ellas es que todo lo que rodee a Grindr y otras apps gais esté tan enfocado, y tan descaradamente, al sexo. Explícito y elevado a un estado superior de lo que cualquier ser humano que no sea gay pudiera pensar. Esto refuerza la idea de que los gais sólo pensamos en follar, sin parar. O en comer berenjenas, muchas berenjenas.

Por otro lado, y por eso no me gusta esta gran variedad de tonos de melocotones y berenjenas, el resto de emojis de la app son, fundamentalmente, blancos. Y esto no puedo evitar relacionarlo con que las personas de color distinto de blanco en Grindr son vistas a menudo solo como objetos sexuales o discriminadas por su color de piel.

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La letra T mayúscula, ¿apología del crystal meth?

Una brillante letra T era uno de los gaymojis, pero duró muy poco en la app. Desde el principio hubo confusión sobre a qué se refería, y los usuarios en redes sociales lo asociaron en seguida con lo más evidente, que se refería a la droga Tina (slang para crystal meth), ampliamente usada en encuentros sexuales largos, chem parties. Otros pensaron que podría referirse a testosterona o a transexual. También a la expresión "spill the tea", que significa cotillear. Pero la mayoría de usuarios pensó, por supuesto, que venía de la Tina.



En seguida los creadores del Gaymoji se encontraron con críticas en redes sociales sobre la apología de las drogas y con que los comparaban negativamente con otras apps parecidas como Scruff, que sí participa activamente en la prevención de la combinación sexo y drogas a través de su app. Lo hacen bloqueando terminología que tenga que ver con chemsex (sexo con drogas), y esto es debido a la relación de esta práctica con infecciones de transmisión sexual.

Total, un dramón con la T. Algo había que hacer. Un portavoz de Grindr explicó a los medios que se pensó para que este emoticono fuera unido con la D mayúscula que tenía al lado, y que juntos formaran "DT" como acrónimo de "down to", "me apetece". En la siguiente actualización, prometieron, la D y la T serán un solo gaymoji y no dos.

El poppers, la Viagra y Truvada

Sin embargo, sí que hay drogas. Drogas drogas. Grindr Gaymoji también incluye sustancias que no son enteramente ilegales, que se compran fácilmente por internet y que son a menudo usadas en el sexo gay, como el poppers o la Viagra. Esto da vía libre a que, sin siquiera palabras, los usuarios compartan fácilmente entre sí la idea de consumir estos complementos sexuales químicos. Aviso importante: Viagra y poppers juntos es sinónimo de peligro, no se deben mezclar.

Otro fármaco controvertido que aparece en este Gaymoji es la pastilla con la que se administra la PrEP o profilaxis pre exposición, un método muy eficaz para la prevención del VIH/SIDA, ya que una persona que la toma correctamente disminuye en torno al 99 por ciento las posibilidades de de contraer el VIH. Este fármaco, que se llama Truvada, aún no se puede comprar o ser prescrito por un médico de manera legal en España, por lo que muchas personas que la toman lo hacen mediante la automedicación.

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La inclusión de la PrEP en tratamientos de prevención por parte del gobierno es una de las luchas más actuales por parte del activismo LGBT, ya que es lo más parecido que existe a lo que lleva años buscándose, la vacuna contra el SIDA. Ahora bien, su uso no está exento de debate, no ya sólo por los riesgos que la automedicación puede conllevar para algunas personas, sino también por la asociación de su uso con la contracción de otras infecciones de transmisión sexual de las que Truvada no protege si no va acompañada de un preservativo.

El 'sugar daddy'

Uno de los gaymojis que más me llaman la atención y probablemente más me indignan es el del sugar daddy, que se representa con un icono de un hombre de pelo gris que sujeta una tarjeta de crédito en la mano. Este, junto con otros iconos relacionados con los viajes, el dinero o el interés en dormir en casa de alguien —presumiblemente para ahorrarte un hotel— viene a fijar la idea de que en el mundo gay hay un gran consumo relacionado con el sexo. Un consumo que siendo joven puedes pagar con tu cuerpo, y que siendo mayor te toca pagar con tu tarjeta. Vaya tela.

De nuevo, la hipersexualización y la frivolización de los gais, así como el refuerzo del estereotipo de que los mueve únicamente lo económico, el interés, la diversión y el sexo.

Músculos, fetiches y corridas en la boca

A ver, a mí todo el tema del cuero, las mordazas o el spanking, que en el Gaymoji se representa por un monito siendo azotado, no me parece escandaloso pero… ¿tienen todos los hombres que ser tan musculosos? ¿Y, de nuevo, tan blancos?

Hablemos del icono de un chico con la boca muy abierta y la lengua fuera. ¿Qué puede querer esta persona que saca la lengua en primer plano? Probablemente que se le corran en la boca, perdón por el spoiler. Si bien cada uno es dueño de su cuerpo, considerando que una plataforma como Grindr, que es la app de citas —polvos, encuentros, decepciones o lo que surja— gay más importante del mundo, debería ser más consciente con temas de salud sexual y prácticas de riesgo como esta.

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¿Dónde queda la imaginación? Con una berenjena, unas gotas azules y un emoji bigotudo lo tenías. De toda la vida. Desde que el emoji existe.

Chicas malas, malísimas

¿Habéis escuchado una vez que los hombres gais "tenemos lo peor de un hombre y lo peor de una mujer"? Yo sí. ¿Y lo de marica mala? Eso todo el mundo, ¿no? Es un clásico. Pues bien, este clásico no hace más que reforzarse con muchísimos de los gaymojis que se ha marcado Grindr. Y esto ya sí que es el mal.

Y lo peor es que estos emojis tienen una intencionalidad clara, están creados para malrollear. Es el medio el que hace que estos iconos sean insultantes. Por ejemplo, la referencia a la película "Mean Girls" en el que están representadas las tres chicas populares, vestidas de rosa, en una mesa en el comedor del instituto, podría ser genial. Bárbaro, para aplaudir, en cualquier emojigrama del universo. ¿Pero qué pasa con la asociación con Grindr, si lo usamos con personas que no conocemos? Quiere decir, "you can't sit with us" (no puedes sentarte con nosotras), que es lo que las tres chicas malas dicen en la peli en esa escena. Sacad conclusiones.

Pasa lo mismo con otros iconos como el que pone "Basic" o con el icono que es una mano en una cara sobre los que se lee STFU (Shut the fuck up, cállate en español). El también icónico "Bye Felicia", que en el argot urbano quiere decir "vete, porque no te queremos aquí, eres muy random" hace referencia a la película de 1995 "Friday" y que es mal rollo puro. Para rizar el rizo, Felicia en este icono, como casi todo en el Gaymoji, también es blanca y rubia, cuando tanto el término como la película no tienen nada que ver con la cultura blanca. Me recordó al verlo a la camiseta con la máxima "white girls copying white men copying black girls". De nuevo, un fallo.

Los más usados

Hasta ahora hemos visto lo peor de lo peor de este sistema de comunicación, que según palabras de sus creadores "te hace parecer interesado sin esfuerzo, puedes fácilmente hacer saber que estás ahí" y cuyos iconos "valen más que mil palabras". Pues bien, recientemente Grindr sacó un ranking con los 10 gaymojis más usados y lo publicó en su web. No me sorprende en absoluto que uno de ellos sea el del torso peludo y musculoso sin cabeza (el 5º más usado), o el del spanking que os hablaba más arriba (el 4º), el corazón con la bandera del arco iris (el 10º) o el de la boca con la lengua fuera (el 8º). Lo que sí me sorprendió es que mis iconos favoritos, como el que pone "Yass" o el que salen tres chicos plenamente vestidos, que podría representar una relación abierta o de poliamor, y por supuesto el del unicornio, estén en esa lista. Y ningún insulto. De hecho, el gaymoji más usado de todos es, simplemente, dos chicos dándose un beso. Sorpresa.

En definitiva, somos lxs únicxs que podemos convertir nuestra comunicación en algo tan complejo como nuestro colectivo. Está sólo en nuestra mano escapar del gaypitalismo, del fast sex, de la marica mala o del mascxmasc y ser todo lo unicornios que nos de la gana. Hay esperanza.