FYI.

This story is over 5 years old.

animales

Esto es lo que piensa tu mascota cuando la abandonas por vacaciones

Piensa que quizás les encante la idea de vivir sin ti, entonces ya no habrá vuelta atrás.
Foto vía el usuario de Flickr  Tony AlterCC BY 2.0

Eres de esa clase de personas que ahora, durante las dos últimas semanas de agosto, te vas a ir de vacaciones. Nunca has sido de esos que planean las actividades veraniegas con una holgura desmedida y demencial y es por eso que, cuando tuviste que decidir qué días cogerte de vacaciones, las mejores fechas ya estaban cogidas, cogidas por personas que a principios de años ya inspeccionan el calendario, calculan puentes y planean viajes con una frialdad quirúrgica.

Publicidad

El caso es que ahora, en agosto, te vas a ir de vacaciones. Justo cuando en la oficina nadie trabaja porque el país se ha detenido e ir a la oficina es puro cachondeo (desayunos de dos horas, Facebook todo el rato, gente durmiendo tumbada en varias sillas dispuestas con maestría), en fin, la has cagado. Podrías estar cobrando sin trabajar pero no, te decidiste tarde y te has quedado con las sobras.

Pero hay un problema más importante, Bombacho. Quieres largarte a Berlín con un par de amigos pero no sabes qué hacer con Bombacho. Bombacho es tu perrete, aunque ahora mismo, más que un perrete, es un problema, sobre todo para tu huida vacacional. “Ojalá estos bichos pudieran congelarse como lomos de cerdo y descongelarse al regresar a casa, tiernos y frescos”, piensas. Pero no, son seres con vida que hay que mantener en funcionamiento así que coges el teléfono y empiezas a molestar y a pedir favores a tus amigos y familiares, quienes fingirán cierta alegría al tener que quedarse unos días con tu perro o limpiar las mierdas de tu gato, pero que en realidad pensarán que eres un ser totalmente irresponsable por haber decidido tener un animal que, por tus intereses vitales, no podrás cuidar 365 días al año. Vale, estabas triste después del divorcio y tu vida se estaba cayendo a pedazos pero, ¿fue una buena decisión intentar encontrar la felicidad a base de poseer un animal?

¿Es lícito que prefieras abandonar al bicho (en casa o con otra peña, pero lejos de ti) solo para que puedas disfrutar de unas vacaciones de mierda en Londres o Ibiza? ¿Por qué decides tener un animal de compañía, un compañero de la vida, si lo abandonas a la mínima que obtienes unos días de libertad? Un animal es una responsabilidad, es como si dejaras a tu bebé de catorce meses encerrado en casa con una máquina que le va proporcionando agua y comida y un cubo en una esquina para que mee y defeque.

Publicidad

¿Por qué decides tener un animal de compañía, un compañero de la vida, si lo abandonas a la mínima que obtienes unos días de libertad?

Si total, cada fin de semana por la noche abandonas al animal cuando sales por ahí a intentar encontrar desesperadamente a alguien por follar. Ya llevas ocho meses intentándolo CADA FIN DE SEMANA y nunca pasa nada. Cada vez que cierras la puerta de casa con llave piensas “hoy sí”. Y, al final, hoy no. Y el bicho lo sabe y por eso no entiendo como prefieres el sexo potencial a la compañía de un mamífero domesticado.

Si te vas, el bicho se quedará solo unos días, aunque también puede que lo lleves una semana a casa de "unos amigos" (claro que a la cuarta vez que se folle el cojín ese que cosió la abuela y tanto significa para ellos, empezarán a dejar de ser tus amigos). Hagas lo que hagas, la criatura se sentirá decepcionada contigo, no lo dudes. Esa cara de pena que siempre muestra porque es su cara normal —lo que hizo que la adoptaras a él y no a otro— esta vez reflejará una pena real.

Piensa que su cerebro de perro le hará creer que, simplemente, “te vas a ir para siempre”. Nada ni nadie le podrá comunicar que en unos días regresarás y que todo volverá a ser como antes. Para Bombacho, estarás muerto, esta será la última despedida, la última vez que verá tu cara. Encima verá que te la suda porque tú sabrás que volverás en unos días y que no pasará nada, una despedida sin ningún drama, pero él no. Él creerá que lo abandonarás y encima no querrás ni abrazarlo fuerte ni llorar, cosa que él necesitará en este momento tan duro para él (joder, pobre bicho). Verá como te vas como si no pasará nada y se sentirá un buen pedazo de mierda. No solo le abandonarás para siempre sino que TE LA SUDARÁ no volver a verlo, esto es lo que pensará.

Publicidad

Sea un conejo, un pez, una rana, un gusano, un par de gatos o un hámster, el bicho sufrirá. No entenderá nada. De hecho es probable que de tanto no entender, no pillen ni que te hayas marchado. ¿Percibe algo un hámster? ¿Sabe que está solo en una casa? ¿Para él eres solo un mecanismo extraño que proporciona alimento? Esta criaturilla no te echará en falta porque tampoco sabrá que existe un sujeto vivo detrás de ese alimento que cae del cielo. Mientras tenga unas cuantas pipas y el tubo ese de agua lleno, nada más importará para él. Es como con un hombre y su polla.

O puede que incluso algunos bichos sean muy conscientes de este abandono y que les encante la idea de que te pires fuera unos días y dejes de chantajearle con galletitas a cambio de hacer lo que tú les pidas con su cuerpo y extremidades. Son estos días sin ti los mejores días del año. Una casa para ellos, para correr, para ponerse de pie, para leer el periódico, buscar recetas en internet y cocinarlas. ¡Qué bien sienta llevar pantalones de nuevo! ¡Por fin beber agua en un puto vaso! ¡Qué duro es eso de fingir ser un animal estúpido solo para no tener que esforzarse en buscar un trabajo y todo eso!

Puede que incluso algunos bichos sean muy conscientes de este abandono y que les encante la idea de que te pires fuera unos días y dejes de chantajearle con galletitas a cambio de hacer lo que tú les pidas

Durante esos días también descubren que sus dueños temporales son mucho más amorosos y empáticos que su amo, quién ya no encuentra novedad ni ilusión en él. Estos días se convierten en una acumulación de placeres, en una orgía de benevolencia: exceso de comida, exceso de arrumacos, exceso de atención, exceso de juegos. Es un viaje hacia los inicios de vuestra relación, cuando la existencia solo valía la pena cuando la disfrutabais juntos. Ahora, gastada por los años, la convivencia se torna ordinaria y pesada y el animal se acaba de dar cuenta de ello por primera vez gracias a estas vacaciones en las que ha vuelto a encontrar el amor de verdad.

En fin, cuando los dejes tirados en la penumbra de tu piso, piensa que todo esto y mucho más estará recorriendo todo su cerebro. Cuando vuelvas parecerá que todo sigue igual, pero no. Estos tipos no olvidan y este abandono marcará para siempre un punto y aparte en vuestra relación. Como cuando te piraste una semana a Berlín y al volver te encontraste la casa extrañamente vacía y una nota de tu expareja al lado de un juego de llaves. No hizo falta ni leerla para deducir que a partir de ahora necesitarías la ayuda de un maldito perro para no pegarte un tiro.