Los Patriots de Nueva Inglaterra están, una vez más, en el Super Bowl, pero en esta ocasión les toca competir contra otra ofensiva monstruosa que juega bajo un domo y no es precisamente una “potencia”. ¿Acaso la comparación con la ofensiva histórica de los Rams de St. Louis es apta o sólo una excusa fácil para traer a colación el infame Spygate? En realidad no importa porque lo acabo de mencionar y lo usaré como hilo conductor para hablar de todas las razones válidas e irrefutables de por qué deberías sentirte avergonzado de apoyar a los Pats.
Primera razón: Son unos tramposos
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Son unos tramposos, así de sencillo. No me canso de decirlo. Es evidente que este equipo hará hasta la imposible para salirse con la suya en términos legales como ilegales. Todo aquel asociado con este equipo siempre buscará exprimir hasta el último recurso en lo deportivo y después imponer su propia ley. Entonces seguirán haciéndolo hasta que nadie esté mirando y cuando sientan que alguien los espía fingirán que nada pasó. Es deshonroso, y atenta contra el deporte, la competición y la virtud.
Segunda razón: Donald Trump
Una vez más, este punto es bastante obvio. Es claro que Tom Brady es alguien cercano al tipo que resultó ser el presidente electo de los Estados Unidos y quien podría causar una guerra nuclear o cualquier otro tipo de evento apocalíptico.
El año pasado, Brady dejó, intencionalmente, una gorra con la leyenda “Make America Great Again” en su casillero mientras hablaba con los reporteros. Después, Brady negó una y otra vez hacer comentarios sobre su relación con Trump, quien hace unos días anunció que obligará a México a pagar el muro que busca construir en la frontera. Sólo cuando Trump dijo que Brady le había llamado en la toma de protesta para felicitarle, el mariscal de campo no tuvo de otra más que decir:
“A veces me llama o a veces le llamo, lo conozco de hace tiempo. Siempre intento ponerlo en contexto porque lo conozco desde hace 16 años y uno nunca sabe hasta dónde se puede llegar, como es su caso. Ha sido un gran apoyo todo este tiempo. Es sólo amistad. Tengo muchos amigos. ¿Por qué tan escándalo? No lo entiendo”.
Entonces a Brady se le cuestionó sobre las conversaciones con mujeres que no simpatizan con Trump.
“No quiero hablar de ello, pero cuando conoces a alguien no significa que tengas que estar de acuerdo con todo lo que dicen o hacen”, comentó Brady. “Uno tiene muchos amigos en la vida. Creo que hay aspectos que se basan en el vínculo personal y no público, porque todos tenemos experiencias personales”.
Tom, eres un cobarde. Es cierto que no todos los amigos están siempre de acuerdo. ¡Qué aburrido sería! Pero este es el meollo del asunto y no hay manera de darle la vuelta: el número de problemas en el que Donald Trump está metido es aterrador. Cuestiones raciales, de igualdad, sexo, decencia humana esencial, moral, e inteligencia. Trump es un mentiroso y hay pruebas que lo avalan. Así que la razón por la que la gente “hace tanto escándalo” es porque su amigo es un subnormal, y deberías tener los tamaños para decirlo.
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Tercera razón: Bill Belichick
Hablando de tipos malos… Bill fue un perdedor en Cleveland. Después renunció a los Jets por medio de una servilleta en la conferencia de prensa introductoria. Encontró un lugar seguro en Nueva Inglaterra donde se afianzó en un feudo de mañas. Sí, es un gran entrenador de futbol americano, pero sin escrúpulos, y escribe muy parecido a como Donald Trump habla. Qué triste.
Cuarta razón: Bridget Moynahan
Tom Brady dejó a su novia mientras estaba embarazado. Pero a pesar de ello sigue teniendo un gran sentido del humor:
Quinta razón: Julio Jones
El tipo es una bestia y se merece ser campeón del Super Bowl más que Rob Gronkowski merece ser bicampeón. ¿Sabes el secreto de su éxito? ¿La razón por la que ha acumulado 247 yardas y tres touchdowns en 15 recepciones en dos partidos de postemporada este año? El ping pong. En los Falcons dicen que es el mejor jugador y que le ha ayudado a coordinar su vista. Pregúntale a Gronk sobre la coordinación de sus ojos y probablemente te responderá lo increíble que sería tener ojos en las manos…
Sexta razón: Debieron haber perdido contra los Seahawks
Si el imbécil de Peter Carroll hubiese ordenado correr el balón con Marshawn Lynch, los Patriots no habrían ganado otro Super Bowl por una nada. Me gustaría creer que el universo sabe diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo que debería pasar y lo que no —llámese karma o balance— porque es lo único que preserva la honestidad en las personas. Esperemos que los Pats pierdan esta vez para recobrar el orden en el cosmos porque, de un tiempo para acá, todo ha estado de cabeza.
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Octava razón: reivindicación del Deflategate
La mentira es que existe, de alguna manera, una narrativa redentora previo al Super Bowl. El sueño mojado de todo fan de los Patriots es más o menos así: Tom Brady lanza para 450 yardas y cinco touchdowns, de los cuales el último es pase milagroso a las manos de Chris Hogan (lo sentimos Julian) para ganar un partido cerrado. Acto seguido, Roger Goodell se ve obligado a entregarle a Brady el Trofeo Lombardi, el MVP, y disculparse por todo el escándalo bautizado Deflagate.
Con la única excepción que al resto de nosotros ya no nos importa. Roger Goodell es un robot programado por multimillonarios que merece ser humillado públicamente hasta que un día se canse, pero la postal de Brady con el trofeo no me causa gracia. El caso Deflategate fue estúpido. La NFL también. Brady. Los Patriots. Por fin ha terminado y nadie quiere volver a escuchar de ello.
Lo que todo mundo quiere tener como consolación para sobrevivir el invierno deportivo de febrero es una derrota contundente de los Patriots.