Como la chela se merece sólo lo mejor, decidimos homenajearla con el recuento de algunas cervezas hechas muy a la mexicana. Destapa la que tengas más cerca, toma papel y lápiz y asómbrate con las notas de sabores nacionales que puedes obtener en cada trago:
Toro Mestizo (mezcal)

La Toro Mestizo trae lo imponente desde el nombre y es la primera, de acuerdo con sus creadores, que lleva en su fórmula el referido destilado. La fabrican en Querétaro, tiene 7 grados de alcohol, es de estilo Ale y su color ámbar es hipnotizante.
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La encontramos en la cervecería Crisanta y descubrimos que huele a humo, mezcal, quiote (el tallo comestible de la flor del maguey) y miel. Para ser sinceros, el sabor es fuerte, pero aplica perfecto para que la pruebes y te olvides de la engorrosa tradición de pedir por separado una y otra bebida.
Allende (agave)

También habita en lo más profundo de los refrigeradores de Crisanta. Es una lager de aspecto cobrizo, oriunda de San Miguel de Allende, Guanajuato, con notas del caramelo del agave, así como de frutas exóticas. Tiene un sabor más suave y baja ligerita por la garganta, como si fuera agua (su porcentaje de alcohol apenas llega a 4.2, por lo que no es para guerrerear).
Si enfrente tuyo tienes algún platillo con salmón y quesos, recuerda estas palabras: la Allende es lo que estabas buscando.
Tierra Ahumada Stout (chocolate oaxaqueño)

El chocolate es uno de los regalos gastronómicos más reconocidos de Oaxaca. Si a eso se le suma cerveza artesanal y notas de café, el resultado es la Tierra Ahumada Stout. Es decir: una líquida representación de lo mejor del estado sureño, con 6.5 grados de alcohol.
Nuestro primer contacto con esta chela fue en las coloridas mesas del restaurante Las Tlayudas, en la CDMX, con una orden de chapulines para acompañar. Su sabor es para paladearlo con calma. Si lo logras, le encontrarás al final un ligero ahumado. Es ideal para carnes rojas, embutidos, moles o algún dulce típico.
Tierra Grana (jamaica)

Se llama Tierra Grana y le ofrece toda una experiencia sensorial a quien llega hasta la boca de su oscura botella, clamando por unas gotas de su rojizo placer con 6 grados alcohólicos. Las flores de jamaica que usan en su preparación le dan un sabor floral y ligeramente ácido, que se contrapone a lo dulce de sus maltas tostadas.
Tiene 6 grados de alcohol y le va como anillo al dedo a la comida picante, así que lo ideal es probarla con tacos, pollo o mariscos no es para nada una mala idea. También la encuentras en Las Tlayudas.
PD. Pedir una tlayuda, mientras dejas que la Tierra Grana te cautive, podría ser una gran elección.
Imperial Stout Picante (chile serrano)

Esta belleza no es de cantina. Se llama Imperial Stout Picante, la produce una cervecera experimental que se llama Buenaventura y es un poco difícil conseguirla. No obstante, cuando lo hagas vas a reparar en que muchas de las mejores cosas de la vida vienen en pequeñas dosis.
¡Aguas! Tiene 8.5 grados de alcohol y sabe a chiles serranos. Está hecha con maltas de especialidad y, si cierras los ojos y pones atención a lo que produce en cada una de tus papilas, hasta le encontrarás notas de café y chocolate. En la capital chilanga la encuentras en Hoppy House, Tasting Room, The Beer Company Centro y Cerveza en Punto.
Para los cheleros de corazón, el Día Mundial de la Cerveza es como su segundo cumpleaños en el año. Rindamos honor a su refrescante y espumosa existencia, alcemos el vaso (el tarro, la caguama, la ampolleta) y digamos juntos: ¡Salud!