Recordando el debut de Gianluigi Buffon, el portero eterno

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Dejadme que os cuente algunas cosas que pasaron en el otoño de 1997. El Manchester City jugaba en la segunda división inglesa y terminó descendiendo a la tercera; el FC Barcelona solo tenía una Copa de Europa en su vitrina de trofeos y Lionel Messi todavía no había pisado Catalunya; a Sepp Blatter aún le faltaban nueve meses para recibir las llaves de la oficina presidencial de la FIFA.

Los 18 años que vinieron a continuación han cambiado estas tres cosas —mediante el dinero, Leo Messi y más dinero respectivamente—. Hay una cosa, sin embargo, que no ha cambiado: un hombre ha seguido ocupando su lugar de forma ininterrumpida bajo los tres palos. Hace 18 años, Gianluigi Buffon debutó con la selección italiana: un Mundial y 167 partidos después, Gigi sigue aquí.

Buffon ya era un jugador consolidado a nivel de club cuando el seleccionador Cesare Maldini lo convocó por primera vez para la selección azzurra. Buffon, producto de la academia del Parma FC, llegó al primer equipo emiliano-romañés durante la campaña 1995-96: su debut se produjo nada menos que frente al AC Milan de Roberto Baggio y George Weah. Sereno ante un par de ganadores del Balón de Oro, Gigi supo mantener su portería imbatida: el partido terminó en empate a cero.

Para la temporada 96-97, Buffon, con 18 años, era el portero número uno del Parma y una pieza clave en el equipo que peleó hasta el final por el título de la Serie A. Al año siguiente, Buffon fue por primera vez con la selección: el cancerbero de Carrara se quedó en el banquillo en el encuentro crucial ante Rusia para clasificarse para la Copa del Mundo de Francia 98. El partido de ida se jugó en la nieve; treinta minutos después del inicio, el portero Gianluca Pagliuca tuvo que abandonar el campo por lesión. Sería una gran prueba para Buffon, dadas las condiciones, la importancia del partido y la carente experiencia del adolescente.

El joven Gigi, sin embargo, no se arredró en absoluto. Buffon jugó como un veterano, realizó una serie de paradas cruciales y solo concedió un desafortunado autogol de otro hombre que recién arrancaba su carrera internacional, el defensa Fabio Cannavaro. En ese momento aún no lo sabíamos, pero Gigi y Fabio serían los encargados de comandar la defensa italiana durante la Copa del Mundo de 2006.

El partido acabó 1-1; Italia ganó el partido de vuelta y se aseguró un lugar en Francia 98. Finalmente, Buffon iría al torneo como segunda opción en la portería a pesar de que solo había jugado dos veces con Italia.

Gianluca Pagliuca, Angelo Peruzzi & Gianluigi Buffon, Italy 1998 pic.twitter.com/NbHDDIYxie
— Classic Calcio (@ClassicCalcio) March 17, 2014

Para tener una idea de la longevidad deportiva de Buffon, veamos los componentes de la selección a la que se unió en 1998: entre otros, figuraban los nombres de ilustres como Alessandro Costacurta, Paolo Maldini y Roberto Baggio. Evidentemente, todos están retirados a día de hoy. No hablemos ya del defensa Giuseppe Bergomi, que también estuvo en esa lista después de debutar con Italia ¡en 1981! Su nombre, de hecho, suena a otras épocas.

Desde su debut, Buffon ha jugado 167 partidos con Italia —más que cualquier otro jugador en la historia del país: el siguiente es precisamente Cannavaro—. Juntos levantaron la Copa del Mundo de 2006 en Alemania, el torneo donde la imbatibilidad de 453 minutos de Buffon fue vital para el éxito de los azzurri. Buffon también ayudó a su equipo a llegar a la final de la Euro 2012, donde los transalpinos fueron humillados por España por 4-0.

Sus logros a nivel de club no son menos impresionantes. Desde su salida del Parma y su fichaje por la Juventus de Turín en 2001 por 52 millones de euros —cifra récord para un portero—, Buffon ha ganado ocho títulos de Serie A y una lista de premios individuales interminable. El único trofeo que le falta es la Champions League, después de perder las finales de 2003 y 2014. La vida personal de Buffon, sin embargo, no siempre fue plácida: el cancerbero tuvo que luchar contra la depresión y habló de ello públicamente mientras seguía siendo el número uno para su club y selección.

Buffon, sin embargo, no parece querer detenerse en absoluto. Recientemente, el portero de Carrara aseguró a la prensa que uno de sus objetivos era "seguir jugando hasta 2018".

"Desde que cumples los 32 o 33, cada año cuenta por siete, como los perros. De joven lo que te motiva es una pasión desenfrenada por el fútbol: conforme creces, te das cuenta que lo que más te motiva son los desafíos. Por esto disfruto de cada partido".

Si permanece activo y en forma en el verano de 2018, Buffon podría seguir en la selección italiana y establecer el récord de seis Mundiales disputados —actualmente está empatado a cinco con el alemán Lothar Matthäus y el mexicano Antonio Carvajal—. Incluso si fuera desplazado como el número uno bajo los palos—algo que parece poco probable—, seguramente iría convocado debido a su infinita experiencia.

Los mitos, sin embargo, no son eternos. Llegar a 2018 parece una meta realista: entonces, Buffon tendrá 40 años, como Dino Zoff en 1982, y el Mundial de Rusia podría ser su última gran celebración —un homenaje estelar para un futbolista irrepetible. Si Italia logra redescubrir su estilo de 2006, quién sabe, Gigi incluso podría decir adiós con el trofeo en sus guantes.

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