Si el festival Cara B se ha convertido en una de las citas ineludibles del calendario musical de Barcelona es porque a lo largo de sus ediciones lo único que ha hecho ha sido perfeccionar su fórmula: dos días, un escenario, un buen montón de bandas españolas, una tras otra, desde las seis de la tarde hasta las dos de la mañana. Algo sencillo, directo y eficaz, pero hecho con mucho cuidado, perfilando dedicadamente un cartel en el que se da cita lo mejor del panorama musical español. En un momento en el que los grandes festivales veraniegos parecen copar toda la atención, el Cara B nada a contracorriente incluso en las fechas en las que se celebra y en su forma de organizar el cartel, dedicando un día a la música urbana y otro a la "música de guitarras".
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Eso es lo que hace que puedas disfrutar un día de Pedro LaDroga cual vampiro del futuro cantando a capela durante un fallo técnico y de Cecilio G fregando el escenario antes de empezar su set y al siguiente destrozarte las cuerdas vocales coreando los temas de La Plata y Carolina Durante y bailando en la fiesta que montaron Soleá Morente primero y Putochinomaricon después, al día siguiente. Y en todos los conciertos, durante los dos días, un sinfín de pogos y otros sudorosos bailes. Puedes ver las fotos de esta edición del Cara B aquí abajo:
Sigue a Marc Rodríguez en @markymuntanya