Es viernes en la noche y te encuentras cerrando Tinder para esperar tu verdadera cita nocturna. Esperas 30 minutos agonizantes, pero finalmente el chico repartidor toca el timbre. Observas deseoso los montículos de queso en esa pizza grande con extra pepperoni como si hubiesen estado alejados durante semanas.
¿Suena familiar?
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Según un informe publicado por la agencia de publicidad Havas Worldwide, 54 por ciento de los millennials (gente entre los 18 y 34 años de edad que actualmente puedes encontrar atrapando Pokémons en el parque) piensa que “comer puede ser tan placentero como tener sexo”. Lo que es más, si se les ofrece la opción de escoger entre el sexo y una “excelente comida en un restaurante”, 35 por ciento preferirá la comida.
Bueno, si se tratara de una cena excelente…
El informe, que encuestó a 11,976 hombres y mujeres de más de 18 años en 37 países, encontró que tanto hombres como mujeres consideraron los snacks nocturnos tan placenteros como una noche especial (46 por ciento y 51 por ciento, respectivamente).
Sin embargo, 42 por ciento de las mujeres millennials, comparadas con el 26 por ciento de los hombres millennials, dijeron que la comida ganaría sobre el sexo. Los cerebros masculinos podrían estar programados para escoger el sexo por sobre la comida, después de todo.
No es una noticia que los millennials están obsesionados con la comida. Pero, Havas Worldwide también descubrió que 52 por ciento de las personas entre 18 y 34 años consideran salir a cenar como su “actividad social favorita” y 56 por ciento considera la compra de víveres “una de sus tareas favoritas”.
Para todos los millennials allá afuera, mientras se descubren cayendo cada vez más en el hoyo debido a las cuentas que pagan por esas “excelentes” comidas y divertidos paseos al Superama, valdría la pena que reflexionaran acerca de practicar otras actividades hedonísticas de la vida, y podrían quemar un poco de esa pizza también.
Estes artículo se publicó originalmente en julio del 2016.