Diego Forlán nunca muere. Es, no sé, como los viejos rockeros, o como la película de James Bond, o como los cromos de la Liga. Tras su regreso al Peñarol de sus amores, el club de su padre Pablo Forlán, el ‘charrúa’ vuelve a ser protagonista por enésima vez gracias a un golazo de proporciones escandalosas.
Es bonito ver el amor de Diego por Peñarol. No paramos de ver besos y besos al escudo. Aunque quizás mejor que os cortéis un poco y vayáis a un hotel o algo, ¿no?
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Sea como fuere, el domingo Forlán pudo hacer lo que más le gustaba y mostró su gran talento con sus dos goles. La magia no se ha perdido: los aficionados podrán disfrutar de los dos cañones que Diego tiene por piernas durante un tiempo más.
Peñarol ganó por 3-1 a Wanderers en un partido amistoso. Forlán ya está en casa: todo Uruguay lo celebra.
