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la masía virtual

Así trabaja la cantera de los eSports en España

Hablamos con el staff del eMonkeyz Sports Club de Madrid sobre cómo preparar a las futuras estrellas del gaming profesional.
Imágenes cedidas por eMonkeyz

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La clave del éxito está en la base, una premisa válida para cualquier aspecto de la vida: estudios, trabajo, amor, salud… En el mundo del deporte, el éxito pasa por las canteras, que se encargan de formar a los más jóvenes tanto dentro de la competición como fuera de la misma. En el mundo de los eSports, que está viviendo un auténtico boom en los últimos años, parece que todo se basa en el dinero de las grandes marcas y la inversión de los mejores equipos, pero detrás de ellos existen también los equipos modestos, los pequeños proyectos que impulsan las trayectorias de las futuras estrellas de los videojuegos.

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Los eMonkeyz son un buen ejemplo de equipo centrado en el desarrollo y profesionalización de jugadores jóvenes en el ámbito nacional. El equipo nació hace un año tras una fusión de Celerius eSports —uno de los equipos pioneros en España, fundado en 2012— y varios profesionales del sector gaming con la voluntad de mejorar la preparación y asesoramiento del El equipo, con base en Madrid, cuenta con un staff de 50 miembros, incluidos 33 jugadores y 8 entrenadores repartidos en las plantillas del League of Legends, Call of Duty, CS:GO y Pokémon.

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El club, pequeño pero peleón, no cuenta con ninguna gaming house ni puede reunir a sus miembros en una misma sala más que en ocasiones especiales, como las Gamergy y otros eventos del sector. Hay varios motivos, y es que a nivel de presupuesto y logística no es fácil mantener una estructura firme y unificada que cuenta con jugadores de varias regiones de España y de fuera del país.

Luis Rivera, a la izquierda, con el equipo de Call of Duty de eMonkeyz en 2016

"Se hace muy cuesta arriba montar un proyecto desde cero hoy en día. Nosotros hemos tenido que luchar contra viento y marea para estar donde estamos hoy, y poder tener un proyecto saneado económicamente y bien posicionado", explica a VICE Sports Luis Rivera, mánager del eMonkeyz eSports Club, que desde los 20 años gestiona equipos de esta disciplina, habiendo pasado por referentes como GIANTS y G2. Con 27 años, y al mando de su propio proyecto, demuestra que la industria no solo la juegan los jóvenes, sino que también la lideran.

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Rivera y el resto del staff del club trabajan, primordialmente, a través del ordenador, su oficina y santuario diario. Herramientas como el Skype o el TeamSpeak sirven para comunicarse con los jugadores, entrenadores o la psicóloga del equipo, ya que tratándose de un proyecto modesto muchos miembros del equipo combinan su empeño en los eSports con los estudios u otros trabajos.

"Trabajamos para tener una base férrea sobre la cual construir nuestro proyecto. Las victorias siempre te dan oxígeno para continuar trabajando, y nuestro objetivo es pelear por ascender, pero no olvidamos nuestra labor formativa. Contamos con un departamento deportivo, legal, contable, psicológico, de marketing y logística para conseguir que nuestros jugadores se sientan asesorados y protegidos", desarrolla Rivera, que compara la situación de sus jugadores con la de los futbolistas en las canteras del Barcelona o el Madrid. "Desde fuera parece muy bonito, que solo se dediquen a matar marcianitos, pero en realidad tienen que aprender a ser chicos grandes desde pequeños, y nosotros les apoyamos en todo lo que podemos".

Un jugador del eMonkeyz durante una competición de la Madrid Gaming Experience 2016

Para brindar este apoyo, el club cuenta con entrenadores y psicólogos especializados, aunque en una disciplina tan reciente como los eSports, "cada maestrillo tiene su librillo", apunta Fernando "SLiezzan" Villar, entrenador principal del equipo de League of Legends de eMonkeyz. "Para 'crear estrellas' hay que transmitir conceptos como consistencia, disciplina, esfuerzo y demás a los jugadores, que deben mezclar el entrenamiento técnico y mental para poder adquirir una gran capacidad de adaptación al entorno y las diferentes circunstancias que se va a encontrar a lo largo de su carrera".

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Las carreras en el mundo de los eSports no suelen ser muy largas, y la mayoría de jugadores abandonan la primera línea antes de los 25 años, aunque la mayoría siguen vinculados a la industria del gaming. "El principal quebradero de cabeza es gestionar a gente tan joven, algo que incluye el cuerpo técnico, como en mi caso", asegura Villar, que con 21 años combina su pasión por el LoL con un doble grado en ingeniería informática y matemáticas.

"De momento no hay ninguna manera oficial de formarse como entrenador, al menos en League of Legends. El aprendizaje se basa en el trabajo duro y los errores que se cometen a lo largo del camino. La mayor parte de los conocimientos que adquirimos vienen por la imitación o por la invención y creatividad de uno mismo", reconoce el técnico, que entiende que su trabajo es similar al de cualquier entrenador de fútbol, ya que el objetivo final es sacar el máximo rendimiento y hacer mejorar a sus jugadores. En su caso, intenta fijarse en metodologías de entrenadores contrastados como sir Alex Ferguson, Arsène Wenger o John Wooden, exentrenador de baloncesto universitario en UCLA.

En eMonkeyz, los entrenamientos son habitualmente a la tarde-noche, cuando todos los miembros del equipo dedican su tiempo libre a sesiones de unas 4-5 horas delante de la pantalla. Hay sesiones técnicas, de análisis y trabajo psicológico, pero la mayor parte del tiempo la dedican a jugar partidas enteras, ya que es la mejor manera, y casi la única, de mejorar dentro de la competición. "Es como si los equipos de fútbol se entrenaran solamente a base de partidos 11 contra 11", compara Villar.

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El exentrenador de eMonkeyz Jesús "Jes" Valero, dando instrucciones a sus jugadores en un partido de la temporada pasada

Queda claro que los jóvenes aspirantes a profesionales se tiran horas y horas delante de la pantalla, y eso puede comportar problemas físicos y psicológicos, así que los clubes también invierten mucho tiempo en la preparación mental y física de los jugadores. "En los eSports, como en cualquier deporte, se buscan los mismos objetivos: rendimiento, salud y bienestar. Por ello, las herramientas concretas de la psicología deportiva se amoldan bien a los deportes electrónicos", comenta Laura Grandioso, psicóloga especializada en el ámbito deportivo y los eSports.

Durante su etapa universitaria, Grandioso impulsó varios proyectos relacionados con el gaming competitivo en un ámbito donde todavía "chocaba la idea de que se pudiera competir en videojuegos al mismo nivel que el fútbol o el baloncesto". Los problemas más comunes, según esta psicóloga, son la pérdida de concentración y el descontrol del nivel de activación de los jugadores, que implica ansiedad y estrés en vez de soltura, relajación y autoconfianza a la hora de encarar un partido.

"Es fundamental llevar un control sobre la salud y que los propios jugadores le den importancia. Hay que tener en cuenta aspectos básicos para un deportista como la alimentación, el ejercicio físico y el cuidado de ciertas articulaciones susceptibles de lesionarse en este tipo de deportes, aunque lamentablemente no es algo generalizado", apunta. Otro problema recurrente es la susceptibilidad de las familias. "El apoyo familiar es un pilar básico a todas las edades. Creo que la preocupación paterna viene por el desconocimiento que tienen sobre los eSports. En ese sentido, se echan de menos talleres formativos con los padres, haciendo que participen y apoyen a sus hijos en este tipo de ocio. En otros deportes son algo habitual".

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Según los jugadores, concentrarse en grandes eventos es más complicado por el ruido y el fenómeno fan que rodea los eSports

"Mi padre a veces me decía alguna cosilla que otra, pero siempre he sido buen estudiante por lo que siempre y cuando siguiese una vida sana y sacase buenas notas ¿Qué pegas me iban a poner?", explica Ángel "Dual" Fernández, support del equipo de LoL de eMonkeyz, que actualmente participa en la segunda división de la LVP. Con 19 años, este madrileño se considera un jugador semiprofesional ya que no piensa abandonar sus estudios de Diseño y Bellas Artes para dedicarse al 100% a los eSports.

Él, como el resto de sus compañeros, cobra un salario que se sitúa cerca del mínimo interprofesional, confirma el director del equipo. Al tratarse de un presupuesto ajustado, los jugadores no se plantean dejarlo todo para vivir de los deportes electrónicos, al menos todavía. "Tan solo un 0,03% de los jugadores se encuentran en una liga Challenger o Master, que son las ligas más altas", apunta Ángel, que llevaba tiempo buscando pruebas con equipos de ámbito nacional y fue contactado por el propio equipo.

"Lo más normal es conseguir un buen ránking en soloQ [partidas clasificatorias en solitario], ya que es el 'escaparate' en el que se fijan los equipos a la hora de fichar", comenta sobre el método de reclutamiento. A través de destacar en los ránkings del juego, los equipos proponen pruebas (tryouts) y comprueban el talento y la proyección de los jugadores. La edad mínima para entrar en las ligas profesionales es de 16 años, y los scouts de los equipos suelen fijarse en aquellos jugadores que se ofrecen al mercado mediante sus redes sociales.

"Suelo dedicarle 3 o 4 horas al día durante la semana, sin contar los entrenamientos con el equipo, que son un mundo aparte. En los fines de semana puedo pasarme toda la tarde jugando en soloQ y con los amigos, ya que cada partida es un mundo", comenta sobre su rutina, que reserva un ratito de cada mañana para correr y despejarse. Para él, contar con la ayuda de una psicóloga es tan importante como tener novia. "Son personas a las que les voy a poder contar la mayoría de los problemas que tengo", reflexiona. Ángel entrena en casa, y cuando viaja a Murcia para visitar a su pareja, intenta llevarse el ordenador consigo para poder seguir practicando.

Semanalmente, él y sus compañeros acostumbran a tener un solo día de descanso. Para ellos es suficiente para afrontar la siguiente semana con garantías y motivación, porque saben que el camino a la élite de los eSports es largo y tortuoso. Nadie les dijo que iba a ser fácil, y como ellos hay miles de chavales en España que sueñan con ser la próxima estrella de este mundillo.

Sigue al autor de este reportaje en Twitter: @GuilleAlvarez41