FYI.

This story is over 5 years old.

all whites

La transformación de Nueva Zelanda rumbo a Rusia 2018 es una realidad

Con la mezcla de jóvenes talento y la experiencia de jugadores de la Premier League, el entrenador, Anthony Hudson, está transformando a la selección de futbol de Nueva Zelanda.
PA Images

Hace unas cuantas décadas, si le garantizabas un empate con pocos goles a cualquier entrenador neozelandés de futbol ante un rival como los Estados Unidos, encontrarías a más de uno que festejaría como si hubiese ganado al lotería.

Más allá de los gigantes de Sudamérica y Europa, los Estados Unidos —selección clasificada en el lugar 22 por la FIFA— es un equipo competitivo. Tienen dinero y millones de jugadores talentosos de dónde poder escoger.

Publicidad

Del otro lado, Nueva Zelanda —clasificado en la posición 88— siempre ha sido un equipo menospreciado que suele sacar uno que otro resultado pero que al final carece de profundidad y calidad; un pequeño pez en medio de un mar infestado de tiburones.

Sin embargo, cuando el silbatazo final resonó en el Robert F Kennedy Memorial Stadium de Washington DC la semana pasada —luego de un empate a un gol por bando entre Nueva Zelanda y Estados Unidos—, quedó la sensación de que algo había cambiado para los kiwis.

Fue una suerte de confirmación: Nueva Zelanda, una de las naciones que escala más rápido en la clasificación de la FIFA, se había dedicado a construir un equipo con la capacidad de lograr algo que sólo dos selecciones neozelandesas han podido hacer, es decir, calificar a la Copa del Mundo.

Cuando reflexionas y analizas el cómo y el porqué del momento que vive Nueva Zelanda, encontrarás que las razones son muchas.

Pero una sobresale del resto. Llamémosle el efecto Winston Reid.

Reid, jugador del West Ham de la Premier League, es el mejor futbolistas de Nueva Zelanda, aunque en los últimos años ha tenido poca participación con su selección por lesiones y compromisos con su club.

El defensor de los "Hammers" regresó a la convocatoria para los partidos recientes de Nueva Zelanda ante los Estados Unidos y México, y su impacto no pudo ser más claro que el agua.

Momentos destacados del empate ante los Estados Unidos en Washington DC

Publicidad

En ambos partidos, Reid —el único neozelandés en la Premier League— ordenó la línea defensiva kiwi con autoridad y confianza que evocó los días gloriosos del gran defensor Ryan Nelsen.

Anthony Hudson, el entrenador de los "All Whites", declaró que Reid es un jugador de "primera clase" después de su derrota de 2-1 ante México, mientras que sus compañeros confirmaron el contagio de su talento en todo el equipo.

"Cuando contamos con Winston Reid en la cancha, el equipo se beneficia mucho", comentó el defensor Michael Boxall para VICE Sports.

La unidad defensiva de Nueva Zelanda ha sufrido bastantes cambios desde que Hudson tomó el cargo de Ricki Herbert en 2014, quien se encargó de llevar a los "All Whites" a la Copa del Mundo Sudáfrica.

Sin embargo, las incorporaciones recientes —Liam Graham de Chesterfield, quien debutó ante México, y el defensor del Earthquakes de San José, Kip Colvey— lucieron motivadas y competentes contra EE.UU y México, y ayudaron a que el mediocampo kiwi facilitara los contragolpes.

Pero Hudson se merece gran parte del reconocimiento por el renacimiento de los "All Whites". Ex jugador de las filas juveniles del West Ham quien jugó al lado de Frank Lampard y Michael Carrick, el inglés de 35 años ha sacudido al futbol neozelandés desde que fue nombrado al cargo en septiembre de 2014.

Una vez a la cabeza de la selección, Hudson le dejó saber a la federación sus fallas administrativas, y habló de la necesidad de mejorar los programas de alto rendimiento.

Publicidad

Sus recursos fueron limitados desde el principio, pero Hudson —su padre jugó para el Chelsea y Stoke City en la década de los 70— inició un programa mundial para dar con los jugadores elegibles para la selección neozelandesa.

Anthony Hudson tuvo una exitosa gira de dos partidos en los Estados Unidos. Foto: Christopher Hanewinckle/USA TODAY Sports

La búsqueda arrojó casos como el de Henry Cameron del Blackpool y Themistoklis Tzimopoulos del PAS Giannina, ambos titulares indiscutibles.

Hudson también echó mano del joven talento de Nueva Zelanda. La selección kiwi ha participado en las últimas tres Copas Mundiales Sub 20 de la FIFA, albergó el torneo del año pasado en el que llegaron hasta los octavos de final.

Increíblemente, desde entonces nuevo jugadores han realizado su debut internacional, como Bill Tuiloma —jugador del Marseille— y el delanteros del Ipswich, Monty Patterson, quien anotó el gol contra los Estados Unidos en Washington. El guardameta, Stefan Marinovic, fue miembro de la escuadra que jugó el Mundial Sub 20 de 2011 en Colombia, y pinta para ser el portero titular de la próxima década.

Hudson recibió criticas por la cantidad de minutos que le dio a los jugadores más jóvenes, pero el delantero Harry Ngata lo defendió al decir que la estrategia fue crucial para cambiar la imagen del equipo y descubrir la "generación de oro".

"Las generaciones pasadas de la selección lo criticaron por darle demasiados minutos a jóvenes jugadores", comentó Ngata.

"Creo que tenía que hacerlo para darse cuenta qué tan bien funcionaban, y lo mucho que podía confiar en ellos. Pero como lo puedes ver, valió la pena".

Publicidad

Ese siempre ha sido el problema cuando diriges a Nueva Zelanda, su falta de profundidad. Gracias al trabajo de Hudson, los "All Whites" lucen mucho mejor que en la campaña rumbo al Mundial de 2010.

A pesar de los buenos resultados ante México y EE.UU, Nueva Zelanda no contó con dos titulares indiscutibles, Tumila y Ryan Thomas.

Si a esto le sumas a Chris Wood del Leeds United y Marco Rojas del Melbourne Victory, tendrás una delantera con la habilidad de contragolpear con el apoyo de Reid en la central.

Reid —quien debutó bajo las órdenes de Herbert durante el período de reconstrucción para el torneo mundial en Sudáfrica— elogia a Hudson y su forma en la que armó al equipo. La ética de trabajo siempre ha sido parte de la psique de Nueva Zelanda, pero también la preparación táctica.

La selección de futbol de Nueva Zelanda. Winston Reid, capitán y estrella del West Ham, sostiene el banderín. Foto: Geoff Burke/USA Today Sports

"Siempre lo hemos tenido bien presente en cualquier equipo del que he sido parte", dijo Reid.

"Hemos trabajado arduamente y nos preocupamos el uno por el otro. Pero ahora, creo que tenemos un método táctico mucho mejor que nos ayudará en el futuro.

"Cada vez entendemos más cómo explotar nuestras fortalezas y pulir nuestras debilidades. En general, estamos mejor preparados como grupo que antes".

Ngata también concuerda: "Es el plan de juego o la metodología que Anthony quiere emplear, y todos lo entendemos. Winston no puede estar siempre con nosotros en el equipo, pero por eso se tiene una planeación. No hay tiempo que perder".

Publicidad

Los resultados de Nueva Zelanda coinciden con el concepto de renacimiento de los "All Whites" de Hudson. Luego de sufrir tres derrotas y un empate en sus primeros cuatro enfrentamientos en el banquillo de Nueva Zelanda, los "All Whites" sólo han perdido un juego (contra México) de nueve disputados.

La siguiente prueba de Nueva Zelanda será en noviembre, cuando juegue contra Nueva Caledonia en partido clasificatorio para la Copa del Mundo. Los partidos finales del grupo serán ante Fiyi en marzo, antes de su participación en la Copa Confederaciones de Rusia en el verano.

Con todo el respeto para las naciones de Oceanía, la Confederaciones será la verdadera prueba para medir el nivel de los "All Whites". Reid declaró su deseo por jugar con su selección en noviembre para asegurar el pase a los dos últimos compromisos el próximo año.

Después de eso, Nueva Zelanda se tendría que medir ante el quinto lugar de Sudamérica para amarrar su pase a Rusia 2018. El adversario podría ser cualquiera, desde Brasil, hasta Chile o Colombia. Nada fácil.

A pesar de que Hudson aún no logra grandes cosas, vale la pena destacar que su equipo ha dado un paso más en su evolución futbolística.

El empate ante los Estados Unidos es tan sólo la tercera vez desde 1999 que los estadounidenses no pueden festejar en el RFK Memorial Stadium, la casa no oficial de la selección de las barras y las estrellas. Ni siquiera Alemania y Argentina pudieron lograrlo.