Este artículo fue publicado originalmente en junio de 2017.
El Frente sigue aquí
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Juan Dabduob es un veterano de estatura alta, barba abultada, ojeras acentuadas y cabello entrecano. Es originario de Monterrey, consultor de empresas en el campo de la mercadotecnia, catedrático de su ciudad, padre de cuatro hijos y es también el responsable de la conformación del ultraconservador Frente Nacional por la Familia (FNF) que defiende la “familia natural” y se opone a la educación sexual diversa.
Su rostro alargado se visibilizó el año pasado cuando, en su papel de vocero del FNF, Dabdoub manifestó su rechazo a la “ideología de género” y al derecho de las parejas del mismo sexo a adoptar. De paso, defendió al matrimonio como una institución con fines de procreación y la protección de la vida desde la concepción de manera absoluta.
Él y otros sectores integrantes del frente, vinculados al ala más radical de la iglesia católica, irrumpieron al escenario mexicano el 20 de mayo de 2016 para exigir al Congreso no modificar el artículo 4 de la Constitución que permitiría en todo el país el matrimonio igualitario, una iniciativa presidencial presentada tres días antes. Después convocaron a manifestaciones masivas a favor de sus posturas y en septiembre miles marcharon en más de 100 ciudades del país en contra de las uniones entre personas del mismo sexo y el derecho a elegir una identidad de género y obtener documentación legal.
Tras el impresionante logro, parecía que Dabdoub y el frente provida se retirarían. Eso no pasó. Siguen aquí y acaban de perpetrar un nuevo movimiento.
Acudieron a la 47 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada la semana pasada en Cancún, Quintana Roo, y entregaron al canciller Luis Videgaray “la declaración de las Américas en torno a la defensa de la vida y la familia”, en la que reiteran su principal demanda: matrimonio exclusivo entre un hombre y una mujer.
Pasaron sin pena ni gloria, pero la advertencia fue contundente: por el momento, no tienen pensado jubilarse.
El fundador
El Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia) es una de las organizaciones fundadoras del FNF e impulsor en México del autobús naranja que niega la diversidad sexual. Su presidente, Juan Dabdoub, detalla en la entrevista con VICE México que el consejo está conformado por pastores evangélicos, empresarios, simpatizantes de la organización ProVida y amas de casa.
Su génesis ocurrió en 1994, cuando el regio asistió a la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, celebrada por la ONU en El Cairo. “La experiencia me dio un nuevo panorama”, dice.
Entonces, Dabdoub tomó una postura pública en Monterrey ante “temas polémicos: aborto, homosexualidad, prostitución. No existían conceptos como transgénero o transexual. No olvidemos que la Organización Mundial de la Salud dice que se trata de personas enfermas mentales, y yo coincido”.
Dabdoub se llama así mismo activista social y cuenta que se metió de lleno a “la defensa de la vida y la familia” porque “otros no estaban dispuestos a comprometerse con la sociedad”.
Amistades de Monterrey lo impulsaron. Hace un sexenio fundó el consejo, “la única asociación profamilias de México”, con oficinas en la colonia Anzures de la capital, “donde se toman las decisiones”.
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Dabdoub explica por qué es el fundador del FNF: “si no hubiera sido por nosotros, que decidimos promover el voto de castigo cuando el presidente lanzó su iniciativa, no hubiera surgido. Las organizaciones invitamos a más personas y reprochar esta postura antifamilia. No debemos apoyar a sus candidatos”.
“¿Es antifamilia impulsar el derecho a que cada persona constituya la suya?”, le pregunto. “Según esto, yo puedo ir mañana a solicitar que me cambien el nombre porque ya descubrí que soy mujer. Esto va a dañar a nuestros hijos”, advierte Dabdoub.
La mano del Yunque
El “autobús de la libertad”, llamado “transfóbico” por miembros de la comunidad LGBT+, recorre las principales ciudades del país este junio, mes de la diversidad sexual y de género.
Es una iniciativa del Consejo Mexicano de la Familia y la organización CitizenGo, cuya sede está en España, y en los últimos días se le ha visto en la Ciudad de México, Cancún, Xalapa y Puebla, donde el lunes Dabdoub comparó a la homosexualidad con el cáncer.
Como se esperaba, el recibimiento no ha sido cordial. Con el autobús y su lema “dejen a los niños en paz”, el consejo exige al gobierno federal proteger a la “familia natural” y eliminar la Cartilla de Derechos Sexuales de Adolescentes y Jóvenes. El enorme vehículo naranja pertenece al grupo ultracatólico HazteOír, plataforma que fundó CitizenGo, y surgió en España como respuesta a una campaña de principios de este año que consistía en una serie de carteles en algunos autobuses y estaciones del metro del País Vasco y Navarra que decían: “Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo”.
Comenzó a circular en Madrid como una contracampaña que rechaza la identidad de género y a las personas trans. Su lema era: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen”. Pronto, las autoridades de Madrid y Barcelona lo vetaron.
“Los derechos sexuales no existen. Nadie los tiene. Ni tú, ni yo, ningún adulto del mundo. ¿Por qué rayos los inventan y quieren vendérselos a los niños? Les dicen que tienen derecho a decidir sobre sus cuerpos, a relacionarse de forma erótica con quienes quieran”. — Juan Dabdoub
En México, el autobús arribó la semana de la diversidad sexual, y no es casualidad. Este tipo de operaciones surgen en coyunturas específicas, explican integrantes del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, organización feminista con sede en la Ciudad de México que impulsa temas de igualdad de género y justicia social.
Brando Flores, coordinador del Programa de Innovación Social y Participación Ciudadana, y Ángel Ruiz y Rubén López, oficiales de Investigación, declaran que HazteOír está vinculada al Opus Dei, institución ultraconservadora de la iglesia católica. Su objetivo es golpetear cualquier iniciativa que no concuerde con sus posturas. Es España y México combaten la “ideología de género”, la manera en que renombraron a la educación sexual diversa.
En México, la acción es promovida también por el FNF, organización impulsada por José Luis Lara Sánchez, presidente del Centro de Cultura y Orientación Civil Concertación, asociación que lanzó en la Cámara de Diputados la iniciativa que desaprueba el matrimonio igualitario.
“Hay una conexión España-México. Del FNF, Lara se hizo visible, pero no dijo cuáles otras organizaciones conforman a este grupo de derecha. Por otro lado, uno de los miembros de HazteOír se llama Pablo Santana, ligado a El Yunque en España”, la organización de extrema derecha, expone Flores. Es muy posible, añade, ese vínculo con El Yunque en México.
Eso aclararía el arribo del autobús al país: “operan a través de varias organizaciones, ¿de ahí sale el financiamiento?”
Ideología de Dabdoub
Juan Dabdoub explica qué es la “ideología de género”, término inaugurado por el Consejo Mexicano de la Familia y el Frente Nacional por la Familia:
“Es ideología porque el mensaje es que la naturaleza no existe, que la sexualidad no depende del sexo con que naciste, sino de lo que tu cabecita te dice que eres. Perviertes la razón. La biología la mandan a la basura”.
Los derechos sexuales no existen, sentencia, “nadie los tiene. Ni tú, ni yo, ningún adulto del mundo. ¿Por qué rayos los inventan y quieren vendérselos a los niños? Les dicen que tienen derecho a decidir sobre sus cuerpos, a relacionarse de forma erótica con quienes quieran”. “¿Y no? Con o sin mensaje, los jóvenes ejercerán su sexualidad. No se puede impedir”, le respondo. “Claro que se puede. No somos animales que reaccionan al instinto. La voluntad dice que tienes muchas ganas, pero te la aguantas”, continúa Dabdoub.
“¿Por qué son incorrectas las relaciones?” le pregunto. “De acuerdo con la edad, es el tipo de educación, pero mandan el mismo mensaje a personas de 19 años y a niños de 10. No estoy a favor de que la educación sexual se dé fuera de tiempo y tergiversada”, añade. Yo le comento que el consejo está en contra de las personas trans, y de inmediato me dice “Estamos en contra de que nos quieran imponer esa forma de vida. Nosotros no nos metemos en la recámara de nadie y no queremos que esas personas se metan en la nuestra”.
“No sabía que las personas trans quisieran hacer eso”, le contesto. “Si esto lo enseñan en la escuela primaria, se meten a mi casa. Es parte de los libros de texto. A mi hijo no le expliques eso a los 10 años”, señala Dabdoub.
FNF: empresarios, políticos y religiosos
Juan Dabdoub es la cabeza principal del FNF y recibe apoyo de asociaciones religiosas, “mayormente católicas”, confirma Rubén Enríquez Navarrete, ministro de culto y presidente de la Fraternidad Pentecostés Independiente, asociación religiosa protestante.
Enríquez, un hombre robusto y de estatura media, cuenta que un grupo de iglesias cristianas evangélicas formaron otro frente: Por la vida y la familia, que también ingresó al Congreso una iniciativa en contra de la presidencial. “Nos une el mismo propósito”, dice, “y sé que el FNF es una estructura formada por diversas organizaciones derechistas, la más visible es ProVida. También participan algunas congregaciones cristianas evangélicas como la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús”.
El frente, ratifica, “es antiaborto y antimatrimonio gay. Desde hace unos dos años, ProVida y activistas derechistas ya se manifestaban en contra, pero su clímax ocurrió cuando el presidente mandó la iniciativa”.
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“¿Quiénes financian?”, le pregunto a Enríquez. “Hay mucha gente ahí. Juan tiene contacto con muchos empresarios, mayoritariamente de corte católico, y por qué no decirlo: esto aglutina a personas o familias conservadoras que quieren mantener el estatus quo, la convencionalidad. Esos grupos de familias también tienen muchos recursos. Aunque no sólo la élite de la clase alta aporta. No olvides que en México al menos el 80 por ciento de la población se declara creyente. Entiendo que el frente se apoya en las estructuras empresariales de sus miembros y en las estructuras eclesiales de sus simpatizantes”.
“¿Qué otra organización religiosa interviene?”, cuestiono. “Abiertamente participan la iglesia católica y el PAN. El PES apoya la iniciativa, pero no es parte del FNF. Es de corte protestante y el frente es más católico”, dice el ministro. El pregunto si el el PAN está involucrado. “No como partido, pero personas que son miembros promueven la aportación. Diputados favorables a la familia. Federico Döring, por ejemplo, me queda claro que muy probablemente participa. Y Margarita María Martínez, diputada local en la ciudad”.
Respecto a los empresarios, Enríquez me comenta que “El mismo Juan es empresario. Entiendo que Bimbo, cuando vivía Lorenzo Servitje. Ellos apoyaron. Las empresas de la familia Chedraui. Hay quienes abiertamente no lo dicen en nombre de sus empresas, pero lo hacen. Se habló de algún familiar de Slim, pero nunca lo confirmé”. Enríquez se refiere a Patricio Slim, hijo menor del magnate Carlos Slim.
“¿Por qué reapareció el FNF? ¿Es estratégico?”, le pregunto. “Se llevó a cabo la Asamblea General de la OEA. Claro que es estratégico”, explica. “¿El FNF es el inicio de una plataforma política?”, continúo. “Ya pasaron elecciones importantes (las del Estado de México), no vimos capitalizar esto a un asunto de partido”, aclara Enríquez.
Entonces le pido que comente sobre el llamado al voto por Alfredo del Mazo. “Su fuerza puede ser canalizada hacia el apoyo de alguien. Del Mazo fijó una postura respecto a la familia afín al FNF”, advierte Enríquez. Sobre si está próxima la formación de un partido, me dice “Definitivamente no”.
Conexión México-España
El Camino Neocatunemal, cuyos miembros son conocidos en España como kikos, es un movimiento eclesial y organización católica. Su ideología ultraconservadora y vínculos en México no descartan su influencia, por ejemplo, en las manifestaciones de septiembre del Frente Nacional por la Familia.
Los integrantes del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir enuncian que aunque ninguna arquidiócesis mexicana respaldó las marchas de manera pública, “en las iglesias, párrocos y curas convocaron. Quienes encabezaban eran sacerdotes con puestos en las entidades”.
Antes de la llegada del autobús, la iglesia católica se manifestó a favor. El director de comunicación social de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo, explicó a la agencia Efe que el vehículo viajaría a Cancún, a la Asamblea General de la OEA, y seguiría su ruta por otros puntos del país. “Es importante porque se denuncia la ideología de género que está tratándose de imponer en las escuelas”, señaló.
“Hay distintos puntos de conexión”, señala Brando Flores, “el año pasado la marcha tenía una capacidad logística impresionante. Mucho dinero de por medio. Hicieron presencia Concertación y ahora, con el autobús, CitizenGo y el Consejo Mexicano de la Familia, que es integrante del FNF. ¿Quién financia? De algún modo, las organizaciones que implementan estas acciones tienen un soporte. Un frente o consejo de organizaciones”, agrega.
La reflexión del Instituto de Liderazgo apunta a que los Yunques en México y España mueven los hilos: “los une el concepto de ideología de género que han construido. Ahora acusan a la comunidad LGBT de no creer en la ciencia”.
El perfil demográfico del FNF, ConFamilia, Concertación, HazteOír y CitizenGo es claro, añaden los investigadores: son empresarios ligados a la ultraderecha que manejan cuantiosos recursos. También se habla de la millonaria asociación Incluyendo México.
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Estos grupos están vinculados al poder político de ambos países, pero han perdido peso por la alternancia política o porque la iglesia oficial quiere romper con ellos: son incómodos por su postura contra los derechos humanos.
Brando Flores concluye: “quieren recuperar el terreno perdido al interior de las iglesias católicas o cristianas. Esa pérdida podría motivarlos a movilizarse. Y cuando llegue la salida de Norberto Rivera, seguramente el movimiento se intensificará”.
Frente “plurireligioso” y financiado por empresarios
El FNF nació el 20 de mayo de 2016 y lo conforman, además del Consejo Mexicano de la Familia, Red Familia y la Unión Nacional de Padres de Familia, las otras dos organizaciones fundadoras.
Hoy, en cada estado del país hay “unas 10 o 20 asociaciones” que lo representan. Las más visibles son Juntos Por México, la Unión Leonolesa de Padres de Familia, la Coalición vida y familia de Mexicali, la Unión Nacional Cristiana por la Familia, una asociación de iglesias evangélicas.
“El frente es plurireligioso, tiene asociaciones católicas, metodistas, mormonas, evangélicas”, afirma Dabdoub, “y no recibimos órdenes de ninguna institución política ni católica o de cardenales u obispos”.
Una de las manifestaciones de las asociaciones ultraconservadoras más exitosas de septiembre pasado fue la de Guadalajara, en Jalisco, donde el 92 por ciento de sus habitantes se declara católico. Asistieron, según el cálculo de Protección Civil, 60 mil personas. Las organizaciones afirmaron que fueron 190,000.
“En la Arquidiócesis de México han sido listos para que no aparezca ninguna asociación religiosa como parte del frente, pero católicos, evangélicos y gente de otros cleros lo conforman, aunque no figuren como líderes”. — Ricardo Baruch
Respecto al éxito de la manifestación, Dabdoub dice que “El refugio del ser humano más importante, es la familia. Cuando la tocas, la gente se suma. Nosotros veníamos de un proceso de recolección de 240,000 firmas a nivel nacional. Por redes se corrió la voz”.
Cuando le pregunto quién financia al frente y este tipo de manifestaciones, el empresario advierte “Yo no. La gente aporta unos 3,000 o 5,000 pesos mensuales. No hay un gran donador”.
“Pero hay empresas”, afirmo. “No empresas como tal, sino las personas en particular ayudan. Claro, algunos tienen empresas”, aclara. Cuando trato de averiguar cuáles son esas empresas, me responde que es un dato confidencial. “Nadie te va a decir quién patrocina su actividad. Pero son empresas mexicanas, grupos de tres, seis, 10”.
Respecto a la financiación de grupos políticos, Dabdoub cuenta que “Estamos peleados con el PES, es un partido que usa la religión para sacar tajada política. Chocamos porque lanzamos la iniciativa ciudadana para salvaguardar la familia, y ellos hicieron lo mismo, con objetivo idéntico. Con nosotros hay asociaciones evangélicas que se molestaron. Ese partido quería protagonismo político. “¿El panista Federico Döring está involucrado?” pregunto. “No lo conozco físicamente. En el frente hay integrantes del PAN, PRI y PRD, pero no recibimos indicaciones de nadie”.
Plataforma basada en mentiras
Otras organizaciones partícipes en el FNF son las conservadoras Vifac y Sexo Seguro, advierte Ricardo Baruch, defensor de los derechos LGBT+ e integrante de GayLatino, una red de activistas de América Latina que aborda temas de salud y derechos humanos.
Baruch considera que Juan Dabdoub consiguió decenas de adeptos en poco tiempo gracias a su facilidad de palabra.
“En la Arquidiócesis de México han sido listos para que no aparezca ninguna asociación religiosa como parte del frente, pero católicos, evangélicos y gente de otros cleros lo conforman, aunque no figuren como líderes”, subraya el también miembro del Movimiento por la Igualdad (Movii mx), red de organizaciones creada en 2016 para dar seguimiento a la iniciativa del gobierno federal que propone el matrimonio igualitario.
“Con la fuerza que mostraron el año pasado con su campaña y marchas querían exhibir su poder de movilización, el cual se puede traducir en poder político y de negociación con legisladores. La derecha se mueve tras bambalinas. En algunos estados, legisladores del PAN marcharon. Es el partido que más puede capitalizar la fuerza de estas propuestas conservadoras, sobre todo después de que en las elecciones de año pasado ganara gubernaturas. El frente dijo que en esos estados se impuso el PAN porque la gente se opuso a las medidas del presidente. No lo dudo”, advierte el activista.
Además, el frente ha cabildeado en los congresos locales para impulsar su rechazo al matrimonio igualitario y el aborto. “Juan Dabdoub”, dice, “siempre está presente en las reuniones del PAN y el PRI”.
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Baruch no duda que el propósito de Dabdoub y compañía es ocupar espacios políticos: “apuestas a ser candidatos a puestos de elección en un futuro cercano. Su liderazgo en estas causas avalan lo que potencialmente podrían hacer en caso de llegar a los congresos. Incluso querían nominar a ministros de la Corte, lo dijeron en la pasada marcha”.
La plataforma del frente, enfatiza, “está basada en mentiras. Casi dicen que el mundo se acaba si se imparte diversidad sexual a los niños, cuando existe evidencia de que los países donde eso ocurre tienen más sociedades incluyentes y respetuosas. Desinforman a la gente. Dicen que se dirá a los alumnos que pueden ser niños o niñas. Su objetivo es lograr que los padres se opongan a la educación sexual”.
Absolutamente conservador
Estructuras como el FNF no sólo se han conformado en México. Es una línea en toda América Latina impulsada por organizaciones internacionales como CitizenGo, que promueve el activismo de la ultraderecha al oponerse a los derechos de las personas, sobre todo mujeres, jóvenes e integrantes de la diversidad sexual.
Esa es la conclusión de la antropóloga María Consuelo Mejía, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir, organización en pro de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y jóvenes.
“Participan personas con vastos recursos y conexiones con el poder político y medios de comunicación. Está Bimbo, uno de los Slim. Desarrollan estrategias múltiples en todas las instancias de discusión de políticas públicas relacionadas con estos temas en América Latina y a nivel global. Han intensificado su participación”, determina Mejía.
Este activismo conservador comenzó hace tiempo, con el inicio de conferencias internacionales organizadas en los noventa por Naciones Unidas en El Cairo, Beijing y Viena, para crear agendas favorables a los derechos.
“En esta oposición liderada por el Vaticano, últimamente hay un reemplazo para que la iglesia católica ya no sea visible, sino organizaciones de la sociedad civil como el FNF. Aunque sí, la Arquidiócesis de México está involucrada. Es la misma agenda”, advierte Mejía.
En cuanto a la postura de Católicas, la presidenta de la organización explica que incluye “El respeto a los arreglos familiares actuales. El frente vuelve a un discurso difícil de creer en el siglo XXI. Por ejemplo, que el matrimonio implica procrear, señalado en los documentos oficiales de la iglesia. La postura es absolutamente conservadora y carente de respeto a la gente y sus decisiones. Las familias son diversas en todas partes, cambian, y el respeto al derecho de la comunidad de la diversidad sexual gana más legitimidad. El frente simboliza un avance muy preocupante de la derecha conservadora”.
Familia disfuncional
Juan Dabduob afirma que la iniciativa presidencial de mayo pasado “hace pedazos a la familia”. ¿Qué entiende el FNF por familia? Dabdoub explica que está conformada por una mujer, un hombre e hijos. Y se basa, dice, en la Declaración universal de los derechos humanos. Ésta apunta que “hombres y mujeres… tienen derecho… a fundar una familia”, pero no menciona que el matrimonio sea exclusivo entre dos personas de sexo opuesto.
En una familia, afirma el conservador, “es indispensable papá y mamá para que no sea disfuncional. Es por naturaleza. Si no creces en un ambiente así, estás en desventaja”.
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“También están en contra del aborto”, le digo. “No. Somos profamilia y provida. Protegemos la vida del bebé desde el momento de la concepción, estamos en contra de la eutanasia y de la pena de muerte. No sólo es ir en contra de mujeres que abortan”, responde.
Respecto a los casos de violación, malformación del feto, o de desinterés en la procreación, Dabdoub dice que “no se puede corregir un problema con otro problema”. “¿Las mujeres no deben decidir sobre su cuerpo?” le pregunto. “No estamos de acuerdo con eso. Deciden sobre un cuerpo que ya no es el de ellas”.
En el caso de los matrimonios gay, el conservador explica que “No existen. No puedes corromper el lenguaje. Hay solo un tipo de familia. Y si sólo hay mamá, es una familia rota, porque el tipo se fugó antes de tiempo”.
Entonces cuestiono su razonamiento: “enseñar educación integral significa que irrumpan en tu casa, pero al mismo tiempo consideras que tienes derecho a decidir por los demás”. Pero Dabdoub responde “Yo decido por el derecho del bebé que está en esa mujer, porque el día que la madre pierda el instinto maternal esto se va a volver un caos. “No es tu embarazo”, agrego. “Me afecta como sociedad”, contesta.