Estas esculturas incrustadas en panales de abeja parecen haber sido creadas con impresión 3D o con las hábiles manos de un escultor que les ha dado forma, pero todas ellas han sido construidas por los diseñadores más eficientes de la naturaleza: las abejas. La artista canadiense Aganetha Dyck es la mujer responsable de estos objetos remendados con cera y lleva más de 20 años trabajando con apicultores, científicos y cientos de abejitas.
El trabajo de Dyck refleja la evolución del diseño de hoy, con el que gracias a los avances de la tecnología podemos manipular la naturaleza para convertirla en una herramienta eficiente para crear obras de arte elaboradas. A Dyck siempre le han interesado las piezas de coleccionista y los objetos de valor histórico y su trabajo personal refleja esta fascinación. Su colección de esculturas incrustadas en panales muestran desde figuritas victorianas hasta cascos, zapatos y equipamiento deportivo que podríamos encontrar en una antigua tienda de curiosidades.
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Dyck dice a The Creators Project: “Toda mi vida he sentido interés por las figuritas y los objetos de coleccionista. Me maravillaban las vitrinas que contenían estos tesoros intocables que estaban fuera de mi alcance tanto de niña como de adulta”. Pero la decisión de Dyck de utilizar estos objetos también tiene algo de político. “La elección del equipamiento deportivo es una reacción ante la importancia que le da la prensa a los deportes y ante la diferencia que hay entre la financiación pública destinada a los deportes y a los artistas y otras personas que trabajan en la cultura”. Utilizando objetos cotidianos, Dyck explora la relación entre el mundo natural y la humanidad, y la dependencia que tenemos ante ciertas especies de las que básicamente estamos a la merced. Sus esculturas son representaciones visuales de esta comunicación dependiente.
Dyck selecciona deliberadamente objetos que encuentra en mercados de segunda mano y luego deja que las abejas “remienden” las partes dañadas con sus panales. La artista explica: “Al trabajar con abejas descubrí sus métodos de construcción y su habilidad para remendar las grietas y fisuras de la colmena con el panal, cera y propóleo. Pensé en el gran número de figuritas rotas que podemos encontrar en tiendas de antigüedades y de segunda mano. Sabía que las abejas son las maestras de los remiendos y decidí ofrecerles una selección de estas figuritas dañadas que nadie quiere. Me sorprendió ver que una vez las abejas las habían arreglado, las figuritas se volvían a convertir en un objeto coleccionable”.
Este método requiere mucha paciencia y un gran conocimiento de la especie, según explica Dyck. “Mi paciencia se debe a las propias abejas. Ellas tienen su propia rutina y no hay que molestarlas más que lo necesario y solo durante unos minutos cada vez”. Las obras evocan también una reflexión sobre nuestro estilo de vida occidental, donde nos apresuramos a tirar algo a la basura sin intentar arreglarlo por falta de conocimiento y paciencia.
El trabajo de Dyck pone hincapié en el mundo natural que a menudo nos pasa desapercibido y en cómo podemos utilizarlo para crear. Su proyecto nos ayuda a entender la importancia de los insectos polinizadores, que son esenciales para el crecimiento de las plantas y para poder seguir alimentando a una población cada vez más grande que habita sobre la Tierra Como dice Dyck: “Parece que la naturaleza humana requiere cierta paciencia para llegar a darse cuenta de que tenemos problemas medioambientales de los que somos responsables. La pregunta básica que hago es: ¿Cuáles serían las consecuencias para todos los seres vivos del planeta si las abejas desaparecieran de la Tierra?”
Aquí encontrarás más información sobre el trabajo de Dyck.
Traducción de Rosa Gregori.
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