Traer mariscos frescos a una ciudad a más de dos mil metros del nivel del mar es toda una proeza; pero se logra.No siempre se consiguen en La Viga (el mercado de pescados más grande del país), sino que se vuelan (por ahora no hablemos de la huella de carbono que esto genera, por favor). De hecho, durante mucho tiempo la Ciudad de México tuvo prioridad para los alimentos marinos: llegaban desde las costas a La Viga y lo que no se vendía se regresaba; así, la urbe monstruosa tenía mejores productos marinos que las ciudades más cercanas a las playas.
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De hecho por eso Gabriela Cámara ideó a Contramar, el restaurante que inventó las tostadas de atún crudo, pues dice que hace 20 años "no había un lugar que aprovechara el buen producto del mar y ofreciera buenos pescados y mariscos en un restaurante y no un puesto o fonda".Sin duda Contramar dejó un legado que muchos han sabido explotar. A los capitalinos nos encanta sentarnos a comer coctel de camarón, tostadas de pulpo y atún, taquitos de pescado y una cerveza fría, imaginándonos que estamos en algún malecón, envueltos en una brisa tibia y salada mientras oímos las olas romperse…Por eso creemos justo reconocer a los que nos permiten este lujito: algunos de los restaurantes que amamos para comer la sabrosa comida costera.Desde hace décadas ha ocurrido una batalla silenciosa: ¿quién prepara mejor los mariscos: el Golfo o el Pacífico? Los comensales de la Ciudad de México somos jueces imparciales, hambrientos y deseosos de poner una almeja en nuestras bocas; así que acá van las mejores tostadas de atún (obligatorias) de la ciudad; con mención especial a los ostiones, que no son tan populares como las tostadas, pero han ganado terreno últimamente en los corazones de los capitalinos. (Y sí, todas son del Pacífico).La clásica tostada de atún que conocemos en México, con mayonesa de chipotle, atún fresquísimo crudo, poro frito y aguacate, nació aquí. Tiene la medida perfecta para mantenerla en tus manos aunque se rompa, pero lo mejor son las lajitas del pescado: frescas, no tan delgadas y tan suaves que son: mantequilla de atún.
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El toque original son el poro caramelizado, que hacen a la tostada aún más crujiente y le multiplican el sabor. La mayonesa con chipotle y el aguacate no se quedan atrás: con tanta sabrosura encima, es difícil que la montañita de sabor se mantenga firme. Y sin embargo, resiste hasta que tus dientes hacen un sabrosísimo desastre.- Dónde: Durango 200, colonia Roma Norte; Ciudad de México.Llegó de Guadalajara a enamorarnos a todos los habitantes de la Ciudad de México con su hermosa y abundante carta de ostiones y mariscos.
La tostada de atún viene con su propio filtro de Snapchat: está coronada con florecitas de cilantro. No sabes si tomarle foto o devorártela. Cuando inevitablemente sucede lo segundo, no sabes si estás en la colonia Roma o en un muelle del Pacífico presenciando un atardecer. El atún llega casi tan gordo como el jitomate, y las salsas hacen el resto. Recomendamos ponerle la de chiltepín, menos avinagrada que una la Valentina y con un chile que casi no se conoce en el centro del país. (Cuidado, el chiltepín es muy picante).
Las tostadas están buenas, de verdad que sí, pero no se comparan con los reyes de la carta: los ostiones a las brasas, a quienes rendimos honor con todo nuestro corazón. Llegan calientitos, espolvoreados de sal de grano. Como su nombre lo dice, han pasado por las brasas y por eso se han desprendido de la concha, así que comerlos es muy fácil. Parar es lo difícil. Están bañados en mantequilla clarificada, chalote y perejil. Su sabor es muy elegante y explica por qué sirven los ostiones en docenas: porque nunca son suficientes.
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- Dónde: Álvaro Obregón 31, Roma Norte; Ciudad de México.La famosa —y sí, probablemente la más rica— es la tostada panzona: un cerro hecho tostada que reúne todo lo bueno del mar: la base es ceviche de pescado. Después viene el pulpo, que aquí dominan tan bien que es muy suave. Por último el camarón, en porciones generosas. El toque Mi Gusto Es viene en el pepino, la cebolla y una fuente inagotable de limones y salsas.
Sinceramente, esta tostada da para dividirla en dos bien servidas. Quizás por eso en la canastita de salsas –que hay en todas la meses– también hay una porción de tostadas extras (¿quieres dejar de decir "tostadas"?). Este platillo va muy bien con salsa Huichol o la salsa negra (en la que te sirven los toritos: esos bocadillos celestiales que consisten en chiles güeros rellenos de marlin o camarón frito).- Dónde: Tienen varias sucursales, puedes ver cuál te queda más cerca aquí.
