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Una operación policial de 24 horas que inició este martes dejó 32 muertos, marcando así el día más mortífero en Filipinas en medio de los operativos antidrogas. Ante ello, el presidente Rodrigo Duterte alabó el hecho como algo “hermoso” e instó los oficiales de la policía a continuar con las ejecuciones.
“Es algo hermoso”, expresó Duterte en una conferencia ofrecida en la capital, Manila. “Acabamos de matar a otros 32, quizá podamos acabar con lo que está mal en el país”.
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Los observadores de derechos humanos han dicho que estos recientes hechos son una pruebas más para procesar al presidente por cargos de crímenes contra la humanidad. Además, grupos defensores han advertido que las despiadadas tácticas usadas en Filipinas podrían estar extendiéndose cerca de Indonesia.
Las 67 redadas realizadas en la provincia de Bulacan dejaron decenas de muertos, así como 109 arrestos, mientras que la policía decomisó 234 gramos de metanfetamina, 786 gramos de marihuana, varias armas de fuego, granadas y municiones; de acuerdo con el superintendente de la policía Romeo M. Caramat Jr.
Eso quiere decir que por cada persona asesinada, la policía logró confiscar siete gramos de metanfetamina y menos de una onza de marihuana.
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Las autoridades ya han terminado con la vida de 4.351 personas supuestamente relacionadas con su lucha contra las drogas solamente el año pasado, arrestando además a otras 96.703, sumándose a un promedio de más de 170 operaciones antidrogas cada día, de acuerdo con información oficial de la Policía Nacional de Filipinas.
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