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La pesadilla inmobiliaria

La pesadilla inmobiliaria del mes: el truco ese de estirar las fotos

Imaginaos por un momento que el piso realmente es así, con todo MUY ancho.
Pesadilla inmobiliaria
Todas las imágenes vía Idealista

'La pesadilla inmobiliaria del mes' es una sección en la que denunciamos los abusos más flagrantes y los pisos más sorprendentes del mercado inmobiliario en España. Si te has topado con algún palacio similar, escríbenos a esredaccion@vice.com.

¿Qué es?: Se trata de un “piso moderno” —eso dice la agencia— de 33 m 2, espacio en el que cabe una habitación, dos baños, una cocina y un balcón, no sé cómo.

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¿Dónde está?: Este piso se encuentra en la Barceloneta, ese barrio en el que los turistas se emborrachan, se cagan por la calle y se quedan dormidos en los portales. A veces también se les puede ver copulando. Ahora que lo pienso, esto es algo que pasa en casi cualquier parte del mundo.

¿Qué se puede hacer por ahí?: Puedes coger el metro en la parada de Barceloneta (línea amarilla) y largarte lo más lejos que puedas. Lo único que vale la pena de este barrio es el restaurante Can Maño en la calle del Baluard.

¿Cuánto cuesta?: Tendrás que acumular 1.050 euros cada mes para poder pagar esto. Sinceramente, no sé cómo vas a sobrevivir. “Encontraron el cuerpo desnutrido de una joven barcelonesa tirada en medio de un micropiso de la Barceloneta. En la nevera no se encontraron indicios de comida, siempre había estado vacía”.

En el mundo de las agencias inmobiliarias existen miles de patrañas que se utilizan para vender pisos infectos. Aun así, uno de mis trucos favoritos siempre ha sido el de modificar las fotos para aparentar ciertas cualidades de las que el piso carece. Por su bajeza moral, poco poder de persuasión y simplicidad, el efecto que más me fascina es el de convertir una imagen cuadrada o incluso vertical en panorámica. Así logras que un pequeño piso de mierda parezca una mansión, cosa que te permite poner un precio de alquiler de más de 1.000 euros al mes sin que nadie se ponga del todo nervioso.

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Es un truco sencillo. En Photoshop solo hay que ir a Imagen/Tamaño de imagen y modificar el valor del campo horizontal, siempre teniendo en cuenta que no esté seleccionada esa opción que te mantiene la proporción de aspecto. El resultado es amorfo y el timo es evidente pero a la vez entrañable, por lo burdo e inocente del invento.

Es cierto que en muchos casos esta deformación se debe a las propias plataformas en las que se publican los anuncios, cuyas opciones para subir imágenes a veces lían a la gente. Por parte de un particular estos errores son más comprensibles pero por parte de una agencia —quienes suben cientos de imágenes al día (menudo curro más jodido, ¿verdad?)— este error ya es menos excusable.

Pero imaginémonos por un momento que estas fotos no son el fruto de un error, intentad meter en vuestras cabezas durante un segundo que lo que ven vuestros ojos es real. Este piso es así, tal cual. Ancho. En él todo es achatado.

La puerta de entrada es realmente un portal cuadrado, un portón de madera descomunal. De la misma forma, las puertas de las habitaciones miden como un metro y medio de ancho y abrirlas supone un ejercicio físico increíble, una rotación de varios metros, como si estuvieras virando un enorme timón. La nevera también es bajita y cuadrada, podrías meter una persona adulta en posición fetal ahí dentro, de la misma forma que también podrías meterla dentro del horno. ¿Quién querría meter a una persona dentro de un horno? Es una pregunta que, demasiado a menudo, me pregunto. Los armarios también tienen unas puertas descomunales, los cubiertos miden veinte centímetros de ancho, los vasos son barreños y en la explanada que es tu cocina puedes instalar un mercadillo de segunda mano con putos food trucks.

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Os propongo un ejercicio, voy a ir cambiando el tamaño de algunas de las fotos y a ver qué pasa.

Cocina

A) Esto de arriba es la cocina a un tamaño más cercano a lo que sería la realidad. Este tipo lo he sacado de Google Maps. Lo llamaremos don Miguel. Don Miguel vive en esta casa, ¿ok? Y no puede ni meter una mesa en el salón/cocina. Otra noche comiendo en el suelo, ¿verdad Miguelete?

B) Pero con este truquito de ensanchar el mundo, la cosa cambia. Bien, aquí está don Miguel viviendo en la casa de este mundo maravilloso que nos plantea la agencia AREA CASA. Joder don Miguel, ¡podría usted montar conciertos en su cocina! Con la entrada a cinco pavos podríamos sacar 400 euros. Al grupo no se le paga, que suerte habrán tenido ya de tocar en su preciosa casa.

Nevera

A) Esta nevera es muy pequeña, aquí no te cabe ni un tabulé de esos del Lidl con los que te alimentas casi cada maldito día.

B) BOOOOOOM. Ningún problema, colega. Durante el verano don Miguel deja la puerta abierta de la nevera y toda la casa se queda bien fresquita. Incluso abre la ventana y deja que toda la Barceloneta baje de temperatura. Estas nuevas neveras son cojonudas, ¿verdad don Miguel?

Puerta

A) Sí, el piso de Miguel es deprimente. ¿Os vais ya? Bueno, no le digáis a la gente que Miguelín vive en un agujero abyecto como este. ¿Seguro que no os queréis quedar a cenar?, Miguel puede preparar un poco de harina con sal para todos.

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B) Bueno, ¿os ha gustado la mansión de don Miguel? Claro que sí. No os puede invitar a cenar porque ahora vienen unos amigos políticos de don Miguel a cenar gambones de 200 euros el kilo. Chupar esas cabezas es mejor que follar, ¿verdad Miguel? Creedme, podríais estar cinco minutos seguidos dándole a la cabeza de la gamba y aún tendríais sabor para rato, ¿verdad don Miguel?

***

Justo ahora que estamos en el punto más intenso de esa plaga conocida como vida FIT, nos encontramos con que una de las soluciones al problema de la vivienda que ofrecen las agencias inmobiliarias es el ensanchamiento hipertrófico. Sin duda es mejor vivir la fantasía que nos venden estas agencias que aceptar y sufrir la triste realidad. Ensanchad vuestros pisos en Instagram y todo irá bien. Claro que, siendo justos, en una casa ensanchada lo que realmente viviría dentro sería un hombre, evidentemente, ensanchado. Algo más o menos así: