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Hice maratón de las películas de Harry Potter y sí, son muy gais

¡A por esos Horrocruxes, bitches!
Daniel Radcliffe como muchoos Harry Potters
Cortesía de Warner Bros. Pictures 

Me han dicho que soy Slytherin, pero no porque sea un twink malvado. No crecí leyendo los libros de Harry Potter, seguramente porque estaba demasiado ocupado viendo Melrose Place y malgastando mi juventud en algún centro comercial. Tampoco me llamó la atención ver las películas de Harry Potter cuando estuvieron en el cine.

Pero con el estreno de Animales fantásticos: los crímenes de Grindelwald el 16 de noviembre y las apariciones cada vez más frecuentes y estrafalarias de Ezra Miller en la alfombra roja, oí rumores de que esta película era de lo más gay. Pero a su vez no lo suficientemente gay. Así que me dije: ¿Por qué no me veo todas las películas de Harry Potter de un tirón? ¿Qué tenía que perder además de mi percepción de la realidad y una semana entera de mi vida?

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Esto fue lo que pasó cuando me subí al Hogwarts Express, me hice con un montón de ranas de chocolate y me vi diecisiete años de locura mágica.


MIRA:


Harry Potter y la piedra filosofal (2001)

¡Un gato se acaba de convertir en Maggie Smith! (¿Son todos los gatos en realidad Maggie Smith?). Nos presentan a un pequeño Daniel Radcliffe como Harry Potter, un niño que vive en un armario. Me siento muy identificado. Fiona Shaw hace el papel de su tía, pero se parece más a Julianne Moore en Las horas. Luego aparece Alan Rickman como el profesor Snape con una peluca digna del pelo de Winona Ryder en Bocados de realidad y yo ya estoy gritando. La pandilla se junta en el tren de camino a Hogwarts y entonces me doy cuenta de que necesito desesperadamente tener mi propia lechuza gorda y de lo mucho que echo de menos la universidad. Sé que Hermione, el papel de Emma Watson, supuestamente es una sabelotodo, pero estos niñatos blancos anticuados todavía están muy verdes.

Un trol se ha escapado y siembra el pánico. Se juega al Quidditch (¡ojo con las imágenes generadas por ordenador de los 90!) y conocemos al que hasta ahora es mi personaje favorito, el enorme mastín de Hagrid, Fang. Un chucho de tres cabezas custodia la parte central de la trama de esta película: una piedra que garantiza la inmortalidad y que Voldemort planea usar para volver de entre los muertos. Harry, Hermione y Ron (Rupert Grint) juegan la partida de ajedrez más violenta que se ha visto, tras la cual descubrimos que… ¿Snape no es el villano? Parece ser que todo este tiempo ha sido el tartamudo profesor Quirrell (Ian Hart). Voldemort aparece en la parte de atrás de la cabeza de Quirrell para decirle a Harry: “No hay ni bien ni mal, solo hay poder”. ¡Y no se equivoca! Una mancha con la forma de Voldemort sale volando y Harry se libra de esta coyuntura gracias a las vacaciones de verano.

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Harry Potter y la cámara secreta (2002)

Harry está creciendo muy rápido. Nunca me habría podido imaginar que una serpiente en las cañerías podría causar tantos problemas (dos horas y cuarenta y un minutos, si llevamos la cuenta). Algún loco la ha dejado suelta y ahora los niños van por ahí quedándose “petrificados” por los pasillos. Su única esperanza es una poción extraída de mandrágoras que chillan, que me recuerdan a todas las pesadillas que he tenido sobre una planta asesina. Resulta que solo el heredero de Slytherin puede haber liberado al monstruo, así que obviamente, fue Voldemort.

Esta vez ha adoptado la forma de Tom Ryddle (Christian Coulson), un recuerdo del propio Voldy de adolescente que se ha conservado en un diario. (Cómo le gusta a Rowling un buen anagrama: TOM SORVOLO RYDDLE = SOY LORD VOLDEMORT, ¿te acuerdas?) Ah, y también está eso del diario que posee a Ginny Weasley (Bonnie Wright) y que la obliga a hacer el trabajo sucio del Señor Tenebroso. Harry mata a la serpiente, rescata a Ginny y apuñala al diario de Tom hasta que sangra (¡ese ya no se puede devolver a la biblioteca!). Sé gracias a Harry Potter y el legado maldito (la obra de teatro) que Harry y Ginny acaban juntos (alerta: spoiler), así que yo ya veo el emoticono con los ojos en forma de corazón.

Por otro lado, Kenneth Branagh puede creerse el rompecorazones de la película con su papel del famoso escritor Gilderoy Lockhart, pero estoy aquí para deciros que Lucius Malfoy (Jason Isaacs) está para mojar pan. Me están viniendo flashbacks de The OA y siento unos celos muy extraños de Dobby, su elfo doméstico (¡enciérrame a mí, Lucius!). Algo tenía que compensar la horrible cantidad de arañas que salen en esta película, especialmente esas enormes que casualmente aparecen a la vez que llega mi pedido de comida. También hay que decir que esta película parece un parque temático y que yo ya he tenido suficiente del director Chris Columbus.

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Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)

¡En esta pasan muchas cosas! Pero el momento de la trama más importante sin duda alguna es cuando Harry tiene su momento Daenerys y se monta en un hipogrifo (¿un híbrido entre caballo y águila?) por el cielo como una madre de dragones, tal cual. También está el momento en que Hermione le da un puñetazo a Draco en la cara, muy 2018 todo.

A ver si lo he pillado: el ganador de un Óscar, Gary Oldman (o Sirius Black) se ha escapado de la prisión (supuestamente) para matar a Harry y (supuestamente) fue quien delató a los Potter, que acabaron muriendo a manos de (¡sí, lo habéis adivinado!) Voldemort. Solo que el verdadero culpable era en realidad… ¿Scabbers, la rata de Ron? Que en realidad es Peter Pettigrew (Timothy Spall), solo que con forma de rata. Peter, Sirius y el profesor Lupin (David Thewlis) fueron amigos en el colegio junto con el padre de Harry. Ah, y Lupin es un hombre lobo. No sé cómo, pero todo esto se descubre bajo tierra, debajo de un árbol.

Harry y Hermione tienen una aventura a lo Regreso al futuro en la que salvan al hipogrifo de que lo ejecuten (gracias a Dios) y a Harry y a Sirius de los dementores, que se están alimentando de sus almas como si fueran un montón de exnovios que no desaparecen. Me encanta que esta película fuera la siguiente que hizo Alfonso Cuarón después de Y tu mamá también. Este hombre puede hacer de todo. (En serio, id a ver Roma).

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Harry Potter y el cáliz de fuego (2005)

Vaya, ¡¡no estaba preparado para esta mezcla entre Los juegos del hambre y Crepúsculo!! Viviré el resto de mi vida con la vergüenza de no haber sabido que Robert Pattinson salía en esta película. Pero lo que de verdad destaca aquí para mí es el “bombón búlgaro” Viktor Krum (Stanislav Ianevski), que no necesita pronunciar una sola palabra para contar con mi total apoyo en la Batalla de los más cuquis de Hogwarts (o sea, el Torneo de los Tres Magos) que es la trama principal de la película. Pero primero, el Baile de Navidad le da a John Hughes la excusa perfecta para introducir el drama adolescente de ver quién va con quién y lo terriblemente mortificante que es bailar con alguien del sexo opuesto. A Hermione la arreglan como a Bella, pero Ron no tiene las agallas de pedirle que vaya al baile con él. En fin, ¡hombres! (Además, ¿por qué no va Harry con Ginny?)

Entretanto, la fregona que tiene Harry por pelo va creciendo mientras mata a un dragón, se zambulle en un lago mágico con sirenas donde tiene su momento Ariel y se abre paso en un laberinto de setos donde Voldemort preside una quedada al estilo de La noche de los muertos vivientes y por fin pasa de ser un bebé Gollum a una malvada diva emplumada (¡mirad esas túnica de seda negra! ¡Diana Ross está temblando!). Esta escena es una locura. Lo padres de Harry se marcan un numerito a lo Star Wars y aparecen como hologramas mientras su hijo se enfrenta con su némesis y escapa por los pelos. Yo ya sabía que el personaje de Pattinson, Cedric, no tenía nada que hacer. ¿Cómo, si no, iba a volver como el vampiro twunk de Crepúsculo? (#EquipoEdward) Ah, y el tuerto del profesor Moody (Brendan Gleeson) puede que fuera malvado durante un segundo, pero en realidad era el Dr. Who (es decir, David Tennant haciendo de Barty Crouch hijo). Es el que hace de que la trama avance, supongo.

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Harry Potter y la Orden del Fénix (2007)

¡Todos se han cortado el pelo! Menos mal. Por fin se le ven los ojos de Harry, que son como los de su madre, debajo de ese prudente flequillo. Con una primera escena que parece una mezcla de The Sandlot: historia de un verano y Twister, Harry salva a su primo el llorica, Dudley (Harry Melling) de un par de dementores renegados, lo que hace que lo expulsen del colegio. El Ministerio de Magia está en modo negacionista y no acepta que Voldemort haya vuelto, propiciando involuntariamente su alzamiento. A Harry le permiten volver al colegio, donde lidera un grupo de resistencia estudiantil en Hogwarts (es decir, el Ejército de Dumbledore). Entretanto, ya me he olvidado de Ginny y estoy a tope con la relación de Harry con Cho Chang (Katie Leung) #Chorrypor100pre

¿Dónde se había metido Helena Bonham Carter en las demás películas? Estoy tan contento con que su personaje, Bellatrix Lestrange, haya conseguido salir de la prisión, incluso aunque acabe matando a Sirius a lo bestia (D.E.P.). ¿Es normal que también quiera que Bellatrix y Lucius se líen? Ya sé que él es supermalo, pero no puedo evitarlo. Me gustan los hombres malos. Y hablando de malvados, Voldemort y Dumbledore por fin se enfrentan en un duelo de magos. Harry aprende que la clave para evitar que Voldy le controle la mente es centrarse en lo mucho que lo quieren (oooh). También nos obsequian con la profecía más obvia de la historia, que dice que o Harry o el señor V. van a tener que morir cuando todo esto acabe. ¡Esto se pone serio, amigos!

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Harry Potter y el misterio del príncipe (2009)

Voldemort ha vuelto con sus mierdas. Se dedica a sembrar el pánico en Londres y a hacer añicos el Puente del Milenio (¡esa cosa siempre me ha dado miedo!). La cara buena de la moneda es que tenemos un plano de Dumbledore en el andén del metro, (magos, son tan diferentes). Harry se hace con un libro de hechizos avanzando que pertenecía al Príncipe Mestizo, que resulta ser Snape (¡ay!). Que un libro de texto avanzado sea la trama principal de toda una película solo puede pasar en un colegio de magia.

Ahora en serio, esta debería llamarse Cómo ser un rompecorazones: la historia de Ron Weasley, ¡porque este chico está que lo tira! Después de beberse una “poción de suerte líquida” que mejora el rendimiento, Ron se convierte en una estrella del Quidditch, lo que atrae a una groupie loca que se llama Lavender (Jessie Cave) que enseguida se convierte en su pareja de escarceos públicos. Hermione tiene el corazón roto (lagrimita) hasta que Ron, que se está recuperando de un filtro amoroso de otra groupie, se despierta diciendo su nombre en el hospital. ¡Qué cruel! Parece que Lavender va a reaccionar a lo Atracción fatal. Ginny y Harry no se quedan atrás y por fin se besan y yo vuelvo a ser muy fan de la pareja.

¡Ah, sí! ¡La trama! Harry por fin consigue que el profesor Slughorn (Jim Broadbent) le entregue su recuerdo de Tom Ryddle (Frank Dillane) en el que le pregunta qué leches es un Horrocrux. Resulta que la maravilla sin cara dejó pedazos de su alma en siete objetos y Harry tiene que hacerse con todos para matarlo. Junto con Dumbledore van a por uno de los Horrocruxes, solo que ya se lo han llevado. Vuelven a Hogwarts y… ¡¡Snape mata a Dumbledore!! Justo ahora que estaba empezando a soportar a Snape. Ay.

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Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: parte 1 (2010)

La mala noticia es que Voldy Voldy se está haciendo más fuerte que nunca. La buena es que el Ministerio de Magia está tan comprometido con los mortífagos que los chavales están dejando de ir al colegio. ¿Yuju? Voldemort se dirige al buenorro de Lucius en la reunión del consejo de villanos y le dice “dame tu varita”. Sí, yo también me he dado cuenta. Además, durante un rato, todos fuimos Harry, lo que reveló la sorpresa de que ¡Harry tiene pelo en el pecho! Cómo crecen estos niños, ¿verdad? Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que los gemelos Weasley (Oliver y James Phelps) se parecen cada vez más a los Winklevoss?

Vale, ¡a por esos Horrocruxes, bitches! Primero, el trío sigue la pista y roba un guardapelo. Pero solo puede destruirse con la espada de Gryffindor, que Dumbledore le dejó a Harry en herencia, pero que ahora está… ¿en un lago congelado? Por suerte y no sabemos cómo, Harry ve un ciervo iluminado que le lleva hasta la espada, así que se quita la ropa y… ¿se pone a bucear en el lago? También nos presentan un cuento algo largo que se va un poco por la tangente sobre las Reliquias de la Muerte, del que saco la conclusión de que para ser el Maestro de la Muerte solo hace falta una varita, una piedra y una capa de invisibilidad. La malvada Helena Bonham Carter encierra a los chavales, pero Dobby les ayuda a escapar, aunque muere en el camino. Espera. ¡No! ¡Dobby noooooo! Ay, esto es mucho para mí.

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Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: parte 2 (2011)

Voldy-Morty es ahora un ladrón de tumbas y le quita la Varita de Saúco a Dumbledore de entre sus frías y muertas manos. ¡Qué ruin, V! La búsqueda de Horrocruxes continúa con una visita a la cámara de Helena Bonham Carter, en la que todo se multiplica si lo tocas, y los críos acaban nadando entre copas doradas, al estilo del Tío Gilito. Escapan montados en un dragón (estaba claro) que rompe el cristal del techo del banco como si fuera la directora de una empresa a la que por fin le pagan lo que se merece. Hablando de mujeres con un par, Maggie Smith se enfrenta a Snape delante de todo el colegio para defender a Harry, lo expulsa con una llamarada y manda a todos los de la casa Slytherin a las mazmorras.

Ron y Hermione se ponen cachondos e intensos tras destruir otro Horrocrux mientras V de Vendetta y su ejército de villanos asedian Hogwarts. Se está liando una buena, ¡mueren alumnos! Descubrimos que la serpiente de V y Harry son los últimos dos Horrocruxes, así que los dos van a tener que morir. Voldy-Voldy hace que su serpiente ataque a Snape y descubrimos que este ha sido bueno en todo momento, más o menos. Harry se rinde, lo matan (¡Dios mío!), resucita y por fin (¡por fin!) derrota al malvado de V para siempre (¿o no?). No quiero destriparos nada, pero leed o id a ver Harry Potter y el legado maldito a Broadway para ver cómo sigue la cosa, porque ahora nos vamos al pasado.

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Animales fantásticos y dónde encontrarlos (2016)

Si ser un escarbato implica que Eddie Redmayne me va a llevar por todo el mundo en una maleta y me va a poner del revés y a hacerme cosquillas cuando me he portado mal hasta que lluevan joyas y dinero de mi bolsa marsupial. ¿DÓNDE HAY QUE APUNTARSE? Newt Scamander (Redmayne) nos ha trasladado a mí y a mis amigos los animalitos a la Nueva York de los años 20 y estamos fuera de control. Entonces, la mitad de esta peli trata sobre cómo Newt intenta, junto a un panadero (Dan Fogler) y sus intereses románticos, Tina (Katherine Waterston) y Queenie (Alison Sudol), volver a meternos en la maleta.

No sé muy bien por qué, una parte tangencial de la trama gira alrededor de Jon Voight y la candidatura a la alcaldía de su hijo, al que mata una misteriosa nube negra. Por si ese vestido inflado inspirado en Uniqlo que llevó al estreno de la siguiente película no daba suficientes pistas, aclaro que Ezra Miller es esa nube negra. Su personaje, Creedence, es un obscurus, un parásito malvado que ataca a los niños que reprimen su magia. (Moraleja: dad rienda suelta a vuestra magia, niños).

Cualquiera que niegue que Creedence y Percival Graves (Colin Farrell) están liados, miente. No hay otra explicación posible para sus susurros en el callejón oscuro y su contacto íntimo. ¡No juegues conmigo, Rowling! Me HORRORICÉ cuando mi amorcito Farrell se transformó ¡¡¡¡EN EL PUTO JOHNNY DEPP!!!! Arg, ¿por qué? El obscurus se ha destruido (mayormente), aunque sé que Ezra sale en la secuela. Por cierto, ¿podemos hacer que la lluvia obliviate nos borre los recuerdos de 2018?

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Animales fantásticos y dónde encontrarlos: los crímenes de Grindelwald (2018)

Voy a ser sincero, tuve que buscar en Google qué cojones tenían que ver estas películas con el universo original de Harry Potter para ver si había desperdiciado 30 horas de mi vida solo por las risas. Esta está mucho más vinculada a la saga original gracias a la aparición de Jude Law como Dumbledore (me muero) y sí, ¡vuelve a salir Hogwarts! Reconozco que incluso yo, que soy Slytherin, me sentí como en casa. Por otro lado, el pelo de Newt, todo echado para delante, ha seguido creciendo y ahora sabemos que tiene un hermano que esta más bueno que el pan (Callum Turner, ¡hola!) que trabaja en el departamento de seguridad mágica y es bastante aburrido.

Ha vuelto toda la pandilla, aunque el miembro que más destaca es la frente de Ezra Miller. La trama es una auténtica locura. Hay hermanastros y hermanastras que nunca se han conocido, conspiraciones de venganza intergeneracionales, viajes entre Londres y París y una GRAN revelación al final.

Antes de meterme de lleno en esta locura, me habría importado una mierda si Dumbledore era gay y si Grindelwald fue su primer amor. J.K. Rowling es capaz de todo por un RT, incluido hacer que sus fans queer piquen. Pero chicos, ¡¡¡¡ESTOS TÍOS SON LO MÁS GAY QUE HAY!!!! Es decir, por si no fuera suficiente con el pacto de sangre que hicieron de adolescentes, al final Grindelwald convoca a sus seguidores con vaporosas telas de tafetán negro a un cementerio parisino. Si esa no es la convocatoria más de diva de todos los tiempos, yo no he visto una polla en mi vida. Y es obvio que le pone mucho Ezra —el único crimen del que no se le puede culpar.

Dicho esto, si ser Slytherin me consigue una reunión con el pibón de Lucius y (puede) que la frente de Ezra Miller sea mi cómplice, me apunto. Conseguiré que el universo Potterhead sea lo suficientemente gay para todo el mundo. Incluso me pondré el pelo blanco, después de todo, se acerca el invierno.

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