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Tecnología

Las bacterias han estado hackeando tus genes desde antes que nacieras

Bacterias en el vientre materno.
un iris. Imagen: Laitr Keiows, Wikimedia

¿Tienes la sonrisa de tu mamá? Deberías agradecer a las bacterias.

Si tomaste biología en la escuela secundaria sabes que heredamos desde el ADN de nuestros padres los rasgos como el color de ojos y la altura. Pero los genes humanos no son todo lo que existe en el linaje familiar. Nuevas investigaciones muestran que nuestras madres también nos traspasan bacterias y que también heredamos rasgos desde estas.

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En un estudio ​publicado en Nature, científicos de la escuela de medicina de la Washington University en St. Louis demostraron que un "rasgo hereditario" no es siempre lo que parece. La investigación, conducida en ratones, demostró cómo las bacterias que influyen en la inmunidad pueden pasar de madre a hijo de la misma manera en que se heredan los rasgos de los padres a través del ADN.

Si este descubrimiento es aplicable en humanos significaría que los microbios están hackeando tu código genético y que lo están haciendo desde antes que nacieras.

"Necesitamos expandir substancialmente nuestro pensamiento sobre las contribuciones bacteriales en el área genética o hereditaria e incluso sobre las contribuciones de otros microorganismos" escribió en ​una declaración el coautor Herbert W. Virgin IV.

Mientras tanto podemos decir que ​todas las cosas que aprendimos sobre herencia genética en la escuela secundaria no son completamente ciertas.

Con la llegada de la secuencia de ADN de alto rendimiento hemos tenido que enfrentarnos a una cruda verdad: nuestro planeta es la pesadilla de un hipocondriaco. Desde los ​fondos oceánicos hasta los ​restaurantes de comida rápida, las bacterias dominan cada espacio que pueden encontrar, ​incluidos nosotros. En nuestros cuerpos las células bacterianas nos superan en número en relación de ​10 a 1. Influyen en ​nuestra digestión, en nuestro ​sistema inmune y quizás incluso en ​nuestras personalidades.

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Pero hasta ahora no éramos capaces de diferenciar entre nosotros y nuestra asociación microbiana: los genetistas lo llaman naturaleza versus nutrición. Nuestros genes son el mapa químico que heredamos de nuestros padres y están bloqueados dentro del núcleo de nuestras células. Luego está nuestro medioambiente, o sea todo lo demás. La persona en la que te transformas depende de estas dos cosas.

Hasta ahora las bacterias habían sido vistas como parte del lado "medioambiental" de la ecuación. Son algo que aparece una vez que entramos al mundo, no algo que heredamos.

Como sucede seguido en la ciencia, fueron algunos experimentos defectuosos los que finalmente revelaron a los investigadores lo equivocados que estábamos sobre nuestra visión del mundo. En este caso el problema empezó con los ratones de laboratorio. En la investigación biomédica es una practica común el usar ratones bioengenierizados para estudiar un gen aislado en particular. Pero a veces aparecía un ratón con un nuevo rasgo, uno que nadie codificó.

Esto le sucedió a un grupo de ratones que producían niveles inusualmente bajos de LgA, un anticuerpo vinculado al trastorno gastrointestinal, descubrieron los científicos. No había nada sospecho en su ADN, pero no obstante el rasgo defectuoso continuaba pasando desde la madre a sus descendientes. Eventualmente los investigadores encontraron un culpable: la bacteria sutterella, la que estaba presente en todos los ratones con bajo nivel de LgA. Si bien la bacteria probablemente entró a la colonia de ratones al infectar a un residente, ahora estaba siendo traspasada de manera hereditaria.

De acuerdo al autor esto significa que necesitamos considerar un nuevo factor para entender cómo los genes influencian tu salud: el ADN de los microbios que son traspasados desde la madre al hijo.

Por supuesto estamos hablando de ratones, no de humanos, pero no existe una razón obvia que impida que esto mismo nos ocurra a nosotros. De hecho ya sabemos que​ la madre traspasa al bebé una serie de microbios durante el parto y el amamantamiento y que estas criaturas pueden impactar en nuestra salud. No es muy difícil imaginar que somos bombardeados por bichos incluso antes.

Intenta que no te moleste que estas bacterias posiblemente sean las culpables de tu adicción al chocolate o de tu nariz chueca. En el futuro podríamos usar las bacterias para hackear todo tipo de rasgos y agregarlos a nosotros, como ​genitales con sabor a Coca-Cola o ​parches para la piel fotosintéticos. Quizas es un signo que los biohackers están bien encaminados finalmente.

O que la naturaleza es tan loca como nosotros.