Todos los años hay un momento del Concurso Nacional de Belleza sobre el que aficionados, apáticos y críticos sienten el mismo morbo: la tanda de preguntas que les hacen a las cinco finalistas que aspiran al título de Miss Colombia.La sección de preguntas ha dado material a medios, troles y tuiteros para burlarse durante años de las respuestas que dan unas reinas presas del estrés y la presión. De ahí han salido joyas como que "Confucio inventó la confusión", de la panameña Giosue Cozarelli, o frases incluso geniales —aunque criticadas por igual— como "hombre con hombre, mujer con mujer, y del mismo modo en el sentido contrario", de la Miss Antioquia 2008, Verónica Velásquez.
La cosa es que resulta fácil burlarse de esas veinteañeras que se exponen en la televisión nacional. Es fácil burlarse de la veinteañera que ha tenido que cambiarse de vestido siete veces en la misma noche, lucir perfectas, felices y adorables y culminar con una respuesta que satisfaga a todo el que escucha con escepticismo y socarronería. Especialmente cuando la pregunta en cuestión parece más un título de tesis que algo que se pueda responder en 30 segundos. Cualquiera pasa por "cateta" o "bruta" —como califican las respuestas de las reinas en los rankings más populares de internet— cuando la pregunta es "¿Cuál es el cambio más significativo que ha visto en el mundo en los últimos diez años?", o "¿Cómo resumiría el proceso de paz?".
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Además, no se puede negar que hay algo de cinismo en ese pseudorreto intelectual, y mal planteado, con el que acribillan a las mujeres que, ante todo, están participando para ganar un concurso de belleza. No está mal, pero uno no puede evitar sospechar que existe cierto deleite por demostrar que no se puede ser guapa, tener buen cuerpo y responder con astucia y agudeza una pregunta capciosa.
En VICE decidimos evaluar el reto de responder las preguntas que les hacen a las reinas de la belleza. Así, reunimos a un crítico de cine, a una escritora, a dos filósofos y a un cineasta para ver si es posible responder bien la pregunta en tan poco tiempo.Obtuvo su doctorado en Filosofía en Emory University (Atlanta) en 2008. Es profesora adjunta del Departamento de Filosofía de la Universidad de los Andes desde el 2007. Su especialidad es la filosofía moderna, la historia del escepticismo y la relación entre filosofía y retórica.
Pregunta: ¿Qué opinas sobre los cambios sociales en Colombia que favorecen la inclusión para lograr que sea un país plenamente integrado y sin diferencias?
Respuesta de la Miss Santander: Los cambios siempre traen cosas buenas. Si es con respeto, amor y solidaridad con el prójimo, es un cambio favorecedor para Colombia y todos los presentes y para todos los que nos están viendo en casa.
Respuesta de Catalina: Hay que hacer mucho para lograr esa integración. La paz y la inclusión social no se dan de la noche a la mañana. Algunas ideas: se requiere educación moral, en especial para el fortalecimiento de emociones morales como la simpatía, la capacidad para ponerse en el lugar del otro. Educar en comunicación asertiva, para que los colombianos expresemos nuestros puntos de vista directa y respetuosamente, evitando el escalonamiento del conflicto. Robustecer los lazos de confianza entre los colombianos, dando valor a las promesas y al cumplimiento de la ley. Finalmente, promover el respeto a los derechos del otro y trabajar por la equidad social.Estudió filosofía y matemáticas pero nunca se graduó. Actualmente trabaja como cámara y director artístico de teatro. Participó en el Festival de Cine de Cartagena con un documental autobiográfico llamado Yo, Lucas.Pregunta: El concepto de la familia tradicional está cambiando. ¿Qué piensas de los nuevos modelos de familia?
Respuesta de la Miss Bogotá: Considero que el tema de la familia es algo que es demasiado especial, algo que es muy importante para nosotros. Últimamente, en el siglo XXI, hemos empezado a generar muchos cambios, cambios que nos benefician a todos, que nos liberan y nos dejan opinarnos de diferentes formas. Tenemos derechos ahora mismo a crear familias de todas las formas.
Respuesta de Lucas: Yo no estoy casado ni tengo hijos, soy el nuevo modelo de familia. La familia es un horror también. ¿Qué hago yo con mi familia? Nos pasamos el día gritando como unos locos y peleando. No sé, yo solo puedo hablar de mí.
Catalina González, filósofa
Lucas Maldonado, cineasta
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