Abuelas con nietos, amas de casa, estudiantes de informática y fans de las nuevas tecnologías. No se conocen absolutamente de nada pero todos tienen algo en común: les encanta Pokémon Go y han quedado a las nueve de la mañana en la plaza Francesc Macià de Barcelona convocados por una conocida emisora de radio catalana.
Es una de las primeras quedadas no oficiales y sin duda la más multitudinaria hasta el momento en Barcelona dedicada al juego, que aunque solo es descargable de forma oficial en Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Australia y Alemania, ya ha superado a Twitter en descargas y ha sido más buscado que la palabra porn en Google. Significativo. Muy significativo.
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Según Albert García, experto en tecnología y profesor de videojuegos de la Escuela de nuevas tecnologías interactivas, Pokémon Go ha tenido tanto éxito por la combinación de la realidad virtual y la nostalgia evocada por los personajes de Pokemon. “Es un juego con mucha profundidad apto tanto para adultos como para niños. La magia de encontrarte una criatura por las calles donde pasas cada día lo convierte en un juego que provoca curiosidad tecnológica”.
Marta tiene 23 años y después de ver el anuncio de la Poke-quedada ha decidido venir a ver qué había: “Me he quedado sin megas, es una putada, de momento estoy mirando en los móviles de los demás a ver qué hacen y si consiguen Pokémons interesantes”. Sus amigos vienen bastante equipados, con camisetas y peluches. Explican que han cambiado sus hábitos gracias al juego. Carlos dice que ya no va en metro al trabajo, prefiere ir caminando por si encuentra alguna criatura por el camino. “Veo muy bien que se promuevan los hábitos saludables. Creo que es una forma de obligar a la gente a salir a la calle en vez de quedarte en casa jugando”, explica.

Fotorgrafía cortesía de RAC1
No podemos hablar de Pokémon Go sin citar a Ingress, su precursor que pese a utilizar también realidad aumentada no tuvo tanto éxito como su primo hermano. Para empezar a jugar debías elegir entre el color verde o azul, colores que representan a los equipos. El juego consiste en capturar “portales” y establecer un vínculo geométrico entre ellos. Con Pokemon Go se ha utilizado prácticamente el mismo juego, simplemente añadiéndole un skin –una imagen- de Pokémon y gracias a ello lo ha petado a nivel mundial. Muchos ya lo han bautizado como el fenómeno tecnológico-social del año y las cifras lo han confirmado.
Roger es jugador de Ingress y desde hace un año esperaba la salida de este juego con muchas ganas. “Hace algunos años apareció como una especie de broma con un Pikachu en Google Maps y al cabo de un tiempo leí por twitter que el director general de Niantic anunciaba la llegada de este juego”, explica el chico de 28 años.
Aún no se ha bajado el juego porque considera que si Niantic restringe el juego en España es por algo. Asegura que Niantic ha baneado y eliminado cuentas por incumplimiento de sus normas y no quiere que le pase a él. “Prefiero esperar a que esté disponible aquí a que me pillen haciendo trampas y no pueda jugar durante los dos meses de sanción que te imponen. He venido a una quedada de Pokemon y yo no jugaré, porque esperaré a que sea legal hacerlo”, justifica.

Fotorgrafía cortesía de RAC1
Pasados diez minutos de las nueve de la mañana el grupo empieza a moverse por la plaza Francesc Macià dirección Turó Park, una zona verde cercana. Somos un grupo bastante numeroso y todo el mundo va equipado con su smartphone en la mano. Apenas miran al suelo, y si lo hacen es a través de la app de realidad virtual para no perder la pista a las posibles presas. La mayoría de ellos, ya jugaban con Pokémons durante su infancia y adolescencia y estaban enganchados a la serie, por lo que revivir la experiencia de esta forma les parece algo increíble.
Una vez llegados al parque, el grupo se dispersa un poco. Se les ha caído la red de golpe y se han quedado sin jugar. Comentan entre ellos que ya tienen unos 40 bichos a su disposición una semana después de haberse descargado el juego. Marc y Jonathan se quejan por ejemplo que si no cambias de zona siempre encuentras los mismos Pokemon. Marc ya ha conseguido un Weepinbell y aspira a conseguir un Charizard en breve. Explican que se han escapado del trabajo para poder ir al encuentro: “somos programadores de aplicaciones estilo Whatsapp o Snapchat para empresas y por suerte nuestros jefes entienden por qué estamos aquí”.
Jonathan asegura que el juego está muy bien hecho: “Es la mezcla perfecta, lo han hecho muy bien al poner solamente la primera edición y hacerlo mucho más accesible. A nivel de apps siempre se sacan primero en Australia porque es un mercado más pequeño que el de Estados Unidos pero es muy parecido en cuanto a gustos. Espero que pronto llegue a España”.

Yaiza
Ni estudia ni trabaja, pero Yaiza tiene muy claro que le encanta Pikachu. Está intentando pillar wi-fi de un comercio cercano a Turó Park para poder jugar, pero parece ser que la conexión se le resiste. “Para mí lo mejor del juego es que puedo jugar tanto sola como con alguien, puedes conocer gente nueva y que tengas que salir de casa. Eso es buenísimo porque está haciendo que no solo juguemos a videojuegos en la habitación”. De momento se ha movido por su barrio, cualquier excusa es buena para bajar con su movil. Por el barrio de Horta de momento ha encontrado Pidgeots, Zubats, muchísimos Doduos… De momento los está adiestrando y está pendiente de encontrar algo más. “Me gustaría conseguir evolucionar algunos, me paso unos diez minutos al día más o menos jugando desde hace una semana”.
“A mi el otro día estaba en la cama y… ¡epa! Un Squirtle” “Yo también cogí uno”, “Allí por Terrassa hay Bulbasaurs a punta pala… o sea que si vais ya sabéis”. Escuchaba las conversaciones y todas ellas irradiaban emoción a punta pala. Cuando uno de los chicos aseguró haber encontrado un Venusaurpor el barrio de Gracia tres chicos pusieron rumbo hacia allí en busca del animalito. “En los puntos de Ingress, asegura uno de ellos, que es donde más Pokémons puedes encontrar”.

Fotorgrafía cortesía de RAC1
Una hora después del inicio del evento muchos de los jugadores sentían frustración porque solo habían encontrado los Pokémon de siempre. Nada especial. Entonces uno de los jugadores ha lanzado una especie de incienso que sirve para atraer a nuevas criaturas y parece ser que la cosa ha funcionado.
Antes de que la gente se marchase Mar, una de las fans de Pokémon en Barcelona, ha repartido unas tarjetas con una bola de pokémon y un código QR con el mensaje “únete a las comunidades”. Es ama de casa y lleva tres años y medio jugando a Ingress y enganchada a Pokémon Go desde el primer día. Dice que las tarjetas le han salido gratis y que es su forma de contribuir a que la gente se lo pase bien.
De momento estos fans han encontrado más de 20 criaturas y aún no se van. Son pasadas las diez y algunos deberían haber ido a trabajar desde hace una hora. Fingirán haberse dormido. Nadie entendería que los pokémons tuviesen la culpa de su retraso.
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