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Cuerpos bajo un halo de oscuridad observan detenidamente al espectador y generan un extraño placer de incomodidad y satisfacción visual, a manera de un voyeurista culpable. Las pinturas al óleo del artista de Venecia, Italia, Saturno Butto, hacen una religión a la oscuridad y decadencia del humano por medio de sutil iconografía clásica y neo-gótica confundida con una estética indudablemente hipnótica.
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La figura humana, “constantemente representada como sagrada, se representa en su decadencia física y psicológica”, se puede leer en el sitio de Butto, “es a veces ilustrada por instrumentos o herramientas médicas, mismas que señalan el dolor humano mientras, al mismo tiempo, resaltan la voluntad por vencer a la muerte de una manera utópica”.
A la par de esto, la sensualidad y erotismo causa una incomodidad cultural que abre nuevos espectros de conversación sobre la belleza y la iconografía religiosa. Una yuxtaposición entre “la sensualidad innata del cuerpo y su espiritualidad interna”. Por consiguiente, la decadencia que señala e inspira a Butto en sus obras, se podría decir que es un homenaje religioso a la decadencia, “por medio de ilustrar el conflicto entre erotismo y dolor, transgresión y ruptura, las pinturas sobre madera de Butto examinan a fondo la conflictiva visión de la iconografía religiosa occidental con comparaciones equivalentes al cuerpo”, usando a éste como un tipo de sujeto abstracto.
Si quieres ver más obras religioso-eróticas de Saturno Butto, visita su sitio.
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